Andrés Gil Domínguez: "Lo que propuso Mayans es una suerte de chantaje al Poder Judicial"
El abogado constitucionalista habló en Modo Fontevecchia y expresó que los jueces y fiscales "tienen que asumir y demostrar que están capacitados para tomar y soportar presiones". Mirá la entrevista completa.
Andrés Gil Domínguez |
NA
El abogado constitucionalista, Andrés Gil Domínguez, dialogó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), y aseguró que "el proceso tiene que continuar en las etapas establecidas". Por otro lado, manifestó que el pedido de suspensión del juicio de Vialidad para genera paz social es "una vulgaridad en términos institucionales y democráticos" y, por último, agregó que "lo que propuso José Mayans es una suerte de chantaje al Poder Judicial".
¿Cómo puede influir en el ánimo de los jueces el atentado a Cristina Fernández que es quien se está juzgando, entre otros?
No tendría que influir en nada, porque son dos hechos totalmente distintos. Los jueces y fiscales cuando deciden acceder a dichos cargos tienen que asumir y demostrar que están capacitados para soportar presiones y ser independientes, tomar decisiones justas y aislarse de ciertos contextos.
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Esto no quita la enorme gravedad de los hechos vividos la semana pasada, espero que la Justicia lo aclare lo más rápido posible. La violencia se roba a la democracia, es una de las formas más directas de robársela. El proceso tiene que continuar en las etapas establecidas y llevarse a una sentencia en primera instancia dentro del marco procesal expuesto.
El senador Mayans planteó que, para que haya paz social, hay que terminar con el juicio de Vialidad. ¿Qué reflexión hacés?
Es una vulgaridad en términos institucionales y democráticos. Lo que propuso Mayans es una suerte de chantaje al Poder Judicial. Va a haber paz social cuando se dicte una sentencia en forma definitiva en la medida que sea necesario llegar a otras instancias de remisión. No puede haberla sobre al base de que un poder le imponga a otro sin ningún argumento jurídico y ninguna base procesal.
La suspensión de un proceso, que hasta fue rechazada por sectores muy cercanos a la vicepresidenta -como el senador Parrili- es una máxima expresión de la vulgaridad política en torno a respetar el funcionamiento institucional del país.
¿Es un acto de ignorancia o declamativo que persigue como objetivo reforzar la empatía de los propios? ¿A qué atribuye este tipo de declaraciones?
Estas patologías son muy difíciles de diagnosticar porque, en realidad, al punto de vista institucional no agrega nada, al contrario, amplía la grieta desde la visión estratégica que es muy obvia y sin ningún tipo de sustento.
Primero es un oxímoron porque no se puede parar...
No hay ninguna argumentación jurídica de una posición procesal para frenar un procedimiento. Es un bache y no presenta ningún motivo por el cual deba frenar. Los procesos cada vez que se ponen en marcha, llegada a esta etapa tienen que terminar: eso va a generar la paz social.
Mauricio Macri realizó un posteo en el que sostuvo que desde el Gobierno y espacios cercanos a Cristina están utilizando el ataque que ella recibió para "alentar una persecución hacia la prensa y Justicia". ¿Declaraciones como la de Mayans podrían tener como objetivo lo mencionado anteriormente, además de amedrentar y que los jueces estuvieran con una predisposición a la benevolencia y que este el fin de dichos como este?
No se cuál puede ser la motivación de Mayans. La clase política argentina sigue sin aprender pautas de convivencia. Así como en lo económico seguimos perdiendo posibilidades. Lo de la semana pasada, el intento de magnicidio contra Cristina, era una oportunidad de un piso mínimo de concordia y diálogo, aún en esta instancia con líderes políticos. Se pudieron juntar y dialogar, es muy difícil que un país se construya con líderes que no hablan y están enojados.
Lo de Mayans no creo que pueda afectar al funcionamiento del Poder Judicial ni la tarea de los jueces. Servirá para reflexionar profundamente sobre la calidad de la clase política argentina en su totalidad sin importar quien sea el presidente o vicepresidente. Es gravísimo lo que sucedió y le dieron una imagen a toda la sociedad. Si hay algo en lo que estamos de acuerdo es que rechazamos cualquier tipo de violencia.
¿Percibe de que en aquel momento, cuando Raúl Alfonsín llama a Cafiero, hubo más generosidad de una parte que de otra?
Si. Hubo mucha más generosidad porque se le demostró en la Argentina había un acuerdo político de base y que era innegociable sobre la defensa de la democracia y el rechazo de la violencia.
En estos tiempos de tanta virulencia, grieta e ida y vuelta, de discursos que rozan el odio, parece que no hay lugar para todos en el país. Se podrían juntar los políticos y dar un mensaje conjunto si se hubieran reunido, pero no, estamos a lunes y seguimos con la misma intensidad divisoria y de una gran grieta.
