Se trata de “un viejo mal”, aseguró el periodista Alejandro Gomel en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), que se puso en marcha con la muerte de Perón, donde se disputaban para ver quién era más peronista, aunque el General dijera que lo importante era que todos estuvieran dentro del movimiento.
Algo similar empieza a suceder con el kirchnerismo, porque los más cercanos a Cristina aseguran que Alberto Fernández no es kirchnerista y dan por cierto el off the record, ya desmentido por Agustín Rossi, donde el Presidente asegura que es él quien acabará con 20 años de kirchnerismo.
La discusión se genera cuando la portavoz del Gobierno, Gabriela Cerruti, dice que Alberto es kirchnerista, ya que fue el primer jefe de Gabinete de Néstor Kirchner y estaba en la mesa chica cuando había poca gente cerca del ex presidente.
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Pero el sector más cristinista dice que no lo es, porque se fue y estuvo alejado durante 10 años.
¿Quién tiene la vara para medir esto?
El cristinismo más duro apuntó también contra Daniel Scioli, asegurando que tampoco es kirchnerista de pura cepa, habiendo sido candidato en 2015, para enfrentar a Mauricio Macri, puesto por Cristina.
El oficialismo está complicado en sus cuestiones internas, ya que la pelea en el fondo es por quién puede ser o no candidato.
Desde el sector más cercano a la vicepresidenta lo apuran a Alberto para que se defina, aunque desde Casa de Gobierno dicen que no hay apuro, ya que los últimos dos candidatos a presidente se definieron en mayo cuando las elecciones eran en agosto.
MVB JL