Se trata de una medida para vigilar a los contagiados y que no puedan salir de sus viviendas, una política de tolerancia cero frente al coronavirus similar a la de China. Qué alcance tiene y sus antecedentes.
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Cedoc
La pandemia continúa. Hong Kong instauró un brazalete para vigilar a los contagiados de Covid y evitar que salgan de sus casas. El plan impuesto en la ex colonia británica prevé que los pacientes reciban permiso para aislarse en sus domicilios en lugar de acudir a los centros de cuarentena gubernamentales. El brazalete, cual Gran Hermano, vigila sus movimientos.
El territorio sigue una política de tolerancia cero contra el coronavirus similar a la de China continental e incluye el aislamiento de todos los contagiados en instalaciones especializadas o en sus viviendas. Muchos dudan sobre la idoneidad de esos dispositivos. Se preguntan cómo comprarán víveres para varios días los ancianos y qué pasará cuando los cabezas de familia no puedan ir a trabajar si sus empleadores no les permiten hacerlo desde sus casas.
La pulsera recopila información sobre la ubicación de sus portadores a través de señales de Bluetooth, redes inalámbricas o GPS. No es la primera vez que las autoridades de Hong Kong recurren a este tipo de estrategia para vigilar los movimientos de grupos de personas de riesgo. En 2020, los pasajeros que llegaban a la ciudad semiautónoma recibían una pulsera con un código QR que debían escanear.
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El método, similar al vigente en las principales ciudades de China continental, se basa en la aplicación móvil Leave Home Safe, ideada originalmente para mostrar el estado de vacunación de una persona. Muestra ahora un código rojo en aquellos usuarios que hayan dado positivo por Covid y otro amarillo en los que se hallen en período de cuarentena después de haber llegado del exterior.
Los usuarios en rojo y en amarillo no pueden acceder a lugares públicos. Son clasificados de alto riesgo. Desde el comienzo de la pandemia en Hong Kong hubo 342.359 casos de Covid y 9.419 fallecidos sobre una población de 7.403.000 personas.
