Un estudio analizó la durabilidad de la protección que dan las vacunas que se aplican actualmente contra el Covid-19, y su comparación con la inmunidad otorgada por la infección de manera natural. De acuerdo a esta investigación, las vacunas de ARN mensajero actuales, Pfizer y Moderna, son las que ofrecen mayor duración de la protección.
“El desarrollo sin precedentes de vacunas eficaces contra el SARS-CoV-2 ha representado un triunfo en el esfuerzo global para controlar la pandemia de COVID-19 en curso. Se ha demostrado que las vacunas brindan protección a corto plazo contra los principales resultados adversos para la salud de la hospitalización y la muerte”, señalan los investigadores del estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS)
En ese marco, exponen que la protección contra nuevas infecciones disminuye con el tiempo, y que las vacunas brindan una inmunidad más prolongada que los anticuerpos que se producen al contraer la infección de manera natural, y destacan la necesidad de una vacunación de refuerzo para reducir las infecciones y reinfecciones.
Los detalles del estudio sobre la duración de la inmunidad contra el Covid-19
Al respecto, el estudio encontró que las vacunas de ARNm actuales, Pfizer y Moderna, ofrecen más duración de la protección que las vacunas Johnson & Johnson y Oxford-AstraZeneca, y mayor que la infección natural.
La infección natural otorgó una media de 21,5 meses de protección contra la infección progresiva, mientras que las vacunas de ARNm producidas por Pfizer-BioNTech y Moderna provocaron niveles de anticuerpos más altos que la infección natural, lo que lleva a una media de tiempo hasta la infección progresiva de 29,6 meses.
Los autores encontraron que las vacunas de vectores virales producidas por Oxford-AstraZeneca y Johnson & Johnson/Janssen provocaron niveles de anticuerpos similares a los provocados por la infección natural, con una mediana de tiempo hasta la aparición de la infección de 22,4 meses y 20,5 meses, respectivamente.
Jeffrey Townsend, profesor de la Escuela de Salud Pública de Yale, EE. UU. y autor principal del estudio, explicó: "Las vacunas de ARNm producen los niveles más altos de respuesta de anticuerpos y en nuestro análisis confieren una protección más duradera que otras vacunas o exposiciones".
"Sin embargo, es importante recordar que la inmunidad natural y la vacunación no se excluyen mutuamente. Muchas personas tendrán inmunidad parcial de múltiples fuentes, por lo que comprender la durabilidad relativa es clave para decidir cuándo estimular su sistema inmunológico", agregó el especialista.
En ese sentido, los científicos plantearon que la protección confiable contra la reinfección “requiere un refuerzo actualizado con vacunas que estén adaptadas para abordar los cambios en el virus que ocurren como parte de su evolución natural con el tiempo”.
Alex Dornburg, profesor asistente de la Universidad de Carolina del Norte en Charlotte y quien dirigió el estudio con Townsend, dijo sobre este punto que es importante tener presente que el virus “desarrollará formas de evadir nuestra respuesta inmune natural y cualquier respuesta inmune derivada de la vacuna".
Por esto, junto con Townsend, consideran que la actualización continua de nuestras vacunas y vacunas de refuerzo “es fundamental para nuestra lucha contra el SARS-CoV-2".
AG / MCP