El ex presidente de la Asociación Argentina de Consultores Políticos, Carlos Fara, se refirió a la obtención de la Copa del Mundo y enfatizó que "la alegría contrasta con la situación de una dirigencia política que está poco valorada". "La capacidad de movilización de Cristina Kirchner está en duda", sentenció en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
¿Qué significa esta alegría que produce la Selección Argentina? ¿Hay un 17 de octubre futbolístico?
Hay que hacer una interpretación que supera lo deportivo, teniendo en cuenta la situación del país, y el deseo de tener alguna alegría, en el medio de una situación muy crítica en lo social y en lo económico. Más allá de esa cuestión, hay dos elementos importantes: la alegría contrasta con la situación de una dirigencia política que está poco valorada, con un gobierno que sabemos que está con el balance negativo.
Y esta alegría contrasta mucho con el fastidio por el status quo de la política. Y además, el liderazgo de Lionel Messi, los jugadores y el cuerpo técnico ayudan a trasmitir el aspiracional de la mayoría de los argentinos, en cuanto al esfuerzo, la humildad, la disciplina, la seriedad y la planificación.
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Nosotros abrimos el programa de hoy haciendo una comparación con el 17 de octubre y la Selección, en base a la cantidad de gente que se veía movilizada. Pero yendo a la parte simbólica, en tu última columna te referís a Cristina Kirchner. ¿Creés que ella esperaba una movilización popular después del fallo que recibió por la Causa Vialidad?
No lo creo. Ella viene desarmando ciertas movilizaciones. Y ahora quedó en suspenso el acto con el Grupo de Puebla. La sensación que tengo es que la capacidad de movilización de Cristina Kirchner está en duda, por lo tanto, no se van a arriesgar si no pueden garantizar eso. Además, ya no hay movilización espontánea, todo está digitado desde la política.
Y esta idea de evitar movilizaciones también tiene que ver con aquel discurso donde empezó a tratar de seducir al voto duro que se había quedado en la casa el año pasado. A Cristina la veo más precavida.
Gustavo Marangoni, en este programa, había dicho que lo que mantenía unido a Juntos por el Cambio era la idea de tener enfrentado al kirchnerismo. Al no estar Cristina Kirchner en ninguna boleta para el 2023, ¿hay riesgos de que la posición pierda el principio cohesionador?
No lo creo, porque el gran objetivo de Juntos por el Cambio es volver al poder, más allá del adversario coyuntural. En segundo lugar, aunque Cristina se corra de la boleta, va a seguir teniendo incidencia y jefatura política. Además, no hay liderazgo alternativo dentro del Frente de Todos, inclusive para el peronismo más tradicional.
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En Juntos por el Cambio hacen la lectura de que, el peronismo, durante bastante tiempo, va a seguir siendo el peronismo comandado por el kirchnerismo.
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¿Compartís esa visión de Juntos por el Cambio? ¿Considerás que estamos frente a un ocaso del kirchnerismo?
El kirchnerismo ha sedimentado lo suficiente, tanto en lo ideológico como en lo cultural, para que no sea una cosa que se termine mañana, aunque esté en un proceso de desgaste. Además, para las nuevas generaciones, el peronismo es el peronismo de los Kirchner. Es cierto que existe una degradación, pero falta es liderazgo alternativo.
Hay que prestar atención a dos cuestiones: por un lado, no significa que el peronismo va a pasar a ser otra cosa. Y además, suponiendo que Juntos por el Cambio gane la próxima elección, va a tener un gobierno muy complicado por la herencia que recibe y habría que ver cómo transita sus cuatro años, antes de darle un certificado de defunción al kirchnerismo.
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¿Cómo ves una posible candidatura de Sergio Massa en las PASO?
Tengo la impresión de que no quiere arriesgar ninguna definición de rol mientras siga teniendo una bomba en las manos. Él prefiere irse o terminar su gestión como alguien que trató de ordenar la cuestión. Y a partir del 10 de diciembre del 2023, empezar a ser el artífice de algo nuevo. Si arriesga una candidatura para perder, después sería más difícil pararse frente al resto de los actores con argumentos positivos.
¿No lo lleva la propia historia y el peronismo a que sea el candidato natural?
Puede ser. Tengo la impresión de que, dentro del Frente de Todos, el pensamiento es "que vaya cualquiera, total vamos a perder". Y hay mucho que no lo quieren arriesgar a Massa, como gobernadores y sindicalistas. Dependerá de lo que él decida.
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¿Se quema alguien por perder una elección? Porque Lula perdió más de una vez en Brasil.
Cuando vos estás perdiendo elecciones, pero en un camino de construcción, es una cosa. Acá la situación es distinta porque es muy difícil que Sergio Massa no termine con balance negativo al final. A partir de eso, se puede convertir en funcionario de un gobierno que no haya terminado bien. Además, Lula era el líder absoluto del PT, mientras que Massa todavía es un interrogante en la relación con Cristina Kirchner.
JL PAR
