Carlos Maslatón considera que la economía argentina entró en un ciclo de crecimiento y que las elecciones provinciales podrían indicar que el preonismo no está tan mal. "Todos estábamos esperando una performance mucho peor del peronismo, sin embargo está ganando con contundencia", afirmó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
Alberto Fernández lo mencionó dos veces cuando habló del “proceso virtuoso" y "la economía imparable". ¿En algún momento lo contactó a usted?
No me llamaron. Lo conozco desde hace 40 años, en la Facultad de Derecho de la UBA. Te diría que en, el Siglo XXI, jamás hablé con él en vivo.
Usted sostuvo que el balotaje se podría evitar con una fórmula del 41% peronismo, 29% Juntos por el Cambio y 21% Libertad Avanza. ¿El peronismo puede llegar a tanto?
Sólo estoy viendo cómo se puede evitar técnicamente que se active la cláusula constitucional del 45% y rija la del 40%. Es algo matemático. Por ejemplo, si alguien saca 40,1% y abajo alguien saca 29,9, gana en primera vuelta. Y estoy pensando quien podría ser.
Alberto Fernández se refirió al análisis económico de Carlos Maslatón
Al respecto de las elecciones provinciales, siento que se está exagerando si se piensa que son sólo fenómenos locales. Tienen algún indicador.
Todos estábamos esperando una performance mucho peor del peronismo, sin embargo está ganando con contundencia. La pregunta es porque Juntos por el Cambio y los candidatos de Milei están sacando números menores al 10%.
¿Hay un mensaje nacional en estos comicios provinciales?
Por lo menos una parte, no es extrapolación total. Si hubiese un castigo gigante contra el oficialismo, tendríamos que ver un peronismo provincial en la zona del 25%, tal vez ganando con lo justo. Pero esto de sacar 50% sorprende.
Quizá se emparenta con un gobierno que ha estado muy depresivo sobre sí mismo y nunca supo interpretar que Argentina se está recuperando económicamente. No es por mérito de ellos, sino por los factores del ciclo económico.
Las elecciones provinciales que vienen
Alberto Fernández me confesó que tomó cosas que yo vengo diciendo desde hace dos años. Que ya terminamos el ciclo negativo, que la inflación no es el desastre que quieren vender, que la pobreza no es esa y está mal calculada. Además, por supuesto, que los ingresos no pueden haber quedado tan relegados frente a la inflación porque así fuese no tendrías la recuperación que hay en el consumo.
Obviamente, hay millones de personas que están muy mal, pero no es el panorama desolador que comparan con las dos crisis más grandes que ya vivimos. Estamos en crecimiento y, quizás por eso, a la hora de votar, mucha gente en el Interior pensó que no están tan mal.
Permítame aventurar otra hipótesis. Inicialmente, podría darse en un proceso la bronca, porque se está mal, pero después el miedo por que las alternativas sean peores, ¿puede ser una tendencia conservadora de la sociedad frente a que un cambio, en un momento de crisis, puede ser peor?
Puede ser. Es válido respecto de la Libertad Avanza pero no sé con Juntos por el Cambio. Salvo que para una franja de la población, un regreso del macrismo, representado por Larreta o Bullrich, generara pánico. Algo de lo que mencionás quizás exista.
Pero ahora vienen las elecciones más importantes y hay que ver qué sucede en Córdoba, Santa Fe y en las postergadas de Tucumán y San Juan.
La comparación con Turquía
En Turquía, económicamente, siempre hubo semejanzas con la Argentina, ya sea con defaults casi simultáneos y alta inflación. ¿Pero qué quiere decir el hecho de que haya más de 80% de inflación y que el oficialismo sacó 49% de los votos, indica algo? ¿La gente prefiere una inflación con crecimiento?
Es una discusión de los setenta. A los que queríamos bajar la inflación nos discutían que así se iba a caer la economía. Lo que pasa es que eso es válido temporalmente, después de una salida de recesión. Los precios van a subir inevitablemente, al margen de tener control monetario total. Se dio muchas veces en este país.
El caso de Turquía es una mezcla de estos elementos. Tienen cierto desorden monetario y, a su vez, está en expansión y son potencia militar.
Yendo a sus elecciones, desde el 2002 para acá, no fueron muy limpias electoralmente. Hubo reportes de fraudes. Es un país cercano a la unión europea, no tiene euros. De todas maneras, Erdogan se las va a ingeniar para ganar en la segunda vuelta, siempre lo hace.
El proceso inflacionario y su evolución
Alejandro Gomel (AG): Usted mencionaba que esta inflación no es tan grave, sin embargo, es la más alta desde la última crisis. ¿Cómo lo ve de acá en más con las nuevas medidas, va a ir bajando?
La inflación no va a bajar, pero no hay que dramatizar. Tiene tres componentes. El primero, internacional, ya que la inflación es mundial. Lo segundo es que los precios argentinos en términos reales son muy bajos, por tanto, lo que se verá en unos años es una subida de precios por arriba de la depreciación del peso. A partir de esto, el dólar va a ser cada vez más caro. Ninguna de estas inflaciones me preocupa porque se van a licuar sobre sí mismas.
El tercer punto sí tiene que ver con los desórdenes locales. La locura es creer que el Banco Central tiene que fijar el tipo de cambio, ya que tiene que ser libre y flotante. En todo el mundo es así, incluso en Turquía.
AG: ¿Pero ahí cuánto valdría el dólar?
Valdría 475 pesos. Eso lo tendría que decidir el mercado, pero si me decís que se libera todo, va a ir al precio marginal de hoy.
El otro elemento es el disparate de las lebac y Leliq. Un Banco Central que toma plata y remunera a los depósitos. Hoy crea, por intereses nada más, 33 mil millones de pesos por día.
Es un sinsentido recortar gastos públicos, a diferencia de los que dice la oposición. Cualquier partida presupuestaria que considerás mala y la quieras bajar, no hace falta, porque estás arruinando con una creación de dinero mucho mayor, solo por el pago de intereses del Central.
Y si a esto le sumamos la tesorería, explicaría el problema inflacionario argentino respecto de lo que es culpa nuestra. Todo lo que dijo Sergio Massa este fin de semana no sirve para nada, todo lo contrario. El Banco debería decir “no tomo más dinero y el que va venciendo, lo devuelvo, aunque sea, parcialmente”. El tomar dinero y pagar tasa es una medida inflacionaria.
La peculiar visión de los economistas
¿Por qué creés que solamente vos y algunos pocos ven una Argentina que está a la alza?
Porque soy del mercado financiero y me dedico a identificar pisos y techos de los mercados. Naturalmente, cuando uno identifica una piso, como en este caso octubre 2021, los fundamentos están mal. Si algo paró de bajar es porque está mal, pero no pueden estar peor. Contrariamente, en noviembre del 2017 me puse muy bajista con la Argentina.
Tengo tendencia a pensar en término de metafísica hegeliana, de creer que hay cierto orden. Por ejemplo, la matematicidad en los períodos. Muchos me contraargumentan con que, por ejemplo, China tuvo 400 años de decadencia.
Me puse muy positivo con Argentina porque la caída no se profundizó. En 2020 y 2021, el valor de las cosas no se deprimió acorde a esos presuntos malos fundamentos. Cuando esto no se refleja en la realidad, hay una divergencia del mercado, que termina saliendo para el lado de la recuperación.
Expo Franquicias Argentina 2023, el encuentro de negocios más esperado del sector
La opinión pública está muy negativa, pero los economistas, generalmente, van cruzados con el mercado, y por eso no pueden identificar esto y les parece absurdo. Primero viene el movimiento, y ahí se generan los fundamentos positivos. La economía va a salir hacia arriba, y ellos lo van a ver en un año y medio seguramente.
¿Y por qué los economistas tienen esa ceguera paradigmática y, al mismo tiempo, por qué los empresarios contratan a esos economistas para hacer sus pronósticos?
Hay muchos tipos de empresarios. El capital aventurero no le importan esos pensamientos, y la gente que está apostando al país, que compró en los mínimos, tienen una postura contraria, son intuitivos.
¿Alcanza con dejar de emitir para eliminar la inflación?
Los economistas sobrevaloran la importancia de la política económica, y no es lo único a tener en cuenta. Hay factores que pueden contradecir a la política económica y ellos no los pueden ver.
Por ejemplo, alguien dice que hay mucho déficit pero no ven que la economía va a salir para arriba y se tendrá mucha más recaudación. Cuando vean eso, van a decir que se cerró porque había más actividad.
¿Invierten consecuencias y causas?
Vos y yo tenemos una visión cíclica. Yo me la juego para arriba en Argentina, en tres años veremos. El nivel de actividad y la recuperación de los precios de los principales activos del país muestran una tendencia.
La hiperinflación no puede ser esperada por la mayoría de la población y del establishment, tiene que ser imprevista. En economía, y principalmente en los mercados, la mayoría no suele tener razón.
AO FM