El ex senador del país trasandino, Carlos Ominami, expresó su sensación de lo vivido este domingo en la elecciones de Brasil, en las cuales Lula da Silva y Jair Bolsonaro se dividieron las mayoría de los porcentajes. También tildó al actual presidente de autoritario y aseguró que "Bolsonaro es la expresión del oscurantismo", dijo en diálogo con Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
¿Cómo viviste las elecciones en Brasil? ¿Sentiste la violencia social que aumentó en los últimos tiempos?
Lleno de emociones por el tremendo resultado que tuvo Lula da Silva. Es un triunfo de la democracia en Brasil, del progresismo en América Latina y las fuerzas democráticas en dicho país.
Genera una gran emoción que alguien que estaba condenado a desaparecer y encarcelado casi dos años esté cerca de nuevamente ser presidente. La gran sorpresa para algunos, aunque para mi no, es la gran votación que obtuvo su rival. Jair Bolsonaro es la expresión del oscurantismo. Es una tendencia mundial, se viene dando en Europa en naciones como Italia o Francia.
¿Creés que Lula es presidente más allá de que necesite la segunda vuelta y si le tocará serlo en una sociedad muy dividida?
Si, es una sociedad muy polarizada. Estas semanas serán muy intensas. El actual presidente es un personaje, no tiene límites y puede hacer cualquier cosa. Si Lula habría ganado en primera vuelta seguramente haría lo mismo que Donald Trump de alterar el curso de las cosas, pero por suerte no apareció el discurso del fraude.
Bolsonaro es una persona muy peligrosa y tendrá cuatro meses por delante para presidir. En el último tiempo utilizó de manera vergonzosa el aparato público y el llamado presupuesto secreto. Lula tiene altas chances y espero que los dos candidatos que lo siguen lo apoyen para frenar al actual máximo mandatario.
Hay una cuestión que trasciende a Bolsonaro que es la cuestión del resurgimiento de las extremas derechas. Estas elecciones de Brasil, Chile y Argentina lo indican, ¿no?
Comparto con vos que excede a Bolsonaro. Hay una extrema derecha que fue muy hábil en la manipulación y la canalización de estas angustias que tiene también la sociedad. Hay que reconocer que en la votación del actual Jefe de Estado hay parte del sector popular que cree que es la mejor opción y lo hacen ilusionados porque creen, de forma equivocada, que encontrarán una solución y respuesta a sus demandas.
Tenemos que darnos por notificados que hay una extrema derecha que se coordina. Veo síntomas muy claros que está es muy espesa en Argentina. Está la necesidad de generar un frente que combata todo esto para no retornar al pasado y mantener la democracia, vivimos dictaduras y nos costó salir de eso.
¿Se puede estar generándose, con el fracaso en la distribución de la renta de los últimos 20 años en Occidente, situaciones parecidas a cuando Freud escribió el malestar de la cultura y el surgimiento del fascismo o nazismo sin llegar a tantos extremos, pero lo que hay es un sentimiento de malestar profundo por la falta de desarrollo económico que fomente el crecimiento de la derecha?
Hay que interrogarse de forma muy seria porque no son reacciones transitorias, hay elementos de sobra para entender que es una tendencia que adquirió fuerza en Europa.
En Italia y Francia, países con tradición democrática, habían partidos comunistas y de izquierda muy fuertes que hoy prácticamente desaparecieron.
Me parece que los demás debemos tomar nota y hacer fuerza estas semanas para consolidar a Lula en Brasil, el cual será un gobierno difícil porque los resultados son muy inquietantes desde el punto de vista de la composición del parlamento porque allí es donde tuvo buenos resultados Bolsonaro, sobre todo, en el Senado. Es un desafío social, económica y cultural.
BL PAR