El presidente de la Unión Industrial Argentina, Daniel Funes de Rioja, aseveró que "nadie puede concebir una Nación sin Estado". A su vez, desarrolló cómo se encuentra la situación del sector industrial, en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
Los medios dicen que el campo está más cerca de las candidaturas de Javier Milei y Patricia Bullrich, mientras que los empresarios y los industriales son más cercanos a las candidaturas moderadas, como las de Horacio Rodríguez Larreta. ¿Esta es una simplificación de los medios de comunicación o tiene algún viso de realidad?
Son opiniones. Debo decir que soy muy respetuoso de la pluralidad. Dentro de la Unión Industrial Argentina hay representantes de distintas regiones o provincias, con realidades diferentes y con pensamiento personales como ciudadanos.
El pensamiento personal como ciudadanos lo respeto y por eso buscamos, desde el año pasado y pensando en el futuro deseable de Argentina, hacer lo que hicimos que fue el libro blanco, es decir, trabajar un proyecto de desarrollo industrial, de hacia dónde queremos ir en la industria, cualquiera sea quien pueda ser el decisor o el decidido por el electorado en las elecciones.
Primero, respetando el sistema institucional, la Constitución, la división de poderes, autonomía del Poder Judicial y un sistema electoral transparente a los efectos de que la democracia se exprese plenamente.
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En ese sentido, digo que, a priori, las cartas no están echadas. Habrá que mirar de acá a octubre, tenemos las PASO antes. Puede haber distintas afinidades, algunas que se toman muy temprano y otras que se toman más tarde. En eso, lo importante, y se lo dijimos a cada uno de los líderes políticos o referentes de peso, que el país tiene que tener respeto al orden institucional, generar credibilidad, confianza y buscar la concertación sobre políticas de Estado que tanto se necesitan.
Las grandes líneas no solamente pasan por definir un desarrollo industrial o una política macroeconómica, sino que pasan también por la educación, salud, justicia y seguridad, los grandes temas que hacen a políticas de Estado. Y en esto digo que el Estado es irremplazable, así como también pienso que el Estado debe dejar el rol que el sector privado tiene que cumplir en la economía, porque con un sector privado pujante hay crecimiento económico, con un sistema tributario razonable que paga más gente y no está concentrada la carga tributaria en el 30% del universo que debería tributar.
Esto conlleva consecuencias también en el plano laboral, viendo nuevas realidades en este ámbito. Por otro lado, los incentivos a la federalización productiva que respete más el modelo territorial de país que tenemos y real de recursos naturales que poseemos. Todo esto es más importante que el "quién sino", "qué" y "cómo lo va a hacer".
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Respecto a si el Estado era importante para aquella industria y si puede haber ésta sin Estado, de alguna manera orienta a que Milei no es modelo para ustedes.
Nadie puede concebir una nación sin Estado. Tengo una larga trayectoria y formación desde el punto de vista profesional como para decir que no concibo que pueda haber una Nación o un proyecto sugestivo de vida en común al pensamiento de Ortega, sino hay elemento ordenador que finalmente es el Estado, no digo acaparador. Es decir, ni el Estado total ni el Estado ausente.
No puedo más que coincidir, incluso con aquella frase de cuando se reagrupa la socialdemocracia en Alemania, después de la Segunda Guerra Mundial, de "todo el mercado que sea posible y todo el Estado que sea necesario".
Exactamente. Ahí está por lo menos el eje de mi concepción personal y está reflejado en lo que llevamos al libro blanco, que también lo estamos acercando a la universidades, las cuales nos invitaron para transmitir el pensamiento industrial argentino desde la Unión Industrial Argentina hacia la sociedad.
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En ese sentido, cuando uno hace un balance hacia atrás y el balance de los cuatro años del gobierno precedente y de los tres años y medio del cual, ¿se podría decir de que, a pesar de una macroeconomía mucho peor y desordenada, a la industria no le fue peor en este último tramo que en los cuatro años precedentes?
Evidentemente, desde el punto de vista de los promedios productivos, está claro que las estadísticas muestran esa tendencia, aunque no en materia de empleo. De cualquier modo, si comparamos, incluso hasta como hemos hecho en el libro blanco, con cifras del 2011, tenemos muchas menos empresas que en ese entonces, pero más empleo en blanco en la industria.
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Entonces, no es que consideremos o estemos comparando virtuosismo, sino que estamos mirando una tendencia decadente que remonta a muchas más décadas.
Lo que pienso es que, más que mirar para atrás, es mirar hacia adelante. La experiencia de atrás tiene que servirnos en todas y cada una de las etapas para corregir esos errores. Siempre doy el ejemplo que, a fines de los años '60 y principios del los '70, me tocó estudiar en Brasil y en ese momento éramos "la economía" de Sudamérica.
Hoy somos cuatro o cinco veces menos que Brasil. Hay cosas que, desde el punto de vista del desarrollo industrial, no pueden pasar. Y además, hay un elemento adicional, que cualquiera que llegue al poder tiene que entender que Argentina tiene que tener un desarrollo industrial, porque los grandes países del mundo son naciones desarrolladas industrializadas.
Obviamente que todos los factores de la producción son importantes, pero finalmente la industria es un factor que genera cadenas de valor, como conectar la micro con la gran empresa, generar empleo genuino y de calidad y en blanco. Y esto no lo resuelve ni la economía social ni un modelo de enfermedad holandesa.
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¿Qué expectativa tienen para el nuevo gobierno?
Hay que combatir la desilusión y el desencanto con un proyecto de país que aproveche las grandes oportunidades que tenemos por delante. Argentina hoy cuenta con petróleo, gas, minería, litio y el cobre. Y con provincias que eran pobres y que ahora serán ricas, potentes e integradas al proceso industrial, y que pueden conseguir regresión del proceso de concentración migratoria en el AMBA. Hay que volver al desarrollarlo con infraestructura física y social.
No queremos éxodo, queremos que los argentinos se desarrollen en el país y hay motivos para hacerlo, además de que hay compromiso de todos los sectores. No es fácil, pero tenemos que hacerlo. Y dentro de ese esquema, debemos aliviar a los sectores menos favorecidos que buscando, promoviendo y capacitándolos para el empleo genuino, de calidad y registrado.
BL JL