La policía chilena detuvo a Héctor Llaitul, líder de una organización indígena que se adjudica la mayoría de los atentados en dos regiones del sur del país y que exhorta a la lucha armada para exigir la devolución de tierras ancestrales.
El arresto se dio en un restaurante de Cañete, 550 kilómetros al sur de Santiago. Fue trasladado enseguida hasta la vecina Temuco, cuyo juzgado de garantía emitió la orden de detención.
Llaitul dirige la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), organización indígena que desde hace varios años se adjudica ataques incendiarios y armados dirigidos, principalmente, contra maquinarias forestales, camiones y edificaciones de empresas forestales instaladas en territorios que en el pasado pertenecían a la etnia mapuche.
Es investigado por presunto robo de madera y tres infracciones a la Ley de Seguridad del Estado, luego de una querella en su contra presentada en 2020 por el entonces gobierno de Sebastián Piñera.
Tiene relación con la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), de Argentina. Visitó en la cárcel a su líder, el lonko Facundo Jones Huala, cuando cumplía condena por los delitos de incendio y porte ilegal de armas antes que el gobierno chileno lo declarara por no presentarse ante los tribunales.
El presidente Gabriel Boric amplió a fines de julio la querella contra Llaitul en momentos en que se difundía un vídeo de este año en el que admite que recuperan (roban) madera para obtener fondos y tener fierros (armas) y tiros para defender a las comunidades.
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El incremento de la violencia en las regiones de La Araucanía y el Biobío, 600 kilómetros al sur de la capital chilena, obligó a Boric a decretar desde mediados de mayo un estado de emergencia que le permite utilizar a las Fuerzas Armadas en el patrullaje de las principales rutas de la zona.
La ministra del Interior, Izkia Siches, señaló a comienzos de mes en la Cámara de Diputados que en cuatro años los atentados subieron de 400 a 1.700. Agregó que la violencia ha disminuido desde la vigencia del estado de excepción.
JL PAR