Habitual protagonista del verano político de Pinamar, el ministro de Economía, Sergio Massa, ya avisó a su equipo que solamente pisará la playa los fines de semana y que tendrá un verano muy activo, lejos de cualquier descanso.
Para el verano, tiene dos grandes frentes abiertos en lo inmediato. El primero es el financiero y tiene que ver con la llegada de dólares.
Hasta que llegue la etapa importante de liquidación de los agroexportadores, a fines de marzo, el Gobierno deberá lidiar con las divisas que ya recibió en diciembre a través de dos vías que reforzaron las reservas: el desembolso recibido del FMI y la liquidación del dólar soja 2.
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Otro frente es el parlamentario, ya que gran parte de la agenda inmediata de Massa pasará por las sesiones extraordinarias del Congreso.
Y se prepara para defender varios proyectos clave: el blanqueo de capitales atado al acuerdo de intercambio de información con Estados Unidos, la ley agroindustrial para promover inversiones, el armado de un plan de pagos previsional como continuación de la moratoria y la suba de impuestos para compensar los cambios en la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires tras el fallo de la Corte Suprema.
JL
