Gabriel Slavinsky, psicólogo y analista político, afirmó que el vínculo entre Cristina Kirchner y Alberto Fernández se quebró a partir del acuerdo con el FMI. "Ella es una persona que hace lo que tenga que hacer para ganar una elección, por eso podría apoyar a Massa", aseguró en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
¿Hay posibilidades de recomponer la relación entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner?
Desde el origen fue un matrimonio por conveniencia, había intereses puestos en juego. Parece que está roto, pero no podemos definir por una foto la película entera. No hay vuelta atrás entre ellos, se le perdió la confianza a Alberto por parte del núcleo duro kirchnerista y de la vicepresidenta.
¿Esta denuncia de Alberto sobre el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rosatti, no habla de una intención de recomponer su vínculo con el kirchnerismo?
Pasaron demasiadas cosas en estos últimos años en los que el Presidente intentó liderar. Intenta negociar con poco poder de construcción y bastante de daño. La relación no aporta el valor agregado que en el 2019 sí aportó, con su postura más de centro o de cierto liderazgo y moderación.
¿Puede haber un nuevo candidato, de los que aún no conocemos, que pueda marcar una diferencia en esta polarización bilateral?
En el 2023, con la gran cantidad de dirigentes de la oposición, es difícil que aparezca un tapado. En el Frente de Todos sí hay más posibilidades de que surja. Alberto pide a gritos su reelección y a Cristina le piden candidatura.
¿Hoy quién conduce el Frente de Todos?
El Frente de todos sigue siendo condicionado por Cristina, siempre fue líder. Lo que cambió fue la dirección ejecutiva, y eso hizo que el Presidente pueda decidir con cierta libertad y cobre acciones.
Pero el Jefe de Estado perdió esa dirección por dos razones: la derrota en las PASO en el 2021, que hizo que se cambie el gabinete, y cuando firmó con Guzmán el acuerdo con el FMI. Porque Cristina quería consensuar las grandes decisiones dentro del espacio. Con ese acuerdo comenzó el fin de la relación entre ellos.
¿Y Massa qué puesto ocuparía dentro de esta ecuación?
Sergio Massa es el director ejecutivo del Frente de Todos, porque Alberto Fernández fue corrido por Cristina Kirchner. Para Cristina, el Gobierno es Massa y no es Alberto. Por eso le dio un gran margen de maniobra a Massa, cosa que ningún ministro de Economía tuvo. Entonces, en esa línea se intentó un paso intermedio con Manzur, pero no se logró. Por tal motivo, Massa podría ser el candidato natural oficialista.
¿Cristina le dejaría ese lugar?
Es que hay momentos en donde hay que ponderar las fortalezas y debilidades. Hace seis meses era impensado Massa en la cartera de Hacienda de un gobierno kirchnerista. El pragmatismo de Cristina no es algo que no sea habitual, es una persona que hace lo que tenga que hacer para ganar una elección, así que creo que podría apoyar a Massa.
La oposición y el nuevo escenario electoral
¿Mantener la unidad también es un problema de Juntos por el Cambio?
La complejidad del Frente de Todos es que gobierna y queda expuesto. En la oposición, salvando esa enorme distancia, la unidad generaría el triunfo, aunque tiene pendiente el programa para gobernar.
Yendo a un ejemplo, Horacio Rodríguez Larreta presentó un equipo económico, pero no se dijo si va a haber personas del radicalismo o va a ser un estilo donde el líder elige y los otros acompañan, cual coalición partidaria. Hay cosas que la oposición no ha explicado aún, más allá del plan.
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¿Y a Javier Milei y a Ricardo López Murphy dónde los ubica?
A López Murphy no lo veo como candidato, sino como un referente analista de la situación. A partir de la llegada de Massa se descompuso la coyuntura de la oposición. El candidato de Juntos lo van a definir luego de ver el escenario económico y la decisión de Cristina de quién elige.
¿Y a Milei dónde se lo ubica? ¿No termina siendo funcional al kirchnerismo sacándole caudal de votos a Juntos por el Cambio?
En realidad, le quita votos a ambas coaliciones a causa de la desidia y el hastío social. Milei suma más votos por errores ajenos que por virtudes propias. Pero, mirando el panorama completo, vale destacar que con tantos dirigentes hay más posibilidades de personas con techo bajo aunque el piso sea alto.
Las caras del epílogo de la grieta
¿Hay algún candidato que puede representar el final dicotómico de la grieta?|
En cada uno de los espacios hay representantes del final de la grieta, aunque hoy están teñidos porque necesitan capitalizar el voto duro. Sin PASO, la grieta terminaría antes, ya que radicalizan sus discursos. Desde hace 10 años la sociedad busca moderación y unidad.
Sin embargo, cuando se elige a quién votar, se identifican más con el odio que con el amor a un dirigente. Pero eso es, justamente, porque ese sentimiento de odiar es es más potente que los pensamientos positivos. Más allá de la petición de unidad que pide la sociedad, la dirigencia política todavía no encontró la oferta en su escenario electoral. Eso requiere decisiones valientes que tenga un formato de resolver las peleas mirando más el futuro que el pasado.
AO JL
