Cuatro sospechosos del asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse, entre ellos un exsoldado colombiano, comparecieron este miércoles por primera vez ante una corte federal del sur de la Florida, Estados Unidos, para enfrentar acusaciones de que tramaron y participaron en el magnicidio.
James Solages, Joseph Vincent y Christian Emmanuel Sanon, haitianos con nacionalidad norteamericana, y Germán Rivera García, colombiano, fueron unos de los primeros arrestados después de que Moïse recibió 12 disparos en su casa Puerto Príncipe, la capital de Haití, Puerto Príncipe, el 7 de julio de 2021.
Están acusados de asociación ilícita para cometer asesinato o secuestro en otro país y de suministrar ayuda material y recursos que resultaron en la muerte del entonces presidente.
Atacan la residencia del primer ministro de Haití a su regreso de Argentina
La jueza fijó una audiencia de fianza para el 6 de febrero y otra para la presentación formal de los cargos en la que podrían declararse inocentes o culpables, para el 15 de febrero.
En total son siete los sospechosos que están ahora detenidos en el sur de la Florida y enfrentan cargos ante los tribunales federales por su presunta participación en el asesinato.
El plan era detener a Moïse y trasladarlo en avión a un lugar no identificado, pero fracasó cuando los sospechosos no pudieron encontrar un avión o suficientes armas.
Haití, el país más pobre del hemisferio, vive una de sus peores crisis. No sólo económica, sino también social, agravada por devastadores terremotos, huracanes y brotes de cólera.
Tras el asesinato de Moïse, el primer ministro Ariel Henry emergió como líder del país en medio de la lucha de casi 200 pandillas mientras reina la tensión por los retenes policiales para exigir recursos.
Según cálculos de la ONU, cuatro personas en promedio son secuestradas por día. La ONU registró casi 2200 asesinatos en 2022, el doble que el año anterior. Las mujeres describen violaciones brutales en las zonas controladas por las pandillas.
El primer ministro Henry le ha pedido a la ONU que organice una intervención militar. A pesar de haber sido elegido para el cargo y de que su mandato se agotó, Henry ha continuado al frente de un gobierno esquelético.
Durante un año y medio se ha comprometido a celebrar elecciones generales, pero no lo ha hecho.
Crece el vacío político en Haití
A principios de enero, el país perdió su última institución elegida democráticamente, cuando terminaron los mandatos de 10 senadores en funciones simbólicas.
Desde ese momento, Haití se convirtió en una dictadura de facto, algo que no ha sido repudiado por la Celac en Buenos Aires, de la cual participó Henry.
A su regreso, Henry debió permanecer en el aeropuerto porque los policías habían atentado contra su residencia.
Las pandillas ganaron poder después de bloquear la distribución de combustible de una terminal clave de hidrocarburos de Puerto Príncipe durante dos meses a finales del año pasado.
AO FM
