Perfil
MODO FONTEVECCHIA
Cadena nacional

Facundo Manes: "El discurso de Milei no tuvo empatía emocional"

El candidato a senador nacional explicó por qué decidió competir en la Ciudad de Buenos Aires y no en la Provincia y cuestionó el tono del Presidente en la presentación del Presupuesto 2026: "Milei dijo lo que dice un político asustado".

Facundo Manes
Facundo Manes | CEDOC

Facundo Manes, el candidato a senador nacional por el espacio Para Adelante afirmó que en la presentación del Presupuesto 2026, el presidente Javier Milei “leyó un discurso hecho para mostrar sensibilidad", pero remarcó que no hubo "empatía emocional" con jubilados, médicos o científicos. El diputado nacional también explicó su decisión de competir por una banca en territorio porteño. “La Ciudad de Buenos Aires necesita tener una renovación", dijo en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190).

Facundo Manes es político, médico neurólogo, neurocientífico, divulgador científico y creador del Instituto de Neurología Cognitiva. También director del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro e investigador principal del CONICET desde 2021. Se desempeña como diputado nacional por la provincia de Buenos Aires.

"Lo peor ya pasó": la frase de Milei que había utilizado Macri antes de la crisis del dólar en 2018

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

La objetividad va a estar restringida por esa emocionalidad. Sos el hombre que podríamos decir oxigenó el radicalismo, porque en las elecciones de 2021 fuiste el artífice fundamental para que Juntos por el Cambio triunfara en la provincia de Buenos Aires, el territorio más difícil para cualquier partido que no sea peronista. Lograste 1.400.000 votos en la provincia. ¿Puedo decir que sos el radical que sacó más votos en la provincia de Buenos Aires en los últimos 20 años?

Puede ser, sí.

¿Cómo puede ser que el radical que saca más votos en 20 años en la provincia de Buenos Aires se lo pierden como candidato en la provincia de Buenos Aires?

No solo eso, sino que en las elecciones del 21, donde Juntos le ganó al peronismo, las listas en todo el país lideradas por radicales sacaron más votos que el PRO, y el PRO terminó con dos candidatos a presidentes y el radicalismo con cero. Por eso, en parte, me fui del radicalismo. Tengo el corazón radical, porque a los 14 años me impactó una figura como Alfonsín, que nos hablaba de libertad, de dejar atrás el autoritarismo, y eso lo voy a tener siempre. Pero después me di cuenta que, lamentablemente, el radicalismo no tenía, o no tiene ahora, ganas de liderar el país. Porque el mejor momento en los últimos años del radicalismo fue el 21, cuando sacamos más votos que el PRO, y terminamos yendo detrás del PRO. Primero detrás de Kirchner, después detrás de Macri y ahora detrás de Milei.

Tengo el corazoncito radical, pero creamos un espacio que se llama Para Adelante, donde queremos construir de abajo con científicos, emprendedores, gente de la cultura, y dirigentes que vienen del PRO, del radicalismo, del peronismo o son independientes. A Milei se le gana con algo nuevo. La sociedad en 2023, como vos decís, usó un cuerpo como en el 83, Alfonsín fue el cuerpo que usó la sociedad para jubilar un autoritarismo. En 2023, la sociedad usó otro cuerpo, que fue Milei, para jubilar a una casta, de la que Milei decía que venía a combatir y ahora maneja esa casta con gente de la casta y además con las prácticas de la casta. Por eso, lo que viene post-Milei es lo que la sociedad le pidió y no está haciendo, y eso se construye con algo nuevo.

La idea del dualismo cartesiano plantea la idea de cuerpo y alma. Es la idea de que el espíritu de la historia busca cuerpos para cumplir, e de Alfonsín en su momento, hoy el de Milei. Ese espíritu de Juntos por el Cambio, que unificó en 2015 una cantidad de partidos de centro y de personas de centro, el espíritu sigue estando. Falta el cuerpo, pero el espíritu sigue estando.

Totalmente. Y eso lo va a decidir la sociedad. Por eso nos presentamos como candidatos a senador en la Ciudad, donde va a estar el candidato de Milei, La Cámpora y nosotros. Queremos disputar el tercer senador para que La Cámpora no se lleve el tercer senador en la Ciudad.

Fuiste el radical que más votos sacó en la provincia de Buenos Aires, y no lo usan en la provincia de Buenos Aires. La historia usa a Facundo como un cuerpo para algo. Los argentinos lo usaron en la provincia de Buenos Aires para demostrar que había un espíritu del radicalismo vivo. Facundo sale de la provincia de Buenos Aires y viene acá. Y yo lo interpreté como un acto de grandeza de Facundo. En la provincia de Buenos Aires no hay elección de senador, sí lo hay en la ciudad. En la ciudad, obviamente, las posibilidades de ser electo senador son muy bajas.

Pero yo no estoy acá por un cargo. Yo dono mi sueldo. Milei y yo entramos en 2021 a la Cámara de Diputados. Yo también doné el sueldo desde el primer día, pero no hice espamentos ni rifas. Yo no vivo de la política.

Yo interpreté que este es un gesto de grandeza de Facundo, que acepta testimonialmente venir a competir en una candidatura no como diputado, sino como senador, que es muy poco probable. Lo lógico sería que La Libertad Avanza con el PRO salga primero, y lo lógico sería que el peronismo, que estuvo al lado, salga segundo. Lo interpreté como un acto de renunciamiento para que Provincias Unidas recreara otra vez ese espíritu de Juntos por el Cambio que está buscando un cuerpo. Ahora, luego vengo acá a la ciudad de Buenos Aires y, en lugar de estar juntos, están separados.

A mí me parece bien lo que está haciendo Provincias Unidas. Tengo muy buena relación con Schiaretti.

De hecho, la foto de Schiaretti en la provincia de Buenos Aires con un único candidato fue con vos.

Sí. Tengo excelente relación, lo respeto mucho y tenemos buena química personal también. Me parece bien lo que están haciendo los gobernadores. Lo que pasa es que ellos, en la Ciudad, delegaron en un sistema político de sellos porteños. No querían ni la unidad con renovación. Yo lo que quería era unidad con renovación. Y el sistema político porteño hizo lo imposible para que no haya unidad ni renovación.

Facundo Manes
Facundo Manes lanzó el espacio Para Adelante para las elecciones legislativas nacionales de octubre.

¿Con qué sentido? Si total el senador no va a entrar. ¿Con qué sentido no te llevan a vos de senador, que serías quien traccionaría más votos, y finalmente tu oferta es una oferta testimonial?

Yo no puedo explicar lo de los demás. Por suerte tenemos un lindo espacio que se llama Para Adelante. Si en el último tramo la gente se da cuenta de que es entre nosotros o La Cámpora, tenemos chances de entrar como tercer senador. Y si no, yo voy a seguir en la política, con quizás más libertad, siendo médico, científico y educando. Pero además, teniendo un compromiso.

Cuando ingresé en la política, muchos me decían que estaba loco. Me siguen diciendo, mi familia misma me pregunta qué hago. Yo quiero tener una voz en mi país, porque a veces, como científico, estoy más cómodo en una zona de confort, hablando de la memoria, pero yo quiero comprometerme con las ideas que pueden llevar a Argentina a prosperar.

Ahora, créeme que lo que está pasando es muy energizante. Yo voy a la calle y hay una química con la gente espectacular. En nuestro espacio viene gente del PRO, del radicalismo, del peronismo, independientes, comerciantes, gente de la cultura. Tenemos candidatos que son emprendedores, que son gente que viene de diferentes ámbitos. Se está generando algo muy interesante.

¿Por qué no en la provincia?

En 2021 representé con mucho orgullo donde nací, Quilmes, y donde me crié, Arroyo Dulce y Salto. Hoy quería representar donde vivo. Vine a los 17 años a Buenos Aires y acá me eduqué como médico. Acá hice instituciones como INECO y Neurociencias Favaloro, el ecosistema científico médico tecnológico que creamos. Acá tengo mi familia y acá vivo. Aparte, creo que la Ciudad de Buenos Aires necesita tener una renovación. Desapareció el PRO también. No les gusta que diga esto, pero no está en la lista el PRO.

¿Puedo decir que la cuestión no era legislativa, sino que generaste temor de que fueras a ser candidato a jefe de Gobierno de la Ciudad?

A diferencia de Milei, que venía a combatir la casta y se hizo jefe de la casta con las prácticas de la casta, yo respeto la política. Creo que no se puede llegar a quirófano sin operar, y por eso también me metí en el radicalismo. Los adversarios me dicen que tengo ego. Tengo la autoestima que no tiene alguien depresivo. Yo trato depresivos. ¿Qué querés, que esté depresivo? Y además, siempre jugué en equipo. A mi me decían que me hiciera un partido, y yo dije que iba a ir al radicalismo para que le gane la interna al PRO, porque el PRO venía de un desgaste de la presidencia de Macri. Siempre jugué en equipo.

Los que dicen que no juego en equipo son los que siempre me trataron de aislar. Yo tengo el sistema político en contra mío, y eso es bueno. La gente me debería votar por muchas cosas. Porque represento la educación, la salud, la salud mental, que es un tema que todo el mundo está sufriendo y nadie habla, el desarrollo, la generación de valor en la Argentina, las instituciones. Pero por lo primero que me deberían votar es porque tengo todo el sistema político porteño en contra. Eso dice algo bueno de mí.

La decisión de la Ciudad es una decisión personal tuya, personal, que es preexistente a Provincias Unidas.

Sí, exactamente. Y me parece bárbaro lo que están haciendo los gobernadores y Provincias Unidas. Y para darle una tranquilidad a la gente, como vos, que vos sos un fuerte impulsor de un espacio no extremo desde la época de Lavagna, le diría a la gente que se quede tranquila. La gente va a decidir quién lidera esto con los votos, pero la idea es confluir en una nueva mayoría.

En 2021, veías un proceso donde el radicalismo tenía que emerger dentro de Juntos por el Cambio.

Yo estaba seguro que el presidente iba a ser un outsider. De hecho, Rodrigo Lugones estuvo un año con nosotros trabajando y me decía: “Es cerebro o peluca”. Esto es público, está en el libro de Caputo que escribió una periodista. Yo estaba convencido que un outsider. Yo le ofrecía al radicalismo para que le gane al PRO en la interna y se renueve Juntos. Es más, si yo iba a la interna, aunque perdiera por cinco puntos, entraba al balotaje Cambiemos. Lo que hizo Cambiemos al no darme la "Y" fue un suicidio. La "Y" son las mismas condiciones que tuvieron Carrió, Sanz y Macri en 2015, que era la gente abajo para concejales, para diputados. Porque yo no podía fiscalizar todo el país. Entonces, yo no podía ir a una interna con Larreta y Bullrich si no había un acuerdo de Juntos por el Cambio, que no hubo. Entonces, me preservé.

Cristina Kirchner comparó a Javier Milei con Mauricio Macri: "Una verdadera bomba de tiempo"

Dicen que Lugones estaba con vos, que eras el cerebro; que Caputo estaba con Milei, que era la peluca; y que otros de los integrantes del mismo equipo, todos ex Durán Barba, estaban con un candidato peronista que no puedo recordar ahora cuál de ellos. Pero la idea era que estaban experimentando a ver quién podía ser el próximo presidente de la Argentina.

Me conocés de antes de Rodrigo Lugones, y mi impulso es de contribuir a una nueva mayoría con sentido común y que encamine a la Argentina a la prosperidad y el desarrollo. Yo creo en la política, creo en lo mejor de la política, no en toda la política. Pero es como hacer mejor periodismo: no es con antiperiodismo, es con mejores periodistas. Es como hacer un hospital: no es con antimedicina, es con mejores médicos. Yo quiero entrar al radicalismo para darle una oportunidad de que el radicalismo, un partido histórico, tenga gente nueva. Y ahí fue la división, porque ellos querían algo nuevo.

Ese fue el momento de capitulación tanto del PRO como del radicalismo, porque finalmente terminaron perdiendo los dos.

Sarmiento decía: “No eduquemos por generosidad, hagámoslo aunque sea por egoísmo, porque si no, una sociedad no civilizada nos va a matar a todos”. A Cambiemos le hubiese convenido un candidato radical, aunque no hubiese sido yo. Yo estaba dispuesto a que sea otro, pero que representara, porque el PRO había tenido un desgaste en su gobierno. Creo que podía ganar ese candidato o esa candidata radical nueva. Pero aunque no hubiese ganado, con cinco puntos entraba al balotaje Cambiemos. Fue un autosuicidio.

¿Por qué, si el radicalismo tenía un outsider que había sacado un millón y medio de votos en la provincia de Buenos Aires y además tenía varios gobernadores, no peleó para que un radical fuera candidato a presidente? ¿Hay un tema de fondo de caja, de que administrar la Ciudad de Buenos Aires o administrar la provincia de Buenos Aires o administrar la provincia de Córdoba te da la caja suficiente que no te da si sos gobernador de Jujuy o no sos gobernador de ningún lado, como era tu caso?

Yo me fui del radicalismo y creamos con mucha gente. No soy analista político. Se lo tendrás que preguntar a los analistas políticos o a los políticos que hicieron eso. Los mismos radicales que impidieron que haya un candidato ahora para que gane Cambiemos en el fondo, fueron con Kirchner antes, después con Macri y ahora con Milei. Son los mismos.

El espíritu siempre está vivo, el tema es quién lo encarna.

La sociedad va a necesitar una némesis a Milei en el futuro. Y yo voy a apoyar si hay gente que la gente apoya. También yo creo que tenemos las condiciones para ser nosotros, sinceramente. No solo se llega a esto que estamos analizando nosotros, sino que se llega a este delirio. En una entrevista con un periodista, el periodista me dice: “Pero Macri piensa que los radicales son populistas”. Y yo, que venía de afuera pero con ese corazoncito de ver a Alfonsín en su época cuando era chico, me metí a un partido, defiendo al radicalismo y le dije: “Presidente Macri, debería revisar su concepto de populismo, porque en su gobierno hubo también”. Al otro día, el partido radical me castiga por defender al radicalismo y saca una carta en contra mía, castigándome.

Axel Kicillof fustigó el discurso de Javier Milei por el Presupuesto 2026 y habló de YPF

Se te veía como una amenaza, porque se veía tu crecimiento. Yo estoy tratando de imaginar hacia adelante cuáles son las restricciones.

Son por fuera. No tengo claro el futuro, pero yo tengo claro qué vamos a hacer nosotros. Al menemismo no se le ganó con la coordinadora. Es más, cuando Alfonsín hizo el Pacto de Olivos, el fracaso electoral siguiente fue tremendo. Se le ganó con algo nuevo. No importa si fue bueno o malo, pero el Frepaso y luego la Alianza, algo nuevo. Después, al kirchnerismo no se le ganó con la Alianza, se le ganó con el PRO, algo nuevo. Y a Alberto Fernández, el peronismo último, no se le ganó con Juntos por el Cambio, se le ganó con algo nuevo, que fue Milei. Yo creo que a Milei no se le gana con el pasado, se le gana con algo nuevo, y yo voy a estar ahí, construyendo con mucha gente.

¿Qué te pareció el discurso del presidente ayer presentando el Presupuesto? Con toda tu experiencia en la mente de neurólogo, ¿sentís que realmente hay un cambio interior por parte del presidente o es simplemente una puesta en escena?

¿Sabés lo que sentí? Que se convirtió en político. Milei dijo lo que un político asustado dice, pero no hubo ninguna empatía en serio. Una empatía cognitiva, pero no emocional. La empatía cognitiva fue la que le escribió el discurso, que dice: “En el futuro vamos a ayudar”. Ahora, ¿por qué no ayudan ahora a los jubilados que no pueden comprar los medicamentos y se están muriendo? ¿Por qué no ayuda ahora a los que no llegan al 20 del mes? ¿Por qué no ayuda ahora a los científicos que se están yendo del país? ¿Por qué no ayuda ahora a los médicos y residentes del Garrahan o de otros lugares públicos que están dejando la profesión, se están yendo de la profesión? Entonces, me pareció que hay dos tipos de empatía: una cognitiva y otra emocional. Ayer hubo empatía cognitiva, leyó un discurso hecho por alguien para tener una empatía. Pero no hubo empatía emocional. Más de lo mismo.

Al final de su vida, Freud, triste, en Análisis terminable e interminable, dijo que había cosas que el psicoanálisis no podía curar. ¿Hay cura en personalidades así estructuradas como la de Milei? ¿Es posible que personas que tengan ese grado, no sé si llamarlo de extrañeza psicológica, produzcan un proceso evolutivo hacia lo razonable?

Es difícil que la persona cambie. Puede cambiar, debe cambiar. La sociedad no votó a favor del peronismo ni de Kicillof. Hay que reconocerle la victoria al peronismo y felicitarlo a Kicillof, pero fue un voto anti Milei como en 2023 fue un voto antiperonismo, antisistema o anti Frente de Todos.

El presidente debe cambiar el plan económico. No puede ser un plan para una minoría, y no puede ser un plan antipyme, antiindustrial, antitrabajo, antimodernidad. Y tiene que cambiar su gabinete. Hasta ahora no cambió. Si cambia, es una muestra de inteligencia. Menem en 1992 era corrupto, vulgar o amoral, pero como la economía crecía y estaba estable, parecía rubio de ojos celestes. En 1998 la economía estaba en recesión, aumentaba el desempleo y el mismo Menem era patético. Cuando cambia el contexto, si la gente no se adapta, queda patético. Y a Milei yo no lo veo que esté cambiando. Ojalá que cambie por el bien de todos.

TV