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MODO FONTEVECCHIA
ANÁLISIS DE MERCADO

Felisa Miceli: “No hay diálogo entre economistas liberales y heterodoxos”

La ex ministra de Economía criticó duramente la gestión de Martín Guzmán y calificó su salida como “irresponsable”. "Tuvo a su disposición 35.500 millones de dólares y no quedó nada en las arcas del Banco Central", expresó. También puso énfasis en que para solucionar los problemas financieros es necesario una discusión entre los profesionales de las finanzas. Mirá la entrevista completa.

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Felisa Miceli | Cedoc Perfil

En diálogo con Modo Fontevecchia (Radio Perfi FM 101.9 o Net TV), la ex ministra de economía, Felisa Miceli, resaltó la falta de diálogo entre “economistas liberales y heterodoxos”. Asimismo fue crítica del rumbo de la economía bajo el mando de Martín Guzmán y dijo que los últimos 4 años del kirchnerismo “fueron duros” pero “mejores” respecto a “todo lo que vino después”. 

Hace unos días, usted pidió una mirada peronista de la economía. ¿Cómo tendría que ser esa mirada en este contexto?

Implica un cambio en las principales tareas o políticas macroeconómicas que venían rigiendo hasta aquí. He sido muy crítica de la gestión de Martín Guzmán. Ha salido del Gobierno de una forma irresponsable, priorizando sus intereses personales antes que la situación global, del Gobierno y al Presidente, quien lo bancó fuertemente desde su inicio hasta ahora.

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Esa forma de irse también habla de él. Su gestión nos dejó problemas que son los que hay que resolver porque no fueron, siquiera, comenzados a resolverse en estos dos años y medio. Hay un problema inflacionario que no fue abordado en lo más mínimo, con un desequilibrio monetario y una emisión monetaria que el ministro no pudo resolver, al contrario.

Me refiero tanto a la emisión monetaria, que va al Tesoro, y la que va a los bancos cuando el Central le paga los intereses a estas entidades y les otoga Letras de Liquidez: las Leliqs. El problema se fue agrandando, generando una distorsión en el balance en el BCRA y un déficit cuasifiscal muy alto junto a una emisión monetaria que, en su monto anual, es superior a la que va al Tesoro.

Una cantidad de pesos circulante hace que nuestra moneda no tenga piso en cuanto a su caída. Tenemos vencimiento de la deuda que aparentemente fueron resueltos, pero que no sirvieron para mejorar el riesgo país y volver a los mercados como dijo el ministro que iba a ocurrir. El Riesgo País está cada vez es más alto.

No tenemos divisas en el Banco Central, no hay reservass. Tuvimos dos años de superávit comercial en el 2020 y 2021 de 12.000 y 15.000 millones de dólares cada uno. El FMI nos dio 4.350 millones por los derechos especiales de giro en la ampliación de fondos y ahí tenemos 21.350 millones. Si, a eso, le sumo los 5.000 millones que habían quedado al final del gobierno de Macri, la gestión Guzmán tuvo a su disposición 35.500 millones de dólares  y no quedó nada en las arcas del Banco Central. Es lógico que haya corrida.

El mercado trata de protegerse, hace lo que haría cualquiera de nosotros, comprar dólares frente a un desborde. Es cierto que pulsean pero por eso un ministro y un presidente del BCRA tienen que fortalecer las reservas. Pero no se hizo. 

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Su diagnóstico tiene muchos puntos de contacto con los diagnósticos de los economistas de Juntos por el Cambio, ¿difiere en cuál tiene que ser el remedio a estos problemas?

Es probable. Hay poco diálogo entre economistas liberales y heterodoxos y por eso no podemos discutir en profundidad estos problemas. A lo mejor, discutiendo, podríamos ponernos de acuerdo en lo básico. Un país donde la restricción externa, que hoy está ampliada, necesita casi tantos dólares por año para pagar lo financiero y turístico, que no tiene que ver con las importaciones de la industria cuando hay crecimiento.

Estas restricciones hay que ver cómo las enfrentamos. Hay países que pasaron por problemas similares, lo han resuelto generando grandes fondos de reservas. La restricción existe y los economistas tienden a poner el énfasis en el equilibrio fiscal para que no haya emisión monetaria. Los gobiernos peronistas somos muy cuidadosos en el equilibrio fiscal, los últimos gobiernos peronistas fueron los únicos en los que hubo superávit fiscal. En eso coincidimos, pero creemos que hay que crear el impuesto a la renta inesperada para generar una tendencia al equilibrio y ellos piensan que hay que achicar el gasto público. Tenemos que resolver la inclusión y la distribución con políticas sociales que permitan sobrellevar esta situación de pobreza. 

Cuando escucha que la vicepresidenta dice que la inflación no tiene como causa principal el déficit fiscal, ¿concuerda con ella?

Si, puede haber déficit fiscal bajo y la inflación ser altísima. Lo comprobamos en la práctica, con el gobierno de Macri. 

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¿Percibe los distintos ciclos del kirchnerismo, que fue progresivamente perdiendo esos axiomas de Néstor Kirchner respecto a la disciplina fiscal?

Si. Después de la crisis del 2008, que fue mundial, Argentina pudo tomar medidas contracíclicas, merced a ciertas políticas correctas que había hecho previamente. Se complicó la situación internacional compleja que fue impactando en nuestras cuentas y se perdieron los equilibrios básicos que son importantes.

En el kirchnerismo, en su última parte, se siguió pagando deuda con reservas cuando la economía daba para que hubiese captado fondos para pagar pero sin bajar el monto total de la deuda. En vez de usar las reservas, han entrado al mercado.

En la segunda presidencia de Cristina Kirchner, se aumentó el gasto público, cinco puntos, algo que parece ir en contra de la disciplina fiscal, en un contexto de crisis de 2009. ¿Estaba de acuerdo con eso?
Nosotros teníamos superávit fiscal de tres puntos del PBI y es muchísimo. Nos criticaban porque aumentábamos el gasto público. Eso es cierto. Pero en un proceso de recuperación económica hay etapas. Sí reconocemos que esos cuatro años, que fueron los más duros de la gestión de Cristina, fueron muchísimo mejores de todo lo que vino después.

CB PAR