MODO FONTEVECCHIA
INTERNAS Y ECONOMÍA

Dal Poggetto: "La prioridad es suturar el despelote que generaste con los pesos, y Batakis está dispuesta a sentarse en la silla eléctrica"

La directora ejecutiva de EcoGo analizó la coyuntura política y remarcó que "lo central" es si la salida de Martín Guzmán, y la entrada de Silvina Batakis, “distiende la política”. "Ella aparece en medio de una corrida contra el peso, acelerada, después que se reventó el mercado de deuda", enfatizó. Mirá la entrevista completa.

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Marina Dal Poggetto. | Néstor Grassi

En diálogo con Modo Fontevecchia (Radio Perfil y Net TV), la economista Marina Dal Poggetto aportó su análisis sobre el panorama finaciero y cómo la política opera por sobre el mercado. En ese sentido puntualizó en que la “prioridad” es solucionar el problema con el excedente de pesos y que Silvina Batakis “está dispuesta a sentarse en la silla eléctrica”. 

¿La designación de Batakis es una continuidad de las políticas de Martín Guzmán o es algo verdaderamente diferente?

Batakis es un cuadro político dispuesto a sentarse en la silla eléctrica en un momento complicado por la economía pero, fundamentalmente, por la política. Tenemos una pelea entre el Presidente y la vicepresidenta discutiendo cada movimiento de las políticas económicas en el marco del acuerdo con el FMI.

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La gota que rebalsó el vaso fue la reglamentación de la segmentación de tarifas, que llegó dos años y seis meses más tarde y, cuando se reglamenta, dejan afuera a toda la Patagonia. Independientemente de la definición política de eso, lo que había era un intento de esmerilar al ministro.

Ella aparece en medio de una corrida contra el peso, acelerada después que se reventó el mercado de deuda el 8 de junio y, frente a la necesidad de poner un nombre y después de horas de negociación con Massa, hay una disputa con el poder dentro de mucha inestabilidad macroeconómica coordinada por la misma forma en la que se disputa el poder. La prioridad es suturar el despelote que generaste con los pesos y Batakis está dispuesta a sentarse en la silla eléctrica pero todavía no tiene ni secretario, no está ni siquiera a cargo.

El acuerdo con el FMI se sostiene, según ella avisó, como algo que se cascoteaba desde la política. No veo una dificultad en la salida de Guzmán respecto a una interlocución con el fondo, que está dispuesto a negociar con él, Batakis o quien esté ahí. Lo central es si esto distiende la política, cómo va a reaccionar Sergio Massa y cómo juegan los sectores aliados a Alberto Fernández que de alguna forma usufructuaban la brecha cambiaria en los últimos dos años y medio.

En ese contexto hay que ver los gobernadores y empresarios que pudieron arbitrar entre brechas, tomar pesos baratos en el mercado, comprar dólares baratos y fijar precios en el mercado de precios descuidados, su juego hoy está en fricción porque los controles limitó el acceso al mercado cambiario. Además, hay que ver cómo van a actuar los movimientos sociales y los sindicatos para ver cómo haces con las paritarias. 

¿Hay diferencias de visión económica entre la actual ministra y el ex ministro?

Guzmán era un académico que aterrizó en Buenos Aires con una enorme aspiración política, una combinación perversa, sobre todo, cuando estás en un Gobierno de estas características que dirimen sus internas de esta forma. Cometió una gran cantidad de errores que siempre quedaron tapados respecto al miedo que había de lo que podía venir detrás de Guzmán.

Batakis es un cuadro político, no demasiado técnico. En mitad de este despelote, si puede lograr discernir entre el pragmatismo y el sentido común que se requiere, frente a una corrida, creo que ella tiene chances de estabilizar. Guzmán estaba preocupado por la sustentabilidad de la deuda en medio de la corrida. Son cuadros distintos. Lo que importa es la capacidad de ordenar la pelea y manejar el horizonte de Gobierno que es corto para estabilizar, pero es larguísimo en términos de lo que falta.
 

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Fernando Meaños (FM): Dando por cierto que la llegada de Batakis va a ayudar a encaminar la interna, ¿ves vocación de correcciones fuertes o intenciones que impliquen un cambio de rumbo? ¿O se trata de un plan durar?

El problema es que el horizonte es corto como para armar un programa de estabilización cuando no tenés los consensos ni en la colación y, mucho menos, con la oposición. Las correcciones las coordina el mercado, el tema es qué correcciones y en qué medida estabilizás detrás de las ellas, si lo haces.

El problema es una nominalidad y una inflación que corre muy rápido y, detrás de eso, hay una distorsión de precios. El dólar oficial detrás de las tarifas de servicios públicos y una brecha cambiaria perversa arriba del 100%. Un programa de estabilización es urgente y no sé cómo se arma dentro de esta dinámica política. Ayer, la señal fue no devaluar el oficial y el Banco salió a vender futuros de dólar y a intervenir en el mercado de bonos.

La señal es que no se va a sostener con más represión y controles a las importaciones, que generaron incertidumbre sobre el costo de reposición que se traslada a precios. Sumado a que la alianza de gobernabilidad que era por parte del sector privado que vendía al mercado interno protegido, se erosiona.

FM: ¿Vos decís que la disciplina a los políticos, o es el dólar y no la inflación? 

Como dicen algunos economistas, la inflación puede doler, pero puede doler más o menos. No es lo mismo la inflación de los primeros años del kirchnerismo, donde el salario corría por encima de la inflación, que una inflación donde el salario corre por detrás. Esa es la lógica de los años electorales, en la que la Argentina solo crece en los años electorales. Ese esquema genera un zig-zag en la economía porque caía la economía en años no electorales.

Después vino la guerra y la pandemia. Se convive con una tasa de inflación cada vez más alta. La capacidad de usar el tipo de cambio como ancla con una brecha arriba de esos niveles no está. Ahora, ¿cómo se hace para que el salario le gane a la inflación con esta nominalidad? Requerís un programa de estabilización que requiere pagar costos en el corto plazo y, que el que venga, te diga que la deuda se paga. Hay que tomar decisiones y hoy eso no está.

Batakis no llega con un programa económico para estabilizar, llega tratando de sostener lo que hay y con algún mayor grado de coordinación y distensión de la política, pero no se si eso alcanza.

CB PAR