Perfil
MODO FONTEVECCHIA
"administrador de la escasez"

Gustavo Marangoni: “Kicillof, al igual que Lula, debe ganar la elección como izquierda y gobernar como centro”

El analista político analizó la situación financiera de la provincia de Buenos Aires, el conflicto por el endeudamiento y la relación entre el gobierno bonaerense y la administración de Javier Milei. se hace difícil de gobernar con una aspiradora en sentido contrario.

Marangoni
Gustavo Marangoni: “Desde el ministerio de Economía no se habla de producción” | Cedoc Perfil

Gustavo Marangoni afirmó que Axel Kicillof atraviesa su segundo mandato en la provincia de Buenos Aires tras pasar del “paraíso del primer gobierno” al “infierno del segundo”, en un contexto donde “en vez de haber un pesoducto hay una aspiradora que no le da recursos”. En Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190), sostuvo que el gobernador es “un administrador de la escasez”, obligado a gobernar sin déficit y con “un pragmatismo feroz”, y planteó que, como Lula, deberá “ganar la elección como izquierda y gobernar como centro”, porque “nadie es presidenciable solo con los votos del peronismo”.

Gustavo Marangoni es un politólogo, docente y analista político. Se licenció en Ciencia Política por la Universidad del Salvador y es magíster en Relaciones Internacionales por Flacso. Fue presidente del Banco Provincia de Buenos Aires entre 2011 y 2015, bajo la gestión de Daniel Scioli; previamente fue vicepresidente de la misma entidad. En la actualidad se desempeña como director de la consultora MIR Asociada, es autor del libro Política ATP y se candidatió a diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires por el espacio Ciudadanos Unidos en las pasadas elecciones legislativas de octubre de 2025.

No podría haber mejor persona, con más credenciales, para tratar de explicarnos el intríngulis económico de la provincia de Buenos Aires. Por un lado, la discusión para que se pueda endeudar Kicillof dentro de su propia Legislatura. Luego, el problema de que le apruebe ese endeudamiento el Gobierno Nacional, que, según dicen, solo está dispuesto a aprobarle el 40% del endeudamiento, que es el que corresponde al pago de la deuda que vence, pero no al resto. Y, finalmente, la pregunta de cómo hace Kicillof para poder llevar adelante una provincia estos dos años con un gobierno absolutamente en contra, con un clima de recesión, sin ATP, sin absolutamente ninguna ayuda del gobierno nacional, caída de la recaudación, etc.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

La situación del gobernador Kicillof del primer mandato al segundo mandato es clarísima. Con Alberto Fernández había un pesoducto del Ministerio de Economía nacional a la provincia de Buenos Aires, que le daba una gran cantidad de recursos. Quizás el único compromiso que Alberto Fernández le cumplió a Cristina fue financiar la provincia de Buenos Aires. De ese, entre comillas, paraíso del primer gobierno de Kicillof, pasa al infierno del segundo, donde en vez de haber un pesoducto hay una aspiradora que no le da recursos, que más bien se los limita, o se los retacea, o se los quita.

Esto todo en el contexto de una provincia que está muy castigada por la cantidad de recursos que aporta a la Nación, el 40% del producto bruto de la Argentina está en la provincia de Buenos Aires, pero recibe 20, 21 puntos. Eso es lo que hace que siempre tenga una situación delicada, agravada particularmente en esta coyuntura económica, porque los sectores económicos más castigados del modelo Milei residen en la provincia de Buenos Aires: la industria en el conurbano bonaerense, y luego todo lo que tiene que ver con el comercio y la construcción. Entonces, en ese sentido, está en una suerte de tormenta perfecta.

¿Cuál es la forma de Kicillof de salir adelante? Bueno, en parte, lo que está haciendo. Kicillof tiene la posibilidad que otros gobernadores, aún peronistas, no tuvieron, que es tener una paritaria con el sector más complejo, que es el educativo, darles aumentos por debajo de la inflación y no tener paros. De hecho, de alguna manera, en la provincia de Buenos Aires también se hizo un ajuste, pero con menos resistencia sindical. ¿Alcanza? No. ¿Ayuda? Sí.

Ahora todos los europeos son peronistas

¿Cuál es la solución en parte política? Fugar hacia adelante, hacia una candidatura presidencial. ¿Cómo hace Kicillof para tener presente prometiendo que tiene futuro? Si no tuviese futuro, si hay una percepción, primero dentro de la frontera del peronismo y luego de la sociedad política, de que él ya no tiene otra cosa que esperar que el fin de su mandato de gobernador, la pasaría muy mal. Si es un presidenciable, tiene la posibilidad de seguir. Pero podría decir que entonces es muy buen administrador, porque la provincia de Buenos Aires, ya no siendo, como decía, una especie de gasoducto, oleoducto o ducto yendo dinero de la Nación a la provincia, se hace difícil de gobernar con una aspiradora en sentido contrario.

¿Cómo hace para haber resistido estos dos años? Sin, obviamente, una provincia no puede tener déficit fiscal porque no imprime dinero, o sin haber impreso patacones. Es un gran administrador, finalmente. Bueno, es un administrador de la escasez, como es la ciencia económica, por supuesto, que siempre se administran recursos que son escasos. Pero ¿sabés por qué es muy interesante y muy movilizadora tu pregunta? Porque, de alguna manera, Kicillof es algo de lo que no quiere jactarse.

Permitime ponerme este ejemplo: en la Ciudad de Buenos Aires, sobre todo en la época de Horacio Rodríguez Larreta, la ciudad invertía muchos recursos en los barrios populares. No lo quería comunicar muy fuertemente. ¿Por qué? Porque al votante del PRO eso no le gusta. Bueno, en la provincia de Buenos Aires, decir que uno, de alguna manera, ajusta el gasto público no tendría buena prensa.

Entonces, Kicillof no puede tampoco andar por ahí gritando a los cuatro vientos que probablemente en lo que hace al término de las paritarias ha sido bastante austero, obligado por las circunstancias, seguramente. En el contexto de Alberto Fernández era más pródigo, pero sabe leer evidentemente la realidad: cuando hay, hay, y cuando no, no, y se comporta en consecuencia. Pero, claro, no puede hacer virtud de ello porque, en realidad, justamente, nada de su candidatura a presidencia: es la némesis perfecta del presidente. Uno, economista de la escuela austríaca; el otro, economista keynesiano. Uno que reivindica el rol del Estado; el otro que cree que el Estado es el demonio. Y así una serie de enumeraciones que todos conocemos.

Presupuesto 2026: cinco senadores peronistas se despegan del PJ y le darían un voto clave a Milei en el Senado

Entonces, tiene que hacer el énfasis en oponerse al modelo, en oponerse al itinerario libertario, que, por supuesto, también lo elige como rival y, por lo tanto, lo castiga. Porque también es cierto que esta no autorización de la deuda, o estos requisitos que le quiere poner el Gobierno Nacional para no autorizar el endeudamiento en determinados segmentos, no es la misma vara que utiliza con otras provincias que son más amigables con la Casa Rosada.

Pero el peronismo, para ganar, necesita que lo vote una parte del no peronismo, que es mayoritaria. Y, casualmente, la crítica del no peronismo al peronismo es que es mal administrador, que con su presidencia genera inflación, déficit fiscal, desorden macroeconómico. O sea, por el contrario, mostrar un gobernador al que, casualmente, incluso se lo titulaba hasta de marxista o soviético, que logra administrar la más difícil provincia en el peor de los escenarios económicos, tendría que ser un valor para verdaderamente ser presidenciable, porque nadie es presidenciable solo con los votos del peronismo. Entonces, ¿te parece una reflexión atinada?

A ver, esa tirada es para iniciar una polémica. ¿En qué sentido? Yo te diría, primero lo primero: a quien tiene que satisfacer Kicillof primero es al universo anti Milei y mostrar credenciales de que él es, en este debate, en este antagonismo de relato, lo primero que tiene que sacar es patente de opositor, o bien opositor. Más cerca de la elección presidencial, probablemente querrá o podrá mostrar las credenciales. A mí, escuchándote, también se me genera cierta inquietud, que es algo que vengo pensando. El peronismo, en el 2015, en el 2019 y en el 2023, teniendo una buena base de intensidad ideológica, eligió candidatos moderados para conquistar el centro. Le fue mal en las tres oportunidades: en dos porque perdió y en una porque ganó y no pudo gobernar.

La pregunta es, entonces, de cara al 2027, ¿no tendrá que surgir un candidato que tenga pruebas de ser un ortodoxo en la oposición de Milei y, en todo caso, después ser más asimilable en algunos puntos? Como decir, no se negocia la inflación, no se negocia llegar al presupuesto equilibrado.

¿Algo como Lula, decís vos, que finalmente tenía una imagen y luego, como gobernador, otra?

Lo sintetizaste vos mucho mejor que yo, exactamente.

Yo lo he escuchado a Kicillof mencionar lo que vos estás diciendo, de que cada vez eligió el peronismo un candidato más de centro y más de derecha. O sea, en el proceso de evolución: Scioli primero, luego Alberto Fernández, socialdemócrata, y luego Sergio Massa, ex UCeDé. Y que, entonces, siguiendo esa lógica, para que el peronismo gane tendría que tener alguien que represente claramente valores de centroizquierda. Bueno, es un gran desafío ese. Es el mismo del Partido Demócrata, de cómo competirle a Trump, si yendo al centro o yendo hacia el progresismo más extremo.

Claro, pero para ir al centro primero vos tenés que tener una identidad muy firme respecto a la oposición de este proceso. ¿Por qué? Porque la verdad es que Milei ha ganado las elecciones de medio término, pero aunque le vaya bárbaro en lo que él se propone, siempre va a tener el rechazo del 50% de la población. Es lo mismo que le pasó al kirchnerismo. El kirchnerismo ganó en el 2007 y en el 2011 en primera vuelta, con el 45% de los votos primero y con el 50% de los votos después, y, sin embargo, no convirtió a la otra parte de la sociedad al kirchnerismo.

Axel Kicillof avanza en su armado nacional para el 2027: “No alcanza solo con el peronismo”

En el 2007 estaba fragmentada la oposición del kirchnerismo. En el 2011 estaba más fragmentada todavía, pero ¿qué estaba esperando? Su Godot, que, a diferencia del cuento o de la novela, llegó en la figura de Macri primero y ahora en la figura de Milei. Bueno, el peronismo, por el momento, está esperando ese Godot que aún no llega, que no sabemos si llegará para el 2027, pero que sabe que tiene un 50% de la sociedad que jamás, aunque le vaya bien en los términos libertarios, va a acompañar las características centrales de este modelo.

Se discute a Kicillof ministro de Economía de Cristina, pero no a Kicillof gobernador. ¿Le atribuís intencionalidad en eso? O sea, que se discute YPF, se discute Aerolíneas, pero no se discute la administración de la provincia de Buenos Aires, que podríamos decir, con muy pocos recursos, razonablemente ordenada.

Porque la administración de una provincia, cualquiera sea, en este caso la provincia de Buenos Aires, por el motivo que vos acabás de explicar muy bien, te obliga a un pragmatismo feroz. No tenés bolsillo de payaso del Banco Central. No podés decir: “Bueno, emitimos”, salvo que quieras volver a emitir patacones, lo cual te generaría un problema reputacional muy grave. Entonces, no tenés posibilidades, inclusive, de hacer determinadas teorizaciones, porque estás rodeado, por ejemplo, de 135 intendentes que te plantean cosas muy concretas. Entonces, vos tenés determinadas cuestiones para satisfacerlas y otras que no. Te volvés una persona eminentemente práctica.

Y creo que, en ese sentido, el lado del mostrador en el que te encontrás te condiciona mucho. Cuando estás en la oposición razonás de una manera; cuando sos administrador, de otra. Cuando sos administrador a nivel nacional es una cosa; cuando sos administrador a nivel provincial o municipal es otra, porque el lugar desde el que uno actúa, obviamente, tiñe tu proceso de toma de decisiones. Solamente en los ámbitos académicos algunos, no digo todos los que se dedican a la academia, piensan abstrayéndose de esos condicionamientos, entonces proponen o dicen: “Yo haría tal cosa”. El famoso chiste de los economistas: “Si tuviese un abrelatas”. Bueno, claro, si uno tuviese un abrelatas, pero el tema es que a veces no tenés el abrelatas y tenés que abrir la lata con lo que tengas a mano.

Marcos Novaro, los dos años de Milei y las fortalezas de un presidente “feo”

Lacan decía que la vestimenta hacía al monje. ¿Ves esa evolución también pragmática en el caso del presidente Milei?

No. Obviamente dijo muchas cosas que después no hizo, obligado por la circunstancia, porque la política es actuar sobre la realidad, no sobre lo que yo quiero que sea la realidad, sino sobre lo que la realidad te pone como punto de partida. Después, por supuesto, tendrás tus objetivos, etcétera. Yo te diría, Milei, desde el punto de vista político, es un pragmático total. A ver, viste que en los boliches te ponen un patovica y te dice: “La casa se reserva el derecho de admisión y permanencia”. Bueno, Milei se reserva el derecho de admisión y permanencia, pero con una gran apertura, no solo para quienes forman parte del elenco gubernamental, sino también con sus aliados.

No es que les está pidiendo o dice: “No, vos fuiste peronista en la década del 70, del 80, del 90, entonces no te permito”. Se maneja, y sobre todo más cercano en el tiempo, de acuerdo a lo que requiere para tratar de avanzar en este cambio de régimen económico tan abrupto que le propone a la Argentina. En ese sentido, me parece que no actúa como un ideólogo. Que después hable como un ideólogo en el mercado de las narrativas, porque necesita alimentar a los propios y generar todas estas cuestiones en que muchos quieren creer, bueno, eso es parte del show.

Después se pone un mameluco, va a los streamings oficialistas, dice las cosas que dice, pero eso no le evita que, por ejemplo, y lo hemos visto con el presupuesto en la Cámara de Diputados, abriera la billetera de los ATN y repartiera entre determinados gobernadores. Por supuesto que le alcanzó para algo y no para todo, y veremos cómo le va hoy en la feria, porque, obvio, las negociaciones involucran que nunca te llevás el 100% de lo que querés. Y en eso también demuestra cierto pragmatismo, como es obligado para todos los que tienen el Poder Ejecutivo.

¿Cómo lo revestís después? ¿Cómo lo edulcorás con tu propia ideología? Esa palabra que ahora se usa menos, porque yo mismo estoy hablando de narrativas y de relatos, pero estamos hablando finalmente de cómo vos lo presentás ideológicamente. Es otra cosa. Pero los que se proclaman soldados de Milei, integrantes de la Fuerza del Cielo, no tienen problema en justificar las cosas porque las dice o las hace Milei, y eso es un principio de verticalismo que Milei aplica desde el primer momento. Milei es un político muy pragmático en ese aspecto y muy verticalista, con los rasgos que ya conocemos.

RM CP