MODO FONTEVECCHIA
SIGUEN LAS PROTESTAS

Crisis en Francia: las claves del rechazo a la reforma previsional

Heber Ostroviesky, especialista internacional, realizó un recorrido sobre lo que podría llegar a pasar en Francia si se lleva adelante la reforma previsional impuesta por Emmanuel Macron, que consiste en elevar la edad de jubilación y la cantidad de años de aportes.

Emmanuel Macron
Emmanuel Macron | Telam

El analista internacional, Heber Ostroviesky, explicó la situación que atraviesa Francia frente a un gran descontento social por la reforma previsional que quiere llevar adelante Emmanuel Macron, presidente de dicho país, en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).

¿Hay algún punto de contacto entre esta Francia insumisa, de sindicatos, intelectuales, psicoanálisis, Jacques Lacan y Michel Foucault con la Argentina que se viene? ¿Si la oposición llega a ser gobierno puede que pretenda hacer reformas estructurales como esta?

El punto a partir del cual me interrogás, me da la oportunidad de poner en contexto la reforma francesa y a partir de ahí podemos hablar sobre las similitudes y diferencias profundas con un proyecto de reforma previsional como en el caso de Argentina.

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¿Por qué digo esta diferencia profunda? En principio, hay un consenso que uno podría extenderlo al sentido común sobre la lógica de los aumentos de la edades jubilatorias a partir de lo que es justamente la extensión de la esperanza de vida y de la cantidad de vacíos con respecto a los trabajadores activos a nivel global. Es un argumento que escucho de manera habitual y que suele ser así por lo menos de los países occidentales.

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En el caso de Francia, y lo que despertó esta gran movilización y oposición, que es radical en la población, recuerdo que casi el 91% de la población activa está en contra de la reforma previsional que está llevando adelante Macron. Porque nosotros en general oímos y leemos esta extensión de dos años en la edad jubilatoria (de los 62 a los 64 años), algo que a priori razonable e incluso a nivel europeo, porque la edad promedio de jubilación en los países europeos es superior a los 62 años.

Sin embargo, lo de Francia es más complejo porque lo que está en discusión es la edad legal para poder jubilarse. Esto va de la mano con los que son los años obligatorios de aportes, que son muchos allí. Es decir, para poder jubilarse en Francia a una tasa plena (sin descuentos) hoy la edad es 62 años, pero la cantidad de aportes son 42 años. Esto significa que quienes pueden jubilarse a los 62 años son únicamente aquellos que hayan trabajado 42 años de manera consecutiva con aportes. O sea, es como mínimo es la gente que comenzó a trabajar.

¿Esto es con la nueva ley o ya era 42 años con la ley anterior?

Esto es lo que está vigente actualmente. La ley lo que hace es pasar la edad mínima de 62 a 64 y los aportes también lo sube un año, es decir, de 42 a 43 años de aportes.

Ahí está el punto, porque si no sería abstracto, ya que si no modificaba los 42 alguien tendría que haber comenzado a aportar a los 20 y no haber dejado de trabajar nunca con aportes hasta llegar a los 62.

Así es. Ahora serán 43 años, es decir, que tenés que comenzar los aportes a los 20 años.

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Quien comenzó a trabajar a los 25, trabajó desde los 20 pero dos años se quedó sin empleo. ¿Tiene que esperar a completar los 43 y jubilarse a los 67, 70 o 73, la edad que sea?

Exacto. Hoy por hoy, la edad promedio para jubilarse, hablando de una tasa plena (porque podés partir antes pero con una jubilación menor) ronda los 66 a 67 años para poder jubilarse a tasa plena. Por lo tanto, la edad jubilatoria promedio está en la media europea, lo que hace esta ley es impedir que te jubiles a los 62, hasta los 64 si querés cobrar toda tu jubilación, no lo vas a poder hacer y vas a necesitar de un año más de aporte.

Estamos hablando de un país que tiene una configuración de trabajo diferente a la de Argentina. El trabajo en negro es mucho menor a lo que es en nuestro país, es decir, que los aportes efectivamente se realizan. También durante las etapas en las que te cobran el seguro de desempleo se hacen aportes, pero no hay ninguna duda de que quienes son los más perjudicados por esta reforma son los sectores que comienzan a a trabajar a muy temprana edad y que son efectivamente los sectores con menores calificaciones, más populares y aquellos que están saliendo masivamente a las calles a protestar contra la reforma.

La primera cuestión a clarificar es que hay una diferencia. No es que a los 62 años hoy se jubila cualquier francés y cobra la plena, sino que además requiere de 42 años de aporte, lo cual eleva esa edad de jubilación en términos reales a varios años después. En segundo lugar, el tema de la sustentabilidad del sistema, es el argumento que usó el gobierno de Macron durante los últimos meses para llevar adelante la reforma y la idea de que si no se extiende la edad jubilatoria, el sistema colapsa y no es sustentable.

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Se despertó esta reforma tan radical frente a la reforma porque se realizaron estudios. Francia cuenta con un organismo especial, particular y estrictamente dedicado al financiamiento de las jubilaciones y pensiones, que se suman al Consejo de Orientación de la Jubilación, que es un organismo gubernamental que depende directamente de la primera ministra, pero que es transversal, en el cual participan expertos, legisladores de oficialismo y oposición, entre otros.

Este organismo anualmente pública sus informes a partir de lo que es el financiamiento a largo plazo de las jubilaciones y pensiones. Sus estudios de los últimos años demuestran que en el caso francés mantener la edad legal de jubilación a los 62 años sigue siendo sustentable en el mediano plazo.

Mas allá de eso, ¿no hay un espejo anticipado de lo que pudiera suceder en Argentina, teniendo lo que sucedió en el tema de jubilaciones en el 2017?

Lo de Argentina es totalmente distinto porque efectivamente tenemos un sistema previsional que tiene problemas mucho más serios de financiamiento y que además representa una porción mucho más importante con respecto a lo que es Francia de lo que es el gasto público. Ahí tenés un problema porque hay una dificultad en términos de financiamiento.

Es muy difícil establecer paralelos entre sociedades mucho más integradas en términos laborales con aumentos de la productividad durante las últimas décadas, es decir, con mayor generación de riqueza y esto es lo que causa también que el sistema francés, a priori, sea sustentable.

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En nuestro caso es diferente. Si podemos establecer un paralelo en términos de aire de época en cuanto a la necesidad o de la justificación, en cuestiones ideológicas políticas de la extensión de las edades jubilatorias, pero la fragilidad y la fortaleza del sistema jubilatorio en países tan diferentes creo que hacen muy difícil establecer paralelos en ese sentido

Posibles puntos de contacto entre Argentina y Francia 

Respecto de la actitud y del humor de la sociedad de no aceptar modificaciones que claramente los franceses parecen distintos de los ingleses teniendo en cuenta la Francia insumisa, la Revolución Francesa, no sé si estoy simplificando demasiado los puntos de contacto entre la rebeldía social francesa y argentina.

El caso de Francia es inextensible de lo que fueron los últimos años y, específicamente, el primer gobierno y el primer año que está transcurriendo del segundo mandato de Macron. Asume su primer quinquenio de gobierno con una suerte de propuesta que él denominaba de izquierda y derecha al mismo tiempo, con ciertos sectores del Partido Socialista que lo apoyaban y basándose en una alianza entre los sectores de lo que sería el extremo centro podríamos decir.

Sin embargo, la segunda elección fue apoyada directamente a partir de una alianza muy clara entre lo que era el partido de Macron, constituido y afianzado durante su primer quinquenio, y lo que eran los sectores de la derecha tradicional, pero llegó muy debilitado en términos sociales porque realizó todo una serie de reformas en su primer periodos que fueron muy impopulares para el grueso de la población.

Algunas de las reformas fueron la supresión del impuesto a las grandes fortunas, modificación de ciertas herramientas de la legislación laboral, reducción de las cargas impositivas patronales, es decir, que llegó con una popularidad muy baja en los sectores medios y populares. Cabe recordar las grandes movilizaciones de los chalecos amarillos, grandes protestas que ya hubo durante su primer mandato.

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Además, hay un segundo elemento ya en términos de gobernabilidad muy particular para el gobierno de Macron, que es el primer Presidente de la quinta república que gana la elección presidencial, pero que no logra una mayoría parlamentaria en la elección legislativa consecutiva a la presidencial. Hoy por hoy, Macron tiene cerca del 30% de lo que sería la Asamblea Nacional, la Cámara de Diputados, para traducirlo a nuestros términos.

Tiene una fragilidad en términos políticos que requiere de alanzas con sectores más progresistas o más a la izquierda de su lectura política y, a su vez, tiene una gran impopularidad en los sectores medios y bajos de la población. El mote con el cual tuvo que batallar en la última campaña presidencial era el de "Presidente de los ricos".

Sería como si se hubiera dado la segunda presidencia de Macri.

Tiene una gran fragilidad en gobernabilidad e imagen pública. Las últimas encuestas de opinión que se publicaron esta semana son bastante elocuentes en ese sentido y hablan de un 70% a 72% de rechazo de la figura de Macron e incluso, y esto hay que tomarlo con pinzas, si se reeditara hoy la segunda vuelta Macron vs. Marine Le Pen de hace apenas un año ganaría Le Pen con el 55% de los votos. Por supuesto que esto es apenas una lectura del clima de momento.

BL JL