Luego de conversar durante una hora con Alberto Fernández, saludar a Juan Manzur y a Vilma Ibarra, el ahora ex ministro de Producción Matías Kulfas hizo trascender su carta de 14 páginas. Más que una renuncia, era una denuncia. Y en la Rosada, a pesar de que había cierto cuidado con el Presidente, los ataques a la vicepresidenta no cayeron bien.
A partir de ahí se envió a la portavoz del Gobierno a desmentir la licitación para los tubos del gasoducto Néstor Kirchner hecha según Kulfas, a medida de una sola compañía.
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Ahora la investigación está a cargo del juez Daniel Rafecas, quien está lejos de el preferido del kirchnerismo más duro. Dentro de la Rosada ven al Presidente respaldándose en los suyos pero tomando decisiones para complacer a Cristina. En los próximos días, Fernández estará participando de la Cumbre de las Américas a donde invitó a Sergio Massa, quien hoy actúa de nexo entre ambas fuerzas de la coalición.
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El gesto a Massa busca apaciguar el sinsabor del presidente de la Cámara de Diputados después de que Alberto Fernández eligiera a Scioli como Ministro de Producción, abriéndole de esta forma la carrera a una posible candidatura.
Incertidumbre. Esa es la palabra que mencionan dentro de la Rosada. Es el calificativo del momento.
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