Nuevas protestas se registraron en zonas kurdas de Irán por la muerte de la joven Macha Amini. El régimen iraní volvió a responder con una durísima represión contra los manifestantes.
Irán intensificó este martes la represión de las protestas en zonas kurdas, en el oeste del país, mientras continuaban las manifestaciones desatadas por la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, detenida por la policía de la moral.
Policías antimotines dispararon en un vecindario de Sanandaj, la capital de la provincia iraní de Kurdistán, mientras Amnistía Internacional y el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos criticaban la violencia contra manifestantes.
Algunos trabajadores petroleros se sumaron el lunes a las protestas en dos importantes complejos de refinería, lo que por primera vez vinculaba una industria clave para la teocracia iraní con las protestas.
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El régimen teocrático insiste en que Amini no fue maltratada, pero su familia dice que su cuerpo mostraba magulladuras y otros signos de golpes. Videos posteriores mostraron a las fuerzas de seguridad golpeando y empujando a mujeres que se habían quitado el hijab obligatorio, pañuelo que cubre el cabello.
Pese a las restricciones de las autoridades sobre internet, circularon videos de la capital, Teherán, y otros lugares que mostraban estudiantes universitarios y secundarios en la cuarta semana de protestas.
Amini era kurda, y su muerte se ha sentido especialmente en la región kurda iraní, donde comenzaron las protestas el 17 de septiembre, en su funeral, tras su muerte el día anterior.
