Al menos 89 personas murieron en enfrentamientos entre pandillas que han paralizado parte de la capital de Haití, Puerto Príncipe, desde hace una semana, según la ONG Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos.
Los disturbios comenzaron el 7 de julio entre dos facciones rivales en Cite Soleil, barrio pobre y densamente poblado de Puerto Príncipe. Ese día se cumplió el primer aniversario del crimen del presidente Jovenel Moïse en su residencia, cerca de Puerto Príncipe: el cargo continúa vacante.
El brote de violencia, abonado por la escalada de los precios de los alimentos y la escasez de combustible, provocó un gran aumento de la inseguridad.
Haití, un país que va de mal en peor
Organizaciones humanitarias internacionales, como Médicos sin Fronteras, procuraron paliar la crisis con la distribución de alimentos y la prestación de servicios en las áreas más afectadas, pero no ha sido suficiente. Un gobierno frágil, a cargo del primer ministro Ariel Henry, intenta perseguir a las pandillas y reducir los secuestros asociados a esos grupos delictivos.
Cada día se reportan casi siete secuestros en Haití, según la ONU. Sólo en mayo hubo más de 200 asesinatos y 198 secuestros en un país de más de 11 millones de personas.
BL PAR