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MODO FONTEVECCHIA
Cambios en la política cambiaria

Luis Secco: "El Gobierno perdió la oportunidad para dejar flotando el dólar"

El economista advirtió que los últimos anuncios del Banco Central sobre el esquema de bandas van en la dirección correcta, pero aseguró que "el lado negativo es no haber abandonado el cepo".

Luis Secco, economista
Luis Secco, economista | Twitter

El economista Luis Secco analizó los recientes anuncios del Banco Central sobre el régimen cambiario y sostuvo que, si bien la flexibilización es “bienvenida”, se "desaprovechó" la oportunidad de que las modificaciones tengan "una contundencia mayor". En diálogo con Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190), afirmó que la decisión de mantener el cepo y la lógica de “fases” prolonga la "incertidumbre" y alimenta la "inercia inflacionaria".

Luis Secco es licenciado en Economía por la Universidad Nacional de La Plata, magíster en disciplinas bancarias en la misma universidad. Fue asesor económico de Presidencia y director general de Análisis Estratégico en la Secretaría de Inteligencia del Estado. Entre los años 2000 y 2012 se desempeñó como director de la consultora Perspectivas Económicas.

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Inmediatamente que el presidente del Banco Central hizo los anuncios sobre el tipo de cambio, preparaste un informe muy completo. ¿Qué significan estos cambios?

Primero creo que es una flexibilización, de alguna manera bienvenida, en términos de que las bandas aseguraban un fortalecimiento adicional del peso, lo que llamamos usualmente una apreciación real del peso, que iba a comprometer aún más a los sectores transables de la economía, a los que exportan y a los que sustituyen importaciones. Así que eso es bienvenido, pero creo que se desaprovechó una oportunidad.

El lado negativo es no haber abandonado el cepo. Hacemos una nueva flexibilización manteniendo el cepo a las empresas, los controles de capital a esas empresas, que claramente es una anomalía mucho mayor que la de las bandas ajustables, que también son un bicho raro dentro de lo que es la economía global y los programas de estabilización. Y después tenés un elemento adicional que a mí me parece que tampoco me gusta demasiado, que es la idea de las fases. Da la sensación de que es otra etapa más dentro de un proceso de estabilización y tal vez era un buen momento para sacarse de encima la idea de fases y tratar de que las expectativas terminen de cerrarse o de modelarse en torno a la idea de que este es el programa definitivo y no una fase dentro de un programa.

Así que yo diría que la medida no está mal. El anuncio de compras de dólares que vino de la mano de esta modificación de la banda o de las bandas me parece que es positivo también. Yo creo que al Gobierno le cuesta, pero va reconociendo todas las cosas que se le van marcando como un problema. Pero tampoco es un anuncio de compra demasiado grande. Acordate que se dijo que iba a ser de hasta un 5% del volumen diario del mercado. Eso significa entre 20 y 25 millones de dólares por día, con lo cual, en 20 días hábiles, estamos hablando de 500 millones de dólares por mes. Y después, por otro lado, te hablan de que se van a comprar 10.000 millones. Entonces es como que hay que calibrar un poquito mejor esa parte del anuncio y verlo en la práctica, qué es lo que sucede.

Uno encuentra dos tendencias. La gran mayoría de los economistas lo consideran un avance positivo, reconociendo que de mantener el sistema anterior se iba a profundizar el atraso cambiario. Por el otro lado, Ricardo Arriazu lo llamó una tontería y se quejó de que las bandas no sirvieron para nada. ¿Cómo se puede explicar para el lego estas dos posiciones?

Diría que son muchas más que dos también, porque dicen que los economistas estamos de acuerdo en el 99% de las cosas y solo discutimos el 1% en el que no estamos. Puede haber diferentes visiones. Yo tuve el placer de que me que Ricardo Arriazu diera algunas clases en su momento y aprendí mucho con él. En su visión probablemente sea una tontería en términos de que es una anomalía, es volverse a dar vueltas sobre modelos o programas que no son muy generalizados, que generan dudas, incertidumbre. Por ejemplo, yo estoy seguro de que Ricardo debe estar pensando que esto te agrega un poco de inercia inflacionaria, con lo cual eso no es bienvenido en un proceso de desinflación o en uno que necesita mostrar que la inflación vuelve, después de varios meses, a encontrar un camino decreciente. Con esto es un poco más difícil que eso suceda en el cortísimo plazo.

Para mí, el principal problema es que se hace un anuncio y se desaprovecha la oportunidad de que ese anuncio tenga una contundencia mayor. Venimos hablando desde hace mucho tiempo de que todavía es como que todo el mundo espera algo. Es como que las expectativas no terminan de hacer clic y decir: “Este es el modelo, este es el programa, me tengo que adecuar a esto y voy por acá y confío en que esta vez sea diferente”. Eso todavía cuesta mucho y cada anuncio que se hace, o cada modificación de la política que se hace, queda un poco a mitad de camino. Todos te dijeron que está en el camino correcto, pero no es todo lo que había que hacer. Se desaprovecha la oportunidad y creo que ahí está la crítica principal. Es decir, ¿para qué hacés esto si podrías hacer algo mucho más contundente, corriendo tal vez algo más de riesgo? Pero si no corrés el riesgo ahora, ¿cuándo lo vas a correr? Ganaste una elección y tenés el apoyo del Gobierno norteamericano. No sé si hay una ventana de oportunidad mejor que esta para poder hacer un programa más definitivo.

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Un economista dijo que en los primeros dos años del Gobierno la prioridad era que baje la inflación, la prioridad ahora es que baje el riesgo país, y si para que baje el riesgo país hay que aumentar un poquito la inflación, la inflación pasa a ser secundaria frente a que baje el riesgo país, porque si no baja el riesgo país no hay forma de renovar la deuda y, si no, se caería finalmente en un default. ¿Es correcta esta interpretación?

Yo creo que la apuesta a bajar el riesgo país no viene tanto de la indexación de las bandas, sino de la compra de dólares. Me parece que para que baje el riesgo país el mercado espera ver, del lado del Tesoro y del Banco Central, la capacidad de acumular dólares para poder pagar la deuda en dólares y no tener que recurrir a nuevo endeudamiento o a salvatajes. Así que yo creo que viene más por ese lado la apuesta. Estamos hablando de una inflación que está en el 2% mensual y que probablemente siga ahí. Ahora, ¿al Gobierno le interesa menos la inflación que antes? Sí. Pero si llegara al 3% o más, no sé si no va a decir: "No me importa porque estoy bajando el riesgo país”. Incluso, si eso sucede, puede suceder que el riesgo país no baje.

Me refería a que, por ejemplo, el objetivo era que llegara a 1% y claramente estamos en 2% y algo. Entonces, probablemente, si hubiera seguido el crawling peg al 1%, a lo mejor la inflación hubiera podido converger a uno en algún momento del segundo trimestre. Ahora el segundo trimestre seguramente se va a seguir manteniendo con un dos delante, o muy probablemente.

No estoy seguro de eso, porque el 1% era más que un pronóstico, una aspiración de deseos. El crawling peg al 1%, o el ajuste periódico de la banda al 1% mensual, no te aseguraba que la inflación fuera al 1%, o como decía Javier Milei, al 0%. Me parece que eran proyecciones que no tenían demasiado asidero. De hecho, uno miraba el promedio de las proyecciones que se enviaban al mercado y estaban todas entre el 1% y el 2% mensual. Probablemente ahora se corran marginalmente hacia arriba, pero me parece que para la desinflación sea más contundente, se necesita que hagan clic las expectativas.

Si yo veo un gobierno que me demuestra que tiene miedo a flotar, que me demuestra que tiene miedo a levantar los controles de capitales, veo que este es un programa que todavía no está del todo consolidado. Entonces ahí se generan, independientemente de la tasa a la cual se ajuste la banda, inercias y expectativas de corrección futuras, y eso es lo que yo creo que se desaprovechó ahora. Esa expectativa de corrección futura genera un proceso de una tasa de inflación promedio más alta que la que habría si esa expectativa no está. Entonces, sobre todo porque refleja cierta duda sobre la solidez y consistencia del programa, porque los países que tienen políticas económicas consistentes, sólidas, no tienen cepo, no tienen bandas que se ajustan. Es como que hay un proceso ahí de mecanismo de formación de expectativas inflacionarias y devaluatorias y no nos terminamos de sacar de encima esa eventual corrección que podría generar un problema.

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Diego Giacomini decía que el mejor economista de la Argentina eras vos. Y viniendo de un ultra, ultraortodoxo y de la escuela económica austríaca, lo pongo en contexto: que una persona como vos esté diciendo que la inflación no es solo un problema monetario, porque evidentemente no tenés déficit, tenés superávit fiscal, tenías el dólar que se ajustaba al uno y la inflación estaba al dos y pico por, como decís, por distintos elementos que no son solo monetarios. O sea, de alguna manera estás dando la razón a la multicausalidad de la inflación, ¿no?

Obviamente lo que manda es lo monetario, pero evidentemente cuando tenés un proceso de desinflación donde hay correcciones de precios relativos por delante, hay inercia inflacionaria. La inercia inflacionaria es cuando vos mirás a tu alrededor y ves precios que están algunos adelantados y otros atrasados, y te corrés un poquito para adelante, y el que está atrás se corre otro poquito para adelante. Y acá hay unos precios que están corridos hacia atrás que son clave, que son las tarifas y el dólar. Entonces, si vos esperás que en el futuro existan esas correcciones para que los precios relativos vayan a un esquema más sustentable en el tiempo, lo que termina pasando es que persiste la inercia. Y ahí los mecanismos de formación de expectativas son clave.

La idea del paquete económico era que metías todo lo que tenías junto y lo anunciabas. Eso hacía que uno dijera: “Che, pero esto es otra geografía. Acá hay un programa distinto”. Y me parece que las fases comprometen esa idea de un paquete. El Gobierno lo viene haciendo con cierto rezago para tratar de afectar lo menos posible su relato, pero evidentemente se pierden oportunidades y el mercado me parece que mira eso. Y el programa realmente le permita acumular reservas al ritmo que ha prometido el Gobierno, que todavía es una gran incógnita. Yo creo que está también dentro de ese terreno más de expresiones que buscan modelar las expectativas, pero que en la práctica no se van a cumplir.

Y dejame decirte algo sobre la cantidad de dinero. Lo hemos escuchado muchas veces al Presidente decir que la cantidad de dinero está fija, y eso no es verdad. La cantidad de dinero ha venido creciendo y es muy volátil, y por eso hemos tenido la volatilidad que hemos tenido en tasas de interés. Así que todavía hay que hacer bastante progreso en materia de política monetaria.

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