El Partido de los Trabajadores (PT), liderado por el expresidente Lula, denunció el asesinato a tiros de uno de sus dirigentes a manos de un seguidor del actual presidente, Jair Bolsonaro, que también murió en el incidente durante la noche del último sábado.
El PT atribuyó el crimen al clima de "intolerancia" y "odio" que vive el país a menos de tres meses de las elecciones. Ocurrió en Foz de Iguaçu, localidad fronteriza con Argentina y Paraguay. Un agente penitenciario, seguidor de Bolsonaro, irrumpió en la fiesta de cumpleaños de Marcelo Arruda y abrió fuego.
Arruda, guardia municipal enrolado en el PT, festejaba su cumpleaños número 50 con familiares y amigos con una fiesta temática sobre Lula y el PT en la sede de la Asociación Deportiva Salud Física de Itaipú. De pronto, el agente penitenciario Jose da Rocha Guaranho irrumpió en el local con un arma y se marchó. Regresó sobre sus pasos y le disparó a Arruda, que desde el suelo consiguió reaccionar y liquidó con su propia arma al agresor.
El asesinato de Arruda, candidato a vicealcalde hace dos años, se produjo 84 días antes de las presidenciales brasileñas, signadas por la polarización entre Lula y Bolsonaro.
Actos multitudinarios de Lula y de Jair Bolsonaro en Salvador de Bahía
Lula, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, atribuyó el incidente al "discurso de odio estimulado por un presidente irresponsable", en alusión a Bolsonaro. Por su parte, el actual mandatario recuperó un mensaje que publicó en 2018, cuando fue acuchillado durante un acto de campaña, en el que rechazó a "quien practica violencia contra opositores", pero al mismo tiempo acusó a la izquierda de tener "un historial innegable de episodios violentos" y de "descontextualizar" sus palabras.
En el último mes se han registrado un par de incidentes en actos del PT con presencia de Lula. En uno de ellos, un sospechoso lanzó dos petardos y en el otro un dron arrojó aguas de alcantarilla contra la militancia del PT. Los autores están detenidos.
El número de ciudadanos registrados para tener armas en Brasil aumentó un 474% entre 2018 y 2022, período en que el gobierno de Bolsonaro flexibilizó las normas y fomentó el acceso a las armas, según la ONG Foro Brasileño de Seguridad Pública.
CB PAR