"Se produce el regreso de Brasil a la CELAC en la primera visita al extranjero de Lula. A su vez, Nicolás Maduro, mandamás de Venezuela, abre la polémica entre el oficialismo y la oposición. ¿A dónde se debe poner el foco?”, se preguntó Jorge Fontevecchia en el inicio de Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9) del lunes 23 de enero.
Nicolás Maduro y Lula da Silva, los nuevos focos de la grieta
Se compartió con la audiencia la voz de la presidenta del PRO, PatricIa Bullrich, quien pedía a la DEA que detenga a Maduro por su participación del Cártel de los Soles.
“Independientemente de cuán operativo puede ser la detención de un presidente en otro país, que tiene inmunidad diplomática en una reunión internacional, vale la lucha del relato, ya que lo instala en la discusión en la comisión”, destacó el periodista.
El ex presidente Mauricio Macri, en un texto extenso, manifestó que siente “vergüenza por asociarnos con dictadores que se burlan de la democracia, eso nos lo recuerdan los miles de venezolanos que llevaron adelante el éxodo más grande de la historia de esta región”.
El Mercosur busca seguir los pasos de la Unión Europea
“De acá a 20 años, probablemente el Mercosur no incluya a los cuatro países fundadores, sino que pasaría a representar a casi todos los países de Sudamérica. De esta manera se puede marcar una comparación con la Unión Europea. Y eso es una de las cosas que apunta Lula, aunque puede tener un proceso de amalgamiento que a la comunidad europea le llevó varias décadas”, comparó el conductor del ciclo.
Continuando con los puntos de contacto, la Unión Europea se fundó en 1958 con dos países determinantes: Alemania y Francia, enemigos en el pasado. El mismo peso tuvieron Argentina y Brasil, que contaban con un pasado bélico pero que resultaron fundamentales para llevar adelante la creación del Mercosur. Poco a poco la entidad del viejo continente pasó a convertirse no sólo en una unión económica sino política, dejando las huellas a seguir por su par sudamericano.
Mauro Vieira: “Un mundo más multipolar siempre será más ventajoso para países en desarrollo”
Posteriormente, el canciller brasileño Mauro Vieira, sostuvo que “el euro tardó unos 41 años en implementarse, hay que ser paciente para una moneda común del Mercosur”. Asimismo aclaró que el actual sistema de pago con monedas locales tiene que ser “más atractivo para exportadores e importadores”.
Siguiendo esa lógica temporal, y en una visión de mediano plazo, en el Mercosur la moneda unificada debería aparecer en 1926 aproximadamente.
Por su parte, el canciller argentino Santiago Cafiero sostuvo que “Lula quiere ayudar a la Argentina” y que “el proyecto de país que perseguimos tiene que ver con este contexto regional”.
A su vez, Lula abrió el paraguas y declaró que desea que las elecciones las gane el oficialismo, pero off de récord ha manifestó que no tendría problema en tener un vínculo con un eventual gobierno de Juntos por el Cambio, pero sería mucho más cómodo si es con el sector de las palomas.
Alberto Fernández y sus expectativas con la relación bilateral
En un reportaje a la televisión brasileña, Alberto Fernández señaló que no es posible hacer un desarrollo regional sin Brasil. “Si hay definición política, es posible, la llegada de Brasil cambia la dimensión de la CELAC”.
En cuanto a la creación de una moneda única, el presidente argentino subrayó que depende netamente de Brasil y que “acompañará esa idea, sin dudas”. Y agregó que “existe la posibilidad de que el segundo tramo del gasoducto se construya con empresas brasileñas”, apuntalando el estrecho vínculo bilateral.
Lula da Silva llegó a Argentina con su esposa "Janja", clave en su resurgimiento político
Finalmente, Fontevecchia recordó cuando Raúl Alfonsín abrió la posibilidad del Mercosur, y que tanto Argentina como Brasil recuperaron la democracia casi al mismo tiempo. “En una especie de mecanismo anti-dictaduras se forjó un vínculo estrecho entre la democracia y el Mercosur, buscando una globalización de la regionalización”, concluyó el conductor en su editorial.
AO JL
