Martín Balza, veterano de Malvinas, y exjefe del Ejército, explicó su admiración hacia Arturo Frondizi por su mentalidad e inteligencia. “Ese hombre llevaba a su presidencia, en mi opinión, su austeridad personal, su mentalidad analítica y su don para la expresión inteligente”, declaró el oficial militar en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
Se cumple un nuevo aniversario de que Frondizi fue elegido presidente, y me gustaría su propia reflexión sobre lo que significó aquel presidente y dirigente político que fue preso varias veces por defender sus intereses e incluso terminó con un golpe de Estado.
Hace pocos minutos regresé del Cementerio de Olivos, donde se le rindió un homenaje. Al expresidente, por distintas causas, yo lo admiré, como así también a lo largo de mi carrera militar.
Un 1 de mayo de 1958, yo era un joven subteniente, estaba en Uspallata y escuché por radio la transmisión cuando él asumió, y siempre recuerdo algunas frases. Pero sobre todo, yo tuve una gran amistad con Robert Potash, y él lo trató mucho, por eso me enriqueció su postura.
Mi primera visión era de un hombre delgado con anteojos de carey, y como decíamos con Potash, sobre una nariz que facilitaba las caricaturas.
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Ese hombre llevaba a su presidencia, en mi opinión, su austeridad personal, su mentalidad analítica y su don para la expresión inteligente. Además de su dicción, sus respuestas, siempre me impresionó por eso, y por todo lo que hizo como presidente, en un momento tremendamente difícil de nuestro país, con Fuerzas Armadas anarquizadas, politizadas y acosado por partidos opositores, y militares obstinados en un patológico anticomunismo y antiperonismo. Fue un estadista desperdiciado.
¿Cómo hubiera sido el país si las Fuerzas Armadas hubiesen dejado de hacer golpes y Frondizi hubiera concluido su mandato? ¿Y si en lugar de tener democracia en 1983 hubiera sido en 1958? ¿Seríamos Canadá o Australia hoy?
Seríamos más que Canadá y mucho más que Australia. Estoy convencido de que la caída de Arturo Frondizi atrasó décadas el reloj de la Argentina. Y quienes lo criticaron terminaron reconociendo lo que hizo, pero 25 años después.
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¿A qué obedece el patológico anti algo? ¿A qué lo atribuye? ¿Qué le pasó a los militares? ¿Era un problema de ignorancia?
Tuve la oportunidad de conversar con Frondizi y vi que todo lo que se le decía era evidentemente marginal, no se lo valoraba. Mucho influyó en esto el 1955, porque a partir de ese momento se instaló el enemigo interno, que eran el peronismo y el comunismo.
Recién en el acto recordé unas palabras que quisiera leerlas, y las leí cuando era cadete en cuarto año del Colegio Militar, en el interregno que fue después de los bombardeos de Plaza de Mayo y antes del 23 de septiembre del derrocamiento de Perón.
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Él dijo, en 1955: “Las Fuerzas Armadas, creadas, sostenidas e integradas por el pueblo argentino para la defensa de la soberanía y la Constitución Nacional no deben intervenir en política. En el cumplimiento de la gran misión democrática, las Fuerzas Armadas hallaran el sentido de su participación en la vida nacional y así, al garantizar la integridad del territorio y la intangibilidad de sus instituciones de justicia y libertad, fortalecerán las raíces de nuestro modo de vida democrática y de nuestra prosperidad”.
En cuarto año no alcance a interpretar, y cuando las releo hoy, digo "qué visión tenía Frondizi de las Fuerzas Armadas". Un párrafo de esta naturaleza yo no lo escuché nunca, y estoy hablando de alguien en 1957, donde se había producido la división del partido radical.
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Le pido una reflexión sobre qué pasó en la mente de los militares.
Una influencia patológica. No digo de derecha ni de izquierda, no estoy en condiciones en la Argentina actual de hablar de derecha o izquierda. Porque como dijo José Ortega y Gasset: “Ser de izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas formas que el hombre puede elegir para ser un imbécil”.
¿Qué pasó? Una desprofesionalización de las FF.AA hacia el enemigo interno, una injerencia francesa que se incorporó en 1960, eso que fracasó en Indochina en 1954 y que estaba al borde fracasar en Argelia. Se incorporó esa doctrina que después se enriqueció, fue un germen de destrucción de las fuerzas hacia ese enemigo interno, desprofesionalización y marco interno.
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Eran bandas armadas, cinco meses después de Frondizi estuvimos al borde de una guerra civil entre azules y colorados, y luego hubo otra en abril de 1963 con la Armada. Pero eso fue vulnerando la esencia de las fuerzas y el resto lo conocemos con los golpes militares que vinieron después y esa culminación lamentable del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional.
MVB JL
