Mientras se desarrollaba la Cumbre de las Américas en Los Ángeles, Estados Unidos y México capturaron a más 1.800 “coyotes”, nombre con el cual se identifica a aquellos que lucran con el dolor ajeno. Son los que trasladan migrantes indocumentados desde la frontera mexicana.
En la cumbre, a la cual no asistió el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, 20 países, entre ellos Argentina, suscribieron un acuerdo de cooperación para frenar las caravanas, muchas veces vinculadas con operativos de contrabando.
El megaoperativo encubierto, llamado patrullaje espejo, comenzó a desarrollarse en toda América Latina entre abril y mayo. El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos desplegó 1.300 agentes con una inversión de US$50 millones. Incluyó el secuestro de vehículos y el allanamiento de propiedades en las cuales eran ocultos los migrantes.
"Los faltazos a la Cumbre de las Américas"
Los países que comprometieron su apoyo a estas acciones son Argentina, Barbados, Belice, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú, Estados Unidos y Uruguay.
Las acciones para detener la inmigración irregular no solamente son policiales. Contemplan también ofertas concretas a los migrantes, como protección y oportunidades laborales en algunos países, como ocurrió con las negociaciones del gobierno mexicano con la movilización de 15,000 personas que comenzó a avanzar al mismo tiempo que comenzaba la Cumbre de las Américas en el sur de México con intención de ingresar en Estados Unidos.
CB PAR