Se acercan las PASO y crece la incertidumbre sobre las posibilidades de un "cisne negro". Hay dudas sobre cómo será el desempeño de Milei y cuántos votos puede sacarle Grabois a Massa, pero la gran expectativa está en Juntos por el Cambio y su disputa interna, que remite a la histórica contienda peronista de 1988.
Menem Cafiero - Bullrich Larreta |
Agencia NA
"Muchos analistas políticos comparan la interna entrePatricia Bullrich yHoracio Rodríguez Larreta con la que tuvieron Carlos Menem y Antonio Cafiero", destacó Jorge Fontevecchia en la apertura de Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (101.9) del miércoles 9 de agosto del 2023.
La similitud comienza por la aparente situación de paridad. En las últimas semanas el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires redujo los ocho puntos que marcaban las encuestas a sólo dos, con un margen de error de tres puntos, lo que marca que el resultado del domingo es totalmente incierto.
La disputa entre Carlos Menem y Antonio Cafiero fue la última interna importante en el país, en una época en la que todavía no existían las PASO. El espacio de Patricia Bullrich se ilusiona con emular el batacazo que dio Menem ante un Cafiero que contaba con todo el aparato peronista, siendo el presidente del partido y el gobernador de la provincia.
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El sábado 9 de julio de 1988, 10 meses antes de las elecciones generales, más de un millón y medio de afiliados peronistas concurrieron a las urnas y consolidaron el liderazgo de Carlos Menem.
Una de las disputas internas más importantes desde el regreso a la democracia
La historia comenzó un año antes con la victoria de Antonio Cafiero en la provincia de Buenos Aires. En aquel momento, Carlos Menem ya llevaba cuatro años como gobernador de La Rioja y afianzaba su poder en el interior. En paralelo, también crecían otros dirigentes destacados de esa época como José Octavio Bordón, José Manuel De la Sota y Carlos Grosso, figuras ascendentes de un peronismo que se preparaba para gobernar en medio de la crisis económica que golpeaba al país y jaqueaba al gobierno radical.
El presidente Alfonsín también atravesaba un complicado momento político y social con los levantamientos militares que sufrió en los comienzos de la nueva etapa democrática y tuvo el apoyo de Cafiero con acuerdos entre los legisladores que respondían al gobernador y las bancadas del oficialismo en el Congreso.
Mientras Cafiero respaldaba a Alfonsín, los jóvenes dirigentes peronistas apoyaban a Cafiero. Algo similar a lo que sucedió ayer con Horacio Rodríguez Larreta, recibiendo el respaldo de todos los nuevos gobernadores de Juntos por el Cambio que acaban de ser elegidos en sus provincias.
Desde los primeros días de su mandato como gobernador, Cafiero se perfilaba como candidato presidencial. El dirigente tenía todo para asegurar el retorno del peronismo al gobierno: aparato, figuras de peso que lo apoyaban y administración de la jurisdicción federal más importante del país, que en ese momento era la provincia de Buenos Aires y que hoy es la ciudad gobernada por Rodríguez Larreta.
Por su cercanía con el gobierno radical y su estilo modernizador que pretendió imprimirle al peronismo, Cafiero despertó desconfianza entre los sectores más tradicionales del movimiento que veían con recelo la posibilidad de que se convierta en una expresión socialdemócrata. Mientras tanto, Menem se exhibía como un dirigente disruptivo que venía desde el norte para enfrentarse con el sistema y desafiar a ese peronismo con doctores y tecnócratas.
Las diferencias quedaron planteadas en los primeros meses de 1988 y la conducción del peronismo en manos de Cafiero habilitó la realización de una interna, algo que también resultaba ciertamente europeizante.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires se apoyó en los dirigentes de la renovación peronista y eligió como su compañero de fórmula a De la Sota para asegurar la presencia de una figura del interior en el binomio . De modo inverso, Menem buscó hacer pie en Buenos Aires y acordó una alianza con Eduardo Duhalde como compañero de fórmula y garantía de territorio en el conurbano.
La elección fue muy pareja, pero la victoria quedó en manos de Carlos Menem que cosechó el 53% de los votos y se impuso en 18 provincias, incluida Buenos Aires donde obtuvo buenos resultados en zonas donde Duhalde era muy fuerte como Lomas de Zamora y La Matanza.
Tras la derrota de Cafiero, varios de los dirigentes que habían apoyado la renovación peronista, como Carlos Grosso, Guido Di Tella y Carlos Corach, se aliaron en las filas de Menem. La expectativa de Patricia Bullrich es la misma. La ex ministra de Seguridad apela a que todos los dirigentes que hoy apoyan a Larreta, se queden con quien resulte victorioso el domingo.
En el listado de similitudes entre la histórica interna peronista y la contienda del próximo fin de semana también está la relación de los candidatos con el oficialismo. Así como Patricia Bullrich es mucho más confrontativa que Horacio Rodríguez Larreta con el gobierno actual, Menem también criticaba con dureza la gestión de Raúl Alfonsín que a su vez consideraba al riojano como "el peor gobernador de toda la República Argentina".
Quedan pocos días para las PASO y Patricia Bullrich buscará que todas estas coincidencias con Carlos Menem tengan su corolario en una victoria ante Horacio Rodríguez Larreta que la encamine hacia las elecciones generales de octubre.
