Moria Casán contó que conoce hace varias años a Javier Milei, al que criticó: "Él mismo compra lo que vende", sostuvo. Por otra lado, se refirió a su relación con Susana Giménez: "No puede ser que siendo tan inteligente no quiera volver al país que le dio todo sólo porque lo gobierna alguien que no les gusta", señaló en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
¿Qué hay en común entre este eclecticismo que es tu propia carrera y la reinvención continua de Massa?
Antes que nada, quiero decirte que vos sos una de las personas que más ha influenciado en mi carrera mediática gráfica, ya que Perfil siempre creyó en mí como mujer pensante y no como objeto, pese a la época en donde surgí.
Esa era una época en la Dictadura, en la que no sólo se prohibía a los políticos, sino también a los artistas. Y vos siempre tenías opiniones que llamaban la atención y que habían logrado pasar por debajo del radar, ¿no?
Además, hay que tener en cuenta lo de vanguardia y lo disruptivo que fuimos. Todavía no puedo creer la tapa de la revista de La Semana, cuando cumplió su aniversario, se llamaba “Moria Casán, una obra de arte”, y la había hecho Edgardo Giménez. Esa gigantografía sigue estando en el Museo del Mar de Mar del Plata.
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Por otro lado, siempre creí en el país y nadie me dio un sobre ni me bajó línea. Tengo una libertad absoluta que fue autogestionada desde que empecé en este medio, empecé en bolas, y luego me compraban por mi cabeza, yo misma no me cosifiqué.
Desde mi lugar, entrando en algo tan cosificador de la mujer, como lo era el teatro revista, hacía firmar que ningún cómico pudiera rematar ningún chiste haciendo alusión a mi cuerpo. No me siento identificada con nada, salvo con la argentinidad al palo. Soy una mina que tiene mucha fuerza y confianza en mí misma.
Y me encanta que desde hace más de dos años, desde que estoy en pareja con Pato Galmarini, pude conocer esta maravillosa familia que tiene unos valores increíbles. Lo que hizo Massa anoche me parece épico, es como una isla dentro del kirchnerismo, es un nuevo peronismo con un toque de massismo. Sergio es un gran empresario, con una mirada muy amplia y un gran diplomático. Todo este tiempo el verdadero presidente fue Massa.
¿En el pasado vos votaste por el peronismo? ¿Este peronismo te gusta más que al anterior?
Mi relación con el peronismo viene de niña, la etapa más feliz de mi infancia fue con mi mamá peronista y mi papá radical. Teníamos un ensamble muy fuerte porque mi tío fue guardaespaldas de Perón y mi tía trabajaba en la Fundación Evita.
Yo recuerdo que bailaba en los sindicatos con mesas enteras llenas de comidas y música. El peronismo es alegría, le debo mi amor por el cine, porque con mi padre veíamos cine y teatro. Éramos una familia media acomodada, vale decir.
Luego, vi el Golpe viviendo en Europa. Y posteriormente, fui flexible a la hora de votar: no lo voté al peronismo, sino a los radicales cuando asumió Alfonsín y después sí a Menem. Cuando empezó el kirchnerismo no los voté porque no me gustaba pero sí elegí a Cristina cuando quedó sola porque me parecía que era una mina con una gran capacidad de liderazgo. El ovario power es muy fuerte, pero soy casanística, creo en mí.
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¿Qué similitudes encontrás entre Menem y Massa?
Se lo compara en cuanto que puede revertir una cosa. Pero Massa es un diferente, no se parece a nadie. Es un político moderno.
¿Cuando usás la palabra “empresario” a qué te referís específicamente?
El empresario tiene otro concepto del billete, sabe que todo en la vida se mueve en sentido comercial. El país también es una gran empresa y Sergio lo sabe, es ministro de Economía, trabaja con números. Debe tener una visión empresarial sí o sí.
¿Menem la tenía a esa visión empresarial?
No lo sé, supongo que Cavallo, que era su ministro, la tenía. Massa está envaselinado, porque si uno está expuesto así no puede tener una personalidad débil. De esta manera, cuando tiene en claro las cosas, trabaja, no tiene el culo en forma de silla.
Su opinión de Javier Milei
¿Qué te parece Milei?
Milei se convirtió en un Calígula de cabotaje porque se mostró en un trono rarísimo. Lo conozco desde que venía a mi programa, era un tipo pintoresco, y ya se estaba armando su personaje con su patilla y su librito. incluso cantó ópera en mi programa y era muy seductor con las mujeres.
Es más, tengo un mensaje de hace varios meses que me felicitaba por algo que dije y me llamaba “intergaláctica”. En esta etapa no lo consumí demasiado porque para mí los adversarios sólo son periferia. Ya se va a desarmar.
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¿Pero entonces, cuando decís que se va a desarmar, sostenes que Milei no es genuino?
No es que no sea genuino, sino que compra lo que vende. Se cholulean con ellos mismos. Tenés que tener un equilibrio ssi sos alguien con posibilidades de presidir un país. Cuando ganó en las PASO se volvió loco.
Comparando el mundo del espectáculo con el de la política, ¿siempre pasa que cuando una persona tiene éxito rápido se la termina creyendo?
Es difícil, tenés que manejar mucho tu equilibrio. La gente tiene muchas debilidades y no le es fácil aceptarse con sus pros y sus contras. Hay que trabajar mucho para no caer en la trampa del éxito y el fracaso, que son casi lo mismo. El problema de creerte tanto el halago es que te obnubile, pero es algo lógico.
El vínculo con Susana Giménez
Andrea Bisso (AB): Vos y Susana son de las personas más queridas en la farandula, aunque hayan aclarado que no son muy amigas se las ha visto mucho juntas. Hoy, están en veredas diametralmente opuestas en lo político. ¿Qué sentís por ella cuando la escuchás decir que “si gana Massa no vuelvo al país? ¿Se podrían juntar a tomar un café?
Obvio que podemos. Pero no es así toda esa cosa de antagonismo político, justamente, porque ni Susana ni yo fuimos nunca de la política, sino que fuimos mujeres de trabajo.
Además, eso tampoco te tiene que separar. Yo soy muy sarcástica y eso a ella no le cae bien, pero hemos sido compañeras en los ´80 y en los ´90 fui a su programa. Yo no la invité al mío porque hacía programas de otra índole.
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En este momento, por Susana siento ternura, porque me parece que le falta un poco de alegría. No puede ser que una mujer tan inteligente y con la carrera que tiene no quiera venir a un país que la ama y que le dio todo, sólo porque lo gobierne alguien que no le gusta. No está bueno que se pierda este país, que venga un rato, aunque sea a cobrar la jubilación mínima una vez al mes. Quizá ella vive allá.
AB: Quizá le podés presentar un amigo del Pato Galmarini…
Puede ser que necesite un chongo, pero ella tiene miedo que le coman la billetera. No estaría mal que lo tenga y que le pegue una buena ensabanada.
AO FM
