MODO FONTEVECCHIA
PANORAMA ECONÓMICO

Natalia Ariño: "Pensar en abrir toda la importación de alimentos para bajar los precios es incoherente"

"El problema no son los precios, sino los pesos", así lo advirtió la economista de FADA, A su vez, se refirió al aumento de los límites de compra con tarjeta de crédito: "Menos solución encontrará la gente endeudándose para aumentar el consumo".

Natalia Ariño
Natalia Ariño | Captura de video

Recientemente se conoció el resultado del informe semestral que realiza la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), sobre tres alimentos representativos de la canasta de alimentos de los argentinos, que son el pan, la leche y la carne.

En diálogo con Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), Natalia Ariño, economista de FADA, a cargo del informe, señaló que  “Un tercio del precio que pagamos por estos tres productos son impuestos a lo largo de la cadena,  desde la producción primaria hasta el consumidor final, y que engloban impuestos nacionales, provinciales y municipales”.

Además agregó que “tres de cada cuatro pesos de esos impuestos que se pagan son impuestos nacionales. Esa es la mayor proporción de los impuestos que se pagan en los productos, que van al Gobierno como parte de la recaudación nacional”.

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La economista destacó que “los impuestos nacionales, los más grueso de la recaudación va a Nación, y de los coparticipables, vuelve solo una parte a las provincias”, por lo cual hay ausencia de un real federalismo, señaló.

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Por eso se reaviva el análisis de los altos impuestos sobre los alimentos, con una importante participación en los precios de venta, mientras el Estado hace un uso ineficiente de los recursos y comienza la discusión sobre quién se queda con la mayor parte del precio.

En ese sentido Ariño destacó que: “cuando se empieza a desagregar el precio y ver la participación de cada uno de ellos, incluso el Estado a través de los impuestos, se ve que no hay gran variación en la participación que tienen, ni en la cantidad de impuestos ni actores de la cadena, sino que en realidad el problema va más allá de cómo está compuesto el precio. El problema es producto también de la coyuntura, en donde todos los precios y los costos aumentan el ritmo de la inflación”.

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El problema no es de precios, sino de pesos

“Cuando hablamos de participación, no hablamos precisamente solo de las ganancias sino también de los costos”, señaló. Pero “en términos generales no hay problema en la distribución o participación que tiene cada uno de los eslabones.

Ariño puso especial foco en que “lo que se debe atacar en nuestro país es la inflación, porque en Argentina no es un problema de precios, sino de pesos. De hecho, si comparamos los precios, nuestros alimentos, en términos comparativos con el mundo, están baratos.  El problema es que cobramos en pesos, tenemos una moneda que día a día se devalúa, por lo que cada vez se necesitan más pesos para comprar lo mismo”, enfatizó la economista.

De lo contrario no exportaríamos alimentos, nadie en el mundo nos compraría alimentos si fuésemos tan caros. Si el problema fuese de precios, no afectaría a toda la economía en general, sino a una cadena, a algunos productos en particular”, agregó.

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Atacar la inflación es la clave

La especialista en economía y analista de FADA, destacó algunas de las medidas necesarias para reducir y eliminar la inflación. En primer lugar, es necesario equilibrar las cuentas, sobre todo el déficit fiscal, eso es primordial, hasta que no se acomoden los gastos en función de lo recaudado, será muy difícil resolver el problema de la inflación.

Eso traerá aparejado el hecho de no necesitar seguir emitiendo, y que tarde o temprano repercute en los precios. Aunque algunos quieran también mencionar otras causas, la emisión monetaria termina generando inflación”.

Por otra parte, la tercera condición importante que debe darse, es la existencia de un plan económico consistente y confiable. Necesitamos dirigentes con un plan que genere confianza. Son las tres cosas que necesitamos para poder salir de esta situación. Los tres puntos deben darse en conjunto.

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El Mercado Central como importador directo de alimentos 

A su vez, la especialista de FADA expresó que le “parece incoherente la posibilidad de importar, salvo aquellos en los que Argentina no tiene la cantidad de oferta necesaria en comparación al consumo que se dan de algunos productos. Pero pensar en abrir toda la importación de alimentos para bajar los precios, no tiene sentido.

Sería una medida incoherente porque tenemos un banco central al que le faltan dólares y de aplicarse terminaríamos gastando dólares en la importación de alimentos. Lo veo incoherente y no veo que el efecto sea bajar los precios de los alimentos en general en nuestro país.  Porque el problema va por otro lado”, destacó.

Agregó, “Yo creo que también es una forma de llamar la atención para estabilizar los precios, pero salvo en algunos productos puntuales, de alto consumo en el país y que no alcance la oferta, o productos estacionales puntuales, la importación total de alimentos por el Mercado Central no tiene sentido ni tendrá efecto positivo”.  

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Incentivar el consumo, generando más deuda

Respecto del aumento de los límites de compra con tarjetas de crédito afirmó que “si bien se quiere incentivar el consumo, lo que necesitamos es más producción y trabajo. De nuevo, el problema no va por ahí, el tema es resolver el problema de la inflación. Si la población no tiene dinero o no le alcanza para comprar lo mínimo necesario, menos solución encontrará por medio de seguir endeudándose con el objetivo de aumentar el consumo".

"No lo veo por ese lado, puede tener algún efecto mínimo, pero no resolverá el problema en el que está inmerso la Argentina. “Va por otro lado, el consumo está deprimido porque a la gente no le alcanza el dinero”, cerró.

La importación de alimentos está en línea de largada

“El próximo informe se realizará en seis meses y lo que vemos es que la situación, lamentablemente, no va a mejorar, la proyección de la inflación para el 2023 está en un 130%, es de esperar que los precios sigan aumentando”, señaló Ariño.

No obstante, no todas son malas noticias porque la economista destacó que no estima se frene la producción, porque se atravesaron muchas políticas y el sector nunca frenó, al contrario, siempre siguió produciendo. Más allá de cuestiones climáticas e inflacionarias, en Argentina siempre se siguió produciendo, en mayor o menor medida, con mayores o menores intervenciones que distorsionan el mercado, nunca se paró la producción.

FM JL