Unos 25.000 trabajadores de ambulancias y otros servicios británicos de urgencias se declararon en huelga este miércoles por segunda vez desde diciembre.
Paramédicos, choferes y operadores de llamadas de urgencias realizaron paros que en los últimos meses paralizaron la red de trenes y afectaron el sistema de salud pública del Reino Unido.
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Los trabajadores, entre ellos también enfermeros y carteros, exigen salarios acordes con la inflación, del 11,1% en octubre y del 10,7% en noviembre.
El gobierno conservador del primer ministro Rishi Sunak se niega a elevar dos dígitos los salarios ante la posibilidad de que ese incremento se traslade al costo de vida. Las huelgas son las mayores en décadas.
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Las autoridades de salud advirtieron que el impacto de la huelga del miércoles podría ser peor que la de diciembre, porque más personal dejó de trabajar, incluidos los que atienden las llamadas de urgencias.
Les aconsejaron a las personas que solo llamen en llamen en casos de emergencias que pongan en peligro la vida, como un paro cardíaco o un accidente de tránsito grave.
JL
