Casi la mitad de las líneas ferroviarias del Reino Unido estaban cerradas este martes. Solo una quinta parte de los servicios estaban operando en medio de una prolongada disputa sobre salarios y condiciones laborales.
Comenzó de ese modo una nueva ola de huelgas durará toda la semana y que coincide con el regreso de los viajes de fin de año. Muchos sitios, como la mayor parte de Escocia y Gales, no disponen de servicios de trenes.
Los miembros del sindicato Ferroviario, Marítimo y de Transporte cesaron sus labores ayer y continuarán hoy, el viernes y el sábado. Los conductores de otro sindicato, Aslef, pararán el jueves. El gobierno conservador de Rishi Sunak dijo que había hecho una oferta salarial justa, pero los sindicatos declararon que no recibieron nuevas propuestas.
Las compañías ferroviarias y el gobierno argumentan que debe de cambiar la forma en que opera la red ferroviaria para controlar los costos después de que la pandemia de coronavirus redujo el tráfico de pasajeros y alteró los patrones de viaje.
Los trabajadores ferroviarios, al igual que otros que trabajan en el sector público, dicen que los salarios no han podido mantener el ritmo del aumento vertiginoso del costo de vida. La inflación en el Reino Unido se disparó a un 11,1%, el máximo en 41 años, impulsada por el fuerte aumento de los costos de la energía y de los alimentos.
El gobierno británico pide prudencia por la huelga de las ambulancias
Los empleados que dejaron parte de su trabajo
Enfermeras, manipuladores de equipaje en aeropuertos, conductores de ambulancias y autobuses y trabajadores postales son algunos empleados que cesaron labores en diciembre para exigir salarios más altos. El personal de ambulancias programa otra huelga entre el 11 y el 23 de enero.
La enfermería tiene previsto hacer lo mismo el 18 y el 19 de enero mientras los hospitales están saturados por los casos de gripe y de Covid, típicos del invierno.
BL JL