Autor de varias obras maestras, como El ángel que nos mira (1929) y El tiempo y el río (1935), sobre cuya escritura se detiene la película Genios, con Jude Law haciendo el papel del escritor y Colin Firth en el papel del genial editor Maxwell Perkins, es también autor de una novela póstuma, de 1940, No puedes volver a casa, que ahora publica por primera vez en español el sello Piel de Zapa. En ella habla acerca del dolor que sienten aquellos que terminan lejos de donde crecieron.
Día del Escritor: ¿por qué se celebra el 13 de junio?
"Si sales de cualquiera de los agujeros de la América rural con la intención de volver casa, tienes que saber que allí te espera el fracaso. Como mínimo, corres el riesgo de descubrir que el vuelo de regreso es capaz de arruinar los buenos recuerdos que te acompañaron en el despegue". O dicho de otra manera, en palabras del poeta español Félix Grande: "A esos lugares donde fuiste feliz no deberías volver jamás".
Impulsado por los sueños de éxito literario, George Webber deja su ciudad para hacerse un nombre como escritor en Nueva York.
Su primera novela le brinda la fama, pero también el rencor de otros escritores, indignados por la descripción que hace de ellos y del hogar. Inquieto por su reacción e inseguro de sí mismo y de su futuro, comienza la búsqueda de una mayor comprensión de su identidad artística que lo lleva a lo más profundo del torbellino social neoyorquino; a Londres con un grupo de expatriados, y a un Berlín, bajo la sombra de Adolf Hitler.
Thomas Wolfe en manos de su editor
Descubre un mundo plagado de incertidumbre política y al borde de la transformación, aunque siente dentro de sí la capacidad de poder afrontarlo con optimismo, además de hallar un amor renovado por las raíces.
Es un hombre esperanzado pero a la vez consciente de que uno jamás puede volver del todo a casa con su familia, a su infancia, lejos de las luchas y conflictos del mundo: regresar a las viejas costumbres y sistemas que una vez parecieron eternos pero no dejan de cambiar.
Día del Escritor: Lugones y Borges, duelo de titanes
De hecho, lo que aparece ante sus ojos no es la comunidad nostálgica que abandonó, sino otra distinta en medio de un fuerte auge inmobiliario: las colinas verdes y los bosques dejaron paso a negocios y oficinas.
Entre otras obras póstumas de Thomas Wolfe, que murió muy joven, se conoce otra a la que solemos hacemos mención cada vez que tenemos en este programa la ingrata tarea de comunicar la muerte de alguien: La orgullosa hermana muerte.
MVB JL
