Tom Cruise no podría haber elegido un método más espectacular para promocionar su última película. A los 59 años, el protagonista de Top Gun: Maverick pilotó un helicóptero que hizo aterrizar en la cubierta de un portaaviones. Pero tiene algo más en mente.
En mayo de 2020, la NASA confirmó que trabajaba junto al actor en un proyecto conjunto, que lo convertiría en la primera persona en rodar una película en el espacio. Sería en un set inflable adosado a la Estación Espacial Internacional (EEI) y, como no podía ser de otra manera, en sociedad con Elon Musk, dueño de la nave Crew Dragon que lo llevaría hasta allá.
Yulia Peresild es la actriz rusa que le ganó a Tom Cruise, a Elon Musk y a la NASA
La película estará dirigida por Doug Liman, que ya dirigió a Cruise en Edge of Tomorrow. En enero, algunos reportes indicaron que el proyecto estaba en pausa dadas las dificultades de conseguir un seguro, mientras que sobre el guión apenas se conocía una breve descripción del protagonista: “Un tipo con mala suerte que se encuentra en la posición de ser la única persona que podría salvar la Tierra”.
Pero cuando parecía que Cruise sería el primero en rodar una película en el espacio, el veterano cosmonauta Anton Shkaplerov y la actriz Yulia Peresild llegaron a la EEI para filmar segmentos de Challenge, un largometraje sobre una cirujana que tiene que operar a un cosmonauta cuya condición médica le impide regresar a la Tierra. Los viajeros llegaron a la estación en octubre pasado y rodaron durante 12 días. “No nos dio tiempo a hacer todo lo que queríamos -contó Peresild-. Fue a toda velocidad, despegamos y ya de vuelta otra vez”.
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Además de seguir órdenes de los astronautas, el equipo debió improvisar planos nuevos, ya que los actores no podían desplazarse como lo habían imaginado. “No dejo de agarrar los objetos con las manos porque me da la sensación de que van a salir volando”, reconoció la actriz dos días después de volver a pisar nuestro planeta.
Más allá de los contratiempos, hubo motivos para el festejo ruso. Cincuenta y dos años después de la epopeya del Apolo 11, por fin pudieron disfrutar de una revancha simbólica en la nueva -aunque mucho más inofensiva- guerra de las galaxias.
AVS PAR