Casación confirmó la condena a un exjefe aeronáutico por torturas y abuso sexual contra Miriam Lewin
El exvicecomodoro Jorge Alberto Espina fue enjuiciado por once casos de torturas y tormentos. Se confirmó su condena a 14 años de prisión.
Titular. La periodista Miriam Lewin, eje de la polémica. |
telam
La Cámara de Casación Federalconvalidó la condena impuesta al comodoro retirado de la Fuerza Aérea Argentina, Jorge Alberto Espina, por los secuestros y tormentos de diez víctimas, así como también por los delitos sexuales cometidos durante la última dictadura y denunciados por Miriam Lewin, actual Defensora del Público.
Los jueces Gustavo Hornos, Javier Carbajo y Mariano Borinsky ratificaron la condena a 14 años de prisión para el ex comodoro,quien está detenido cumpliendo penas por otros delitos de lesa humanidad.
El tribunal evaluó, entre otras múltiples pruebas, el testimonio de Lewin, quien identificó a Espina como una de las personas con capacidad de mando dentro del centro clandestino donde ella estuvo secuestrada.
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La condena, que incluyó la inhabilitación absoluta y perpetua de Espina, fue dictada por el Tribunal Oral Federal 2 por los delitos de “privación ilegítima de la libertad agravada por haber sido cometida por funcionario público con abuso de sus funciones, por mediar violencia y amenazas”, en concurso con “la imposición de tormentos”, y “abuso deshonesto” en perjuicio de Miriam Liliana Lewin y otras diez víctimas.
Jorge Alberto Espina estaba a cargo de dos divisiones de la Jefatura II de Inteligencia de la Fuerza Aérea y se desempeñaba en el centro clandestino de detención conocido como Virrey Cevallos, en el barrio porteño de Monserrat.
Lewin fue secuestrada en mayo de 1977 en el cruce de la avenidas Crovara y General Paz cuando tenía 19 años y trasladada al centro de detención clandestino, donde estuvo cautiva en condiciones de aislamiento. Desde allí, los represores la entregaron a personal de la Armada, que la condujeron a la ESMA, donde permaneció como prisionera ilegal hasta 1979.
"En el ámbito de lo que son las violencias sexuales recibidas en los centros clandestinos de detención, como la desnudez, los manoseos, los insultos, la tortura en los genitales, no necesariamente las violaciones, todo esto tiene que ser denunciado. Durante demasiado tiempo lo callamos o lo tuvimos naturalizado", había expresado la defensora del Público tras el anuncio de la condena.
