Ante el aislamiento obligatorio, los administradores tuvieron que reorganizarse para seguir prestando servicio. A su vez, durante todo el año pasado se enfrentaron a grandes desafíos. Entre ellos, armonizar las relaciones entre los vecinos; el personal; manejar las tensiones propias del inicio de la cuarentena; implementar protocolos y comunicarlos correctamente a los actores del consorcio; repriorizar los gastos de mantenimiento por la incertidumbre, las dificultades operativas y controlar la morosidad. Como si fuera poco, tuvieron que adaptarse también al home office y, en muchos casos, acelerar su digitalización para operar en el nuevo contexto.
Uno de los puntos más valorados fue la digitalización del contacto con vecinos, que sin dudas representó un desafío para muchas administraciones. Desde el inicio de esta pandemia entendimos que era el momento de aportar al sector. Por eso, hicimos foco en solucionar los problemas más importantes de los consorcios desde nuestra tecnología y pusimos a disposición varias versiones gratuitas que atienden temas que se volvieron críticos en la pandemia y en la nueva normalidad, como la comunicación con los vecinos y la gestión de turnos para los espacios reservables.
Cómo es el protocolo para el uso de los espacios comunes en edificios
Mantener el diálogo hoy es más sencillo utilizando tecnología. De hecho, en muchos casos el vínculo se hizo más fluido entre el administrador, el consejo de propietarios y los vecinos porque ya no tienen que esperar a las tradicionales reuniones de consorcio, sino que establecieron nuevas formas para mantenerse al día con las novedades y necesidades de la “nueva normalidad”. No hablamos de más comunicación, sino de mejor comunicación.
De cara a este nuevo año que comenzó, queda claro que se estableció una mayor demanda de información por parte de los propietarios e inquilinos y que, para resolverla, los envíos de información de las novedades en forma digital a través de una plataforma permiten dar rápida respuesta.
Top five de conflictos generados entre vecinos durante la cuarentena
A pesar de las dificultades del contexto, también surgieron oportunidades: se hizo realidad un aprendizaje profundo sobre el uso de nuevas tecnologías y de simplificación de hábitos de pago y de consultas varias, que antes llevaban mucho tiempo y obligaban a la gente a movilizarse todo el tiempo. Por ejemplo, observamos que este año se incrementó significativamente el pago de expensas a través de la app y el uso de las votaciones online, que no reemplazan asambleas, pero sí muchas reuniones de consorcio que son evitables.
Y ante todos estos temas, si hay algo que quedó en claro es que todas las generaciones que conviven en un mismo edificio aprendieron a desmitificar la idea de que “el cara a cara” es irremplazable o que los adultos mayores quedan afuera de la digitalización del consorcio. El cambio de paradigma hacia el uso de herramientas digitales es un hecho. Cada vez más los vecinos prefieren resolver todo en forma online. Dejó de ser un “capricho de millennials”.
Consorcios, anticipando el desafío que viene
La tecnología llegó para enseñarnos a eliminar la fricción y “jugar en equipo”. Es difícil la coordinación, pero las herramientas digitales aportaron facilidades para lograr que todos estén informados, que puedan expresar su opinión y tengan acceso a la información. Esa es la mejor manera de abonar el respeto por nuestros vecinos y así transformar el concepto “frío” de consorcio en algo mucho más cercano al de comunidad.
* Albano Laiuppa. Economista. Director de ConsorcioAbierto.
