A poco de concluir el 2021, a 50 años de la exhibición de Identificaciones del pintor argentino Ernesto Deira en Santiago de Chile, los hijos del artista firmaron el acuerdo para el retorno de la obra a la de nuestro país. Se trata de la culminación de dos décadas de esfuerzos diplomáticos en la historia democrática de Chile y Argentina.
Compuestos por siluetas blanquecinas sobre fondos negros y rastros rojos, los cuadros de la serie Identificaciones fueron pintados en el impulso de la misma noche de acuerdo al testimonio de su amigo, el artista Américo Castilla.
Fueron creados en el período posterior a la disolución del Grupo Nueva Figuración, que Deira conformó junto a Luis Felipe Noé, Rómulo Macció y Jorge de la Vega entre 1961 y 1965. La culminación de esta experiencia lo lanzó hacia un “proceso de depuración de la figura”, como lo señala en el 2006 Mariana Marchesi en el catálogo de una muestra retrospectiva del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA): “trabajando ahora con pintura acrílica, la silueta vuelve a delinearse diferenciándose del fondo”.
Exhibida por primera vez en 1971 en la Galería Carmen Waugh en Buenos Aires, Identificaciones viaja ese mismo año a Santiago de Chile, donde permanece unos años y atestigua el golpe de Estado a Salvador Allende en 1973. Se supuso perdida o destruida por la dictadura de Pinochet hasta que, en el año 2003, Luis Felipe Noé la localiza en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de la Universidad de Chile. En ese momento la familia de Deira impulsa su restitución, en la que intervienen las representaciones de ambos países. Al actual embajador Rafael Bielsa lo precedieron Ginés González García y José Octavio Bordón. Aquí un dato coincidente: el exgobernador mendocino preside el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales, institución a cargo de una colección de arte que guarda obras de los principales referentes abstractos contemporáneos a Deira. ¿Qué une y separa al abstracto Juan Del Prete exhibido en las salas del Consejo, de Ernesto Deira?
Se inauguran dos exposiciones para mantener viva la memoria
Entre los quiebres y continuidades de la trayectoria de Deira, desde su participación en el grupo neofigurativo y su itinerario posterior, reside la estrategia de una resistencia ante la antinomia entre la abstracción y la figuración para tensar y denunciar la irreductibilidad de lo irreparable. Volverá a exhibirse en el MNBA una serie que marcó a la carrera del artista, pero también a la década. Como lo destacó el crítico Basilio Uribe en 1971, encontraremos a un Ernesto Deira “nunca [antes] más directo que en esas telas”.
Homenaje al Prof. Dr. Arturo Berenguer Carisomo en el Gran Café Tortoni
La acción de la familia del pintor y de las representaciones de ambos países constituyen un hito en la historia del patrimonio artístico argentino para mantener vivo el crucial legado del artista. Se abre el camino para el regreso de una serie que, atravesada por la década del 60, nos arroja a un ejercicio de reflexión sobre nuestro pasado de cara al futuro. Somos, de esta manera, testigos de un doble movimiento de construcción de memoria.
* Carla Gebetsberger. Maestranda en Gestión de la Cultura por la Universidad de San Andrés.
