OPINIóN
Sociedad

Dar respuesta a las nuevas generaciones

“Lo urgente hoy son las nuevas generaciones” sostiene la autora y analiza el modo en que se educa y se forma a los bebés, futuros adultos. “El peligro de todo es que el sujeto contemporáneo es incapaz de sostener vínculos profundos”. Cómo se puede revertir desde la infancia.

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ENCUESTA. El 89% de los hombres cree que hoy se involucran más activamente en la crianza de sus hijos. | Freepik / Entrevistados /Cedoc

Estamos vivenciando una crisis, consecuencia de un derrumbe en nuestro mundo, la caída de un paradigma conocido y seguro; el orden simbólico que regía la manera de significar nuestras experiencias se ha desordenado. ¿Cómo se inscribe la cultura actual en la subjetividad? ¿Cómo incide la subjetividad actual en la cultura?

Los ideales son performativos se inscriben en el psiquismo como la huella del discurso social, las referencias desde donde significamos el mundo, modificando nuestra subjetividad, nuestro modo de pensar y sentir. Todo ideal se ajusta a un modelo de perfección, devaluando la imperfección.

Un discurso que plantea la significación de las diferencias desde un esquema jerárquico, en el cual, uno de los términos, es marcado positivamente y el otro queda afectado de negatividad, obstaculiza la valoración de la singularidad, la alteridad y las diferencias, obstaculiza ser, sobre todo en las adolescencias actuales, donde la exposición es más alta.
¿Los adolescentes de hoy valoran el sujeto real o el idealizado?, los adolescentes aún hoy rinden culto, a la imagen idealizada, de un ser que debe exhibir plenitud, éxitos, felicidad, perfección, fortaleza y debe ser exitoso en las redes.

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El consumo de redes son sus espejos, quedando diluida su propia identidad y dificultándose, el ser y no caer en la tentación de ser en otros, que lo seducen y lo exponen a una insatisfacción permanente.

Los adolescentes en sus relatos evidencian la relación entre el ideal grandioso de deber ser para pertenecer y su realidad en falta de grandiosidad devaluada por el discurso.

Que el teléfono sea para comunicarnos y no gobierne nuestras vidas

Cuando uno los escucha, los observa, cuando uno ve los hechos, la violencia, la soledad de muchos consumidos en sus habitaciones, cuando uno ve que existen apuestas on line desde la niñez, que los trastornos alimenticios han crecido, que se duplicó la tasa de suicidio en jóvenes, debe darnos un parámetro de que algo no anda bien, que lo epocal está haciendo impacto en esta etapa y que debemos al menos preguntarnos qué está pasando.

Cuando el tener es un requisito para ser, se construye un modo de existencia que no ofrece herramientas simbólicas para el reconocimiento y la valoración del ser singular, deseante.

Cuando no saben renunciar, cuando el yo es limitado, a lo que el mercado demanda, cuando no soportan la falta, cuando uno ve que se exigen silenciar la falta, para entonces así pertenecer al mundo que les aparece idealizado, uno sabe que la desilusión, sumada a la baja capacidad de tolerar la frustración, los hará caer en actos de exposición más cercana a la pulsión de muerte que de vida.

Cuál es entonces el diagnóstico, tal como lo plantea el autor surcoreano, filósofo y ensayista Byung- Chul Han, en sus diferentes obras, la sociedad actual, padece de sobreabundancia de positividad, de una gran fatiga digital y de una pérdida de la vida contemplativa y yo le agrego que muchas veces es una sociedad , más cercana al vacío, donde busca irremediablemente el tapar el deseo de ser feliz, por encontrar en forma instantánea la satisfacción, donde el esfuerzo parece no tener sentido, donde lo material se transforma en una seducción permanente y donde la falta de sentido de vida es una moneda corriente.

Los niños y los adolescentes tienen derecho a ser criados en la verdad

Ésta sociedad del vacío, donde lo volátil, lo incierto, lo ambiguo, lo complejo es todo lo que hoy tenemos, en todos los sentidos, tenemos que saber que esto impacta en nuestros jóvenes, que presentan una fragilidad estructural significativa, donde los mismos experimentan una angustia intensa y con gran dificultad para gestionar sus emociones, lo que puede llevar a la impulsividad y a conductas autodestructivas.

Esto se manifiesta en patologías graves como la anorexia, la bulimia, la toxicomanía o la psicosomática o la ludopatía, donde la conducta tiene una necesidad inmediata y destructiva.

Las identidades de nuestros adolescentes, están machucadas, debemos reforzar su musculatura emocional, debemos hablar de su sufrimiento, o de una sociedad, que evita poner en palabras que está triste, porque confunde ser frágil con no tener poder o no servir.

Nos enfrentamos a una sociedad que se encuentra en un agotamiento, en un estado de shock, o de stress de disociación, dado por la sobrecarga de información, donde cada vez más se privilegia dado las grandes demandas, redes, ruidos, salidas, lo superfluo y no trabajar por lo profundo, por el sentido de vida, las personas sobrecargan su psiquis a través de lo efímero y no sobre lo auténtico.

La felicidad entonces se les vuelve inalcanzable, el imperativo social es “sea feliz siempre y ya”, ser visto, exhibirse, da poder y no animarse o renunciar a ello, supone para muchos quedarse afuera.

Por eso hoy hablamos de una sociedad del vacío, el vacío contemporáneo es un fenómeno estructural, nos compete a todos, no es individual, la falencia es la pérdida de referencias simbólicas , pérdida de referencias, que genera búsquedas de endiosar a internet, declarar a google como médico, a las redes como todo lo que es la vida.

Es desde esto que lo que predomina es una sociedad pasiva, anestesiada, como una nueva modalidad subjetiva, la pasividad es sutil, esta enmascarada, en una sociedad del cansancio, en donde creo que tomo decisiones, pero no tomo ninguna, son los algoritmos los que deciden por mí.

El peligro de todo es que el sujeto contemporáneo es incapaz de sostener vínculos profundos, por ende, cae en peleas, en heridas y si te torna violento sus encuentros, ya que no sabe relacionarse, queda detenido en un espejo único que le devuelve una imagen falsa que cree que es a su medida, no a la que debe ser.

Por todo esto, lo urgente hoy son las nuevas generaciones, 1000 días para los primeros años de vida de acompañamiento de la sociedad toda, escucha, educación, juego y tiempo para la niñez, contemplación, manos, escucha atenta, tiempo para acompañarlos a volar, a trabajar proyectos de vida, a enseñarles a tomar decisiones, a salir de las pantallas, a entender el valor del cuidado del otro, a presentarles ideales reales, a ayudarlos a discernir lo bueno y lo malo del limbo digital, a nuestros jóvenes.

Si todo esto lo logramos, si hacemos sujetos con apego seguro, si estamos con calidad de tiempo, si la ley es ley, si la confianza en ellos, es su valor, entonces haremos nuevos impactos, entonces daremos deseo de vida y lograremos cambiar la historia, desde lo simple.

*Dra. Gabriela Renault, Decana de la Facultad de Psicología y Psicopedagogía, de la Universidad del Salvador, Lic. en Psicología y Lic. en Psicopedagogía, Doctora en Psicología y Doctora en Educación, docente Universitaria, Investigadora de Conicet e Universidad, analista.