El 27 de enero se cumplió el 73° aniversario de la entrada en vigor de la Constitución de la India de 1950 (la independencia del Imperio Británico se declaró el 15 de agosto de 1947). Desde entonces se transformó en una nación que ha logrado avances importantes tanto en lo interno como en lo externo.
A fines de 2022, de acuerdo a la estimación demográfica de Naciones Unidas, su población no sólo superó los 1.400 millones de habitantes, sino que incluso es mayor que la de China, quien registra el primer año con decrecimiento poblacional desde que se llevan estadísticas. Una población de ancha base juvenil es hoy una clara ventaja para el desarrollo económico y social. Cuando un país aumenta su edad promedio y proyecta el envejecimiento poblacional, sus desafíos económicos y sociales se agravan, tanto para sostener los sistemas jubilatorios, como en materia inmigratoria.
En segundo término, el PBI de la India en 2022 superó al del Reino Unido –que fue su potencia colonial– y ya es el quinto del mundo, detrás de Estados Unidos, China, Japón y Alemania, y varias veces mayor al que tenía en momentos de su independencia.
En términos militares, es el tercer gasto en el ámbito global, en momentos en que los crecientes conflictos geopolíticos dan a este factor relevancia creciente. Lo es después de EE.UU. y China. Respecto a Argentina, ha presentado una oferta para los cazas multipropósito que debe renovar nuestra Fuerza Aérea.
Asimetría militar entre Rusia y la OTAN
Un tema especial muestra la visión estratégica del país: la carrera espacial. Quizás se trate del tema más importante para la Humanidad en el largo plazo, es decir de acá a 2050, para cuando la presencia humana haya llegado a Marte. En 2023, el programa espacial indio apunta a ser el cuarto país en lanzar astronautas al espacio en forma independiente, después de Rusia, Estados Unidos y, más recientemente, desde 2003, China. El programa Gaganyaan, originalmente tenía como objetivo llevar la tripulación al espacio en 2022 para marcar el 75° aniversario de la independencia india, pero sufrió retrasos, entre otras causas por el covid. El primero de los dos vuelos de prueba sin tripulación es el Gaganyaan G1, que se lanzaría en el último trimestre de 2023, en un cohete LVM 3 apto para transportar personas. El objetivo de la Organización de Investigación Espacial del país (ISRO), de ahí en adelante, es avanzar hacia un primer vuelo tripulado, hoy programado para el cuarto trimestre de 2024.
Pero se trata también de la mayor democracia del mundo. Vota en la India el 70% de su población, más que Estados Unidos, Europa y América Latina en conjunto. El monitoreo de la calidad democrática que realizan universidades estadounidenses y europeas muestra que el funcionamiento del sistema democrático indio es similar al que en América Latina tienen Brasil, Argentina o Colombia.
Desde este punto de vista, India rompe la tesis que señala que la democracia sólo funciona en Occidente y que el autoritarismo es el régimen que caracteriza a Oriente. Pero que India sea una democracia no es sólo importante en función de su relación con Occidente. También lo es respecto a la democracia como sistema político global, en momentos en que los pueblos occidentales muestran cuestionamientos al funcionamiento de sus sistemas políticos.
Que un economista de familia india, que practica la religión hindú y está casado con una mujer nacida en la India haya sido elegido primer ministro de Inglaterra por el Partido Conservador, es un hecho relevante por el pasado colonial. Al mismo tiempo, esta nacionalidad es la que tiene más CEO’s al frente de las empresas globales.
India se ha mantenido neutral frente a la guerra entre Rusia y Ucrania: cuestiona la invasión a la última por violar el principio de soberanía, pero a la vez no se suma a las sanciones económicas hacia la segunda. Es la misma posición que mantiene América Latina y el Caribe como conjunto y la casi totalidad del mundo emergente.
En septiembre de 2023 se confirmará el rol global de la India. Se realizan dos cumbres globales en Nueva Delhi: la del G20, que integran los países más importantes del mundo, y la del Grupo de Shanghai, compuesto por las potencias asiáticas.
Desde el punto de vista interno, en las últimas décadas la India ha mostrado capacidad de manejar un problema como es la minoría musulmana, que supera los doscientos millones de habitantes. Mientras en muchos países del mundo el extremismo islámico se manifestó con hechos terroristas, la India logró controlar el problema.
Por último, respecto a la Argentina, es un destino creciente de nuestras exportaciones, mientras que para la India, nuestro país puede ser destino de inversiones y no sólo de comercio. Pero el éxito de la Argentina en el Mundial de Fútbol mostró manifestaciones populares de regocijo y apoyo en varias regiones de la India. No es una anécdota, sino una evidencia de que esta potencia asiática es un ámbito que abre posibilidades también para el desarrollo del “soft power” de Argentina, como lo hace la India con los valores de su religión, historia y cultura.
*Director del Centro de Estudios Nueva Mayoría.