OPINIóN
Perder a los padres

Iniciar la sucesión: entre el dolor y lo que debemos hacer

La vida nos pide que pongamos las cosas en orden en cuanto a lo emocional, mientras que el sistema, indiferente a los sentimientos, nos obliga a poner los papeles en regla para poder vivir en paz con el Estado.

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Tristeza | Pixabay

Al dolor que genera la pérdida de los padres se suma, al menos en la Argentina, el calvario y la injusticia que nos hace vivir el Estado. Pero aún más molesto se hace al ver que la clase política no contribuye en nada para revertir esa situación.

Una vez que uno despide a sus padres se ve obligado a seguir adelante, aunque en muchas oportunidades no tenga la fuerza para hacerlo. Ahí siempre están los afectos, pero no el Estado.

La vida nos pide que pongamos las cosas en orden en cuanto a lo emocional, mientras que el sistema, indiferente a los sentimientos, nos obliga a poner los papeles en regla para poder vivir en paz con el Estado.

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En consecuencia debemos iniciar la sucesión. El tiempo que puede tardar nunca se sabe, pero seguro que no será un día, una semana o un mes.

Me pregunto por qué hay que pasar por esa situación si el Estado tiene la partida de nacimiento de nuestros padres como también el acta de matrimonio y sus partidas de defunción. Pero no sólo eso, también tiene la partida de nacimiento de cada uno de nosotros donde figura el nombre de nuestros padres.

El Estado puede trazar la línea de tiempo y saber en tiempo real quienes son los herederos que están legitimados ante la ley por los documentos que el mismo genera. Pero indudablemente no está capacitado.

 

 

 

Conjuntamente con toda la documentación mencionada, el Estado tiene la información bancaria y la de todos bienes registrables como propiedades y automotores. Así además de saber quiénes son los herederos sabe qué es lo que uno debe heredar.

En esta instancia, me pregunto por qué uno debe hacer trámites y pagos por la información que ya tiene el Estado. La sucesión de nuestros padres, en especial, deberían ser automáticas y gratuitas. Pero también pienso la de un hermano que no tuvo familia. El Estado en ese caso sabe que la persona no se caso ni tuvo hijos. 

Un abogado tendría que intervenir sólo cuando alguien, como un hijo extra matrimonial, quiere reclamar su parte de una herencia. Pero los herederos que están en los documentos que genera el Estado no deberían hacer ningún trámite ni abonar nada. A más tardar en un mes tendría que estar toda la sucesión hecha y los bienes a nombre de los herederos legitimados ante y por el Estado.     

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Necesitamos un Estado más ágil y eficaz acorde a los avances tecnológicos de estos tiempos, y no un Estado recaudador que lo único que hace es estar detrás de aquellos que mes a mes pagan sus impuestos, en lugar de perseguir hasta el último rincón a los que evaden sus obligaciones.

¿Alguna vez a los políticos del oficialismo y de la oposición pensaran en hacerle la vida más fácil y menos traumática a los ciudadanos? No creo.