OPINIóN
Educación y pandemia

La socialización virtual como condición de posibilidad del aprendizaje

Internet ya no es sólo una red de interconexión de bits sino también de ideas, de emociones, de experiencias y de episodios significativos.

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Videollamada | Matilda Wormwood / Pexels

Aislamiento físico, no social

Habiendo transitado ya un largo tiempo de cuarentena -o de Aislamiento Social Preventivo Obligatorio (A.S.P.O.)-, descubrimos que, en realidad, nuestro aislamiento no es estrictamente social sino físico. ¿Por qué? Porque seguimos socializando gracias a las herramientas digitales que nos brinda la tecnología y, día a día, lo aprendemos a hacer cada vez mejor. De este modo global, colectivo y gradual, estamos construyendo una nueva Sociedad que ya no es solamente “de la Información” sino también del Conocimiento, del Trabajo, de las Experiencias, de las Emociones y de los Sentimientos, porque, en definitiva, todas estas expresiones son formas de Comunicación y la Comunicación es, sin dudas, la instancia más constructiva, eficaz y evolucionada de la socialización humana.

Por estas razones, Internet ya no es sólo una red de interconexión de bits sino también de ideas, de emociones, de experiencias, de episodios significativos, de trabajos y de aprendizajes. Asimismo, Internet no es ya exactamente una mera representación digital del mundo físico, sino una modelización tecnológica de nuestro propio mundo mental y emocional. Por otra parte, tampoco Internet es estrictamente "artificial" porque, antropológicamente hablando, es inherente a la naturaleza humana, desde tiempos inmemoriales, crear herramientas y que esas herramientas sean útiles para “reducir limitaciones y distancias”, "llegar más lejos", "ir más allá", "estar en contacto con otros", “comunicar y congregar gente”. La diferencia está en que esas herramientas ya no son de piedra, de madera, de metal o analógicas sino digitales.

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Nuestro aislamiento físico ha potenciado nuestra necesidad de socializar a través de herramientas digitales y nos ha hecho redescubrir y revalorizar la importancia que tiene vivir en sociedad y circular libremente. Por eso, por nuestra seguridad y por nuestra salud física, mental y emocional, la tecnología nos permite aislarnos físicamente y, a la vez, socializar para estar conectados con nuestros afectos, con nuestros intereses y con nuestras responsabilidades laborales y, especialmente, con la enseñanza y el aprendizaje.

 

El gran desafío actual de la educación terciaria

Cada nivel de enseñanza tiene sus particularidades y, por lo tanto, requiere de estrategias y soluciones a la medida de sus objetivos y de sus problemáticas. Sin embargo, en este contexto de virtualidad, la educación terciaria implica un desafío mayor. Es propio de la educación terciaria, encuadrada dentro de lo que se conoce como “tecnicaturas”, la formación práctica, la inserción progresiva y programada del alumno en el concreto mundo del trabajo y la incorporación de habilidades “técnicas” que le son propias a la profesión y para la que se prepara al futuro egresado.

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Esto es así porque lo que la caracteriza no es el conocimiento teórico, es decir, “el saber sobre” determinados contenidos y temas, sino más bien el conocimiento práctico, “el saber hacer”. Por citar algunos ejemplos, en las tecnicaturas del área de la Publicidad y la Comunicación, no se cumplen los objetivos del proceso enseñanza-aprendizaje consiguiendo solamente que los alumnos “sepan sobre” campañas de comunicación, sino logrando que los alumnos “sepan hacer” campañas de comunicación. Lo mismo podríamos afirmar que ocurre en otras carreras: los alumnos deberán “ser capaces de” realizar con idoneidad, por ejemplo, un plan comercial o un plan de negocios para ser aprobados y adquirir las habilidades y las competencias que son requeridas en sus respectivas profesiones.

Más arriba decíamos que en este contexto de virtualidad educativa y de aislamiento “físico” obligatorio, las tecnicaturas tienen un enorme desafío. Esto se debe a que la formación práctica y técnica requiere de un grado más alto de socialización que la formación teórica tradicional porque el dictado de las clases, lejos de ser unidireccional, es multidireccional y sinérgico, requiriendo de la continua interacción de docentes y alumnos. Además porque en las tecnicaturas es necesario que los alumnos realicen trabajos prácticos que les permitan incorporar y aplicar conocimientos y ejercitar y desarrollar destrezas técnicas, tanto dentro de la clase a través de la modalidad aula-taller como también fuera del horario de clases.

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Esa necesidad de socialización se ve también potenciada por el hecho de que los alumnos deben funcionar y organizarse como equipos de trabajo, muy similares a los que se desenvuelven en el marco de una profesión y porque los profesores, deben gestionar y supervisar su correcto funcionamiento en pos de que los roles individuales y la productividad grupal estén en equilibrio y enfocados en los objetivos específicos que plantea cada asignatura.

Esa fuerte demanda de socialización en la educación terciaria además está determinada en el Plan de Estudios y es constitutiva del Currículum ya que es menester que los estudiantes tomen contacto asiduo con el mundo real del trabajo en la profesión específica en que forma la carrera. En concreto, un alumno que cursa la tecnicatura de Publicidad se vinculará a través de ella con las agencias de publicidad, con las agencias creativas, con las agencias digitales, con las agencias de medios, con los departamentos de Publicidad de los medios de comunicación, con los departamentos de Publicidad de las empresas anunciantes, con las productoras audiovisuales y gráficas, es decir, con todas aquellas empresas publicitarias donde se desarrolla la actividad profesional.

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Ese contacto con el mundo del trabajo y con los distintos ámbitos profesionales está siempre mediado pedagógicamente por el equipo docente y coordinado y programado por las direcciones de carrera, lo que hace que también se requieran de tareas de socialización académica y profesional de parte del equipo docente para poder organizar en tiempo y forma las actividades prácticas, los trabajos de campo, las pasantías y las prácticas profesionalizantes que están establecidas en el Plan de Estudios.

Por lo tanto, hoy el gran desafío de la educación terciaria es obtener sin contacto físico, de modo remoto y sólo con herramientas digitales, altos resultados académicos con la mayor socialización virtual formativa posible, para poder cumplir los objetivos curriculares preestablecidos en el Plan de Estudios, en medio de una estricta y extensa situación de Aislamiento Social Preventivo Obligatorio (A.S.P.O.).

 

 

* Hernán Tejerina. Técnico Superior en Publicidad. Director de la carrera de Publicidad de la Fundación de Altos Estudios en Ciencias Comerciales y Asesor en Comunicación 360.