Cuando de niños leíamos esas historias futuristas de ciencia ficción nos preguntábamos si esas maravillas algún día llegarían a nuestras vidas y hoy, debemos decir que el futuro ya está con nosotros y nos irrumpió de una manera tan potente que todavía cuesta asimilarlo.
Ya hablamos con cotidianidad de teletrabajo, criptomonedas, e-commerce, todas terminologías que comenzaron a popularizarse en esta joven década y que se han instalado en el mundo laboral, comercial y financiero. Pero ninguna hará tanto ruido como la creciente Inteligencia Artificial (IA).
Esta tecnología que hace que una máquina pueda imitar la mente de una persona y tenga la capacidad de auto adquirir conocimiento está ingresando al mundo laboral para cambiarlo todo. Desde un robot haciendo el trabajo de un obrero como los de la firma Boston Dinamyc, al famoso Chat GPT dando una clase magistral de lo que le pidan como el mejor catedrático de Harvard.
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Esto hace que nos preguntemos cuáles serán los trabajos que pasen a manos de estas máquinas “pensantes” y que le queda al humano para ganarse el sustento. Para ello veamos dos claves que nos anticiparán el porvenir laboral.
Empleos repetitivos
Todo empleo que sea automático, es decir, repetitivo, será potestad de las máquinas. Al respecto, Bill Gates afirmó recientemente en una entrevista en Forbes: “La mayoría de los futuristas que han analizado la llegada de la IA han dicho que los trabajos manuales y físicos repetitivos serían los primeros trabajos en verse afectados por la IA. Y eso definitivamente está sucediendo, y la gente no debería bajar la guardia ante eso”.
Cada vez más empresas optan por esta vía que, además, suele ser más económica. Por ejemplo, BuzzFeed, empresa estadounidense dedicada al seguimiento de contenido viral despidió al 12% de su personal, unos 180.000 trabajadores y los reemplazo con IA. “Se calcula que unos 4 millones de empleados administrativos de Estados Unidos perderán su puesto de trabajo antes de que termine el año", asegura Craig Le Clair, analista de Forrester Research.
Sin embargo, no todo está perdido para aquellos que tienen este tipo de tareas. Leslie Willcocks, de la London School of Economics, que ha estudiado la tecnología conocida como "automatización del proceso robótico", asegura que “la mayoría de las empresas utilizan esta tecnología para automatizar los aspectos más tediosos, pero manteniendo al personal” para que trabajen junto a los robots y, de esta colaboración, surjan cosas más interesantes.
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Así es, el valor humano cobrará una importancia mayor en estos tiempos. Una IA podrá dar un diagnóstico médico con exactitud, pero jamás contará con la empatía que un especialista en medicina pueda ofrecerle a su paciente.
La falta de capacidad
Otro factor que ha inclinado la balanza a favor de la IA es el inesperado fenómeno de la falta de capacitación. Hoy en el mundo no falta en absoluto la oferta de empleo, pero sí encontrar al aspirante capaz de llevar a cabo el trabajo.
Ante esto, las empresas ven con buen ojo animarse a incorporar a la IA en esas áreas que escasea la mano de obra calificada. En el último año, muchas compañías han empezado a probar el software robotizado en una o dos áreas administrativas. UiPath -empresa unicornio especializada en este tipo de servicios- indicó que su número de clientes aumentó de 100 a 700 el año pasado, y que BMW, Huawei y Sumimoto Mitsui Banking Corp comenzaron a usar su tecnología.
Por eso, hoy más que nunca es importante la capacitación continua y la adaptabilidad a estas tecnologías para sobrevivir en el mercado laboral. Julián Messina, especialista líder del Departamento de Investigación del Banco Interamericano de Desarrollo aconsejó “lo mismo que le digo a mis hijos. Que se especialicen en dos cosas: o bien, en algo que se complemente con la inteligencia artificial como la capacidad de resolver problemas, o en algo que las máquinas difícilmente van a poder sustituir como la empatía hacia otro ser humano”.
Todo lo que sea trabajo interpersonal que requiera comunicación, no solamente verbal, sino también no verbal, va a ser muy difícil que lo sustituyamos con máquinas, por eso es indispensable que las personas vean esto como algo fundamental a la hora de buscar trabajo.
La virtud del recrearse
Inexorablemente, habrá empleos que desaparezcan o muten o sean exclusividad de las máquinas, pero, así como ocurrió con la revolución industrial, las personas debemos armonizar con este nuevo entorno.
Cuando un reparador de carretas vio a los autos invadir las calles, se transformó en mecánico y dejó de reparar ruedas de sulkies para ponerle neumáticos a un Ford. Así también, en estos tiempos de aires nuevos, nos reconvertimos para aprender nuevas maneras de conseguir el pan, algo que ninguna IA todavía es capaz de procesar.
*Horacio Llovet es CEO de Nawaiam.
