Los intentos del gobierno de Lula para evitar la guerra entre Venezuela y Guyana

La disputa por el territorio de Esequibo, que representa el 70% de Guyana –ex colonia británica—y que reclama Venezuela, es uno de los temas más urgentes en esta cumbre 63 del Mercosur. El temor por un eventual estallido de un conflicto armado llevó hoy al presidente brasileño Lula da Silva a pedir el apoyo del bloque para la pacificación. Fue clarísimo: “Nosotros acompañamos ese conflicto con creciente preocupación y creemos que Mercosur no puede permanecer ajeno”. Propuso entonces debatir entre los jefes de Estado una declaración conjunta a ser difundida rápidamente.

“Nosotros queremos que América del Sur sea una zona de paz. Y pedimos también que junto con la CELAC (Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe) y la Unasur, podamos intervenir para crear un diálogo entre las partes. No precisamos de guerra en nuestra región”. En la visión del gobierno brasileño, el conflicto revivido a partir de la demanda de “reintegración” de la parte occidental de Surinam al mapa venezolano, “ya es el inicio de una guerra”, según diplomáticos consultados por esta periodista. “En absoluto se puede descartar que esto derive en un enfrentamiento armado; por el contrario, la mayor probabilidad es que asistamos a alguna confrontación” indicaron las fuentes.

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Si bien el área en controversia tiene varios siglos de historia, las opiniones se dividen a la hora de analizar la revitalización del altercado. Para algunos se trata de demandas por los yacimientos petroleros de la región, explorados por compañías norteamericanas. Para otros, en cambio, estaría en juego la preservación del control durante 2024, año de las elecciones presidenciales.  Para Brasil, lo que ocurra en esa franja territorial sudamericana puede ser de enorme incidencia: es que Esequibo limita exactamente con el territorio del Norte brasileño.

En Georgetown, la capital de Surinam, pueden apostar a llevar esta desavenencia al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Ante ese agravamiento del escenario, el gobierno de Lula pretende apurarse para garantizar que sea la vía sudamericana la que trate y resuelva la situación. No fue casualidad en este contexto, que al inicio de su discurso inaugural el canciller Mauro Vieira haya mencionado la existencia de “un mundo conturbado por tantos conflictos”. Y en ese sentido ha dicho que “es siempre importante recordar la contribución del Mercosur a mantener América del Sur como la zona de paz más extensa del planeta”.

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Para Lula, al igual que para su ministro de Relaciones Exteriores, “mantener la paz es esencial para el desarrollo económico. Debemos insistir en el diálogo para que nuestra región continúe por ese sendero”

PM / Gi