OPINIóN
Pandemia

Transformar el sistema desde las escuelas

Uno de los mayores aprendizajes de estos meses, es la capacidad de los equipos directivos y docentes para reconfigurar una nueva experiencia de escuela, muy distinta a la presencial, que todos conocimos.

videollamada-terapia-online-pexels
Videollamada | Matilda Wormwood / Pexels

El impacto de la pandemia en la educación es aún difícil de dimensionar. Según datos suministrados por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), se estima que a nivel nacional serían cerca de 1,5 millones los estudiantes que se verían desvinculados de la escolarización en los diferentes niveles educativos, tanto en la gestión público como privada, y de zonas urbanas y rurales.

¿Pueden las escuelas diseñar alternativas para mitigar ese impacto? ¿De qué modo podemos evitar que nuestros estudiantes abandonen sus estudios? ¿Cómo podemos reinventar nuestra manera de gestionar las respuestas a la heterogeneidad y desigualdades al interior de nuestras aulas? ¿De qué modo podemos actuar para no quedar atados a las definiciones de los marcos de acción de las políticas públicas? ¿Cómo pueden colaborar los diferentes sectores para mejorar la educación en sus territorios?

En los últimos siete meses, las escuelas de todo el país han debido enfrentar condiciones disímiles, inequitativas y desiguales para garantizar continuidad pedagógica, en un escenario marcado por el aislamiento social, preventivo y obligatorio, y la educación remota en emergencia.

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

La normativa ministerial y la presencialidad remota en la educación universitaria

En este contexto, emergieron procesos de transformación que en otros tiempos hubieran sido impensados. Asimismo, y más allá de los esfuerzos gubernamentales, docentes, directivos, estudiantes y familias debieron encontrar juntos los modos de sortear estos desafíos y conformar una red de contención que garantizara la continuidad pedagógica.

Uno de los mayores aprendizajes de estos meses, es la capacidad de los equipos directivos y docentes para reconfigurar una nueva experiencia de escuela, muy distinta a la escuela presencial, que todos conocimos. Se movilizaron recursos internos y las escuelas desarrollaron nuevas intervenciones creativas capaces de vehiculizar la enseñanza y el aprendizaje, en un contexto dinámico marcado por la incertidumbre. La adaptación a estos cambios, abre nuevas preguntas y nuevos marcos mentales para imaginar otro modelo escolar posible, diferente al tradicional. Estamos frente a la oportunidad de un cambio cultural, y este momento nos llama a tender redes, a asumir desafíos y con creatividad construir soluciones colaborativas y plurales, porque lo que está en juego es el presente y el futuro de la educación de nuestro país.

Y es así como en este escenario marcado por la intensidad de dar respuesta a los desafíos emergentes, convocamos a escuelas de todo el país a una instancia de trabajo en red para el diseño de proyectos de innovación educativa contextualizada, liderados por los equipos directivos. Durante dos meses, 4.757 educadores, de 101 escuelas de 16 provincias, compartirán experiencias, pensarán juntos y diseñarán procesos de transformación institucional que impactarán en unos 43.000 estudiantes.

Capacitan a 25 mil docentes en tecnologías digitales para la enseñanza

Atentos a las definiciones de las autoridades educativas de cada una de las jurisdicciones, escuelas laicas, religiosas, estatales, privadas, rurales, especiales, técnicas, de adultos, participan voluntariamente de una propuesta intensiva que los invita a pensar la educación pospandemia. De este proceso emerge un movimiento social, desde el territorio y las instituciones, para dar respuestas a los desafíos globales que se han profundizado desde aquel 16 de marzo en el que las escuelas se trasladaron a las casas.

Somos testigos del compromiso social de los educadores, quienes aún cansados y trabajando más horas, no sólo se preocupan por mejorar la escuela, sino que asumen protagonismo para encarar sus propios procesos de transformación para que sus estudiantes sigan aprendiendo.

La Ciudad podría reabrir en noviembre las salas de 5 años en jardines

Si queremos promover experiencias escolares que brinden a los estudiantes la posibilidad de desarrollar las habilidades y aprendizajes necesarios para la vida, en el marco de una cultura colaborativa, abierta y digital, no podemos hacerlo sólo desde el sistema educativo. Empresas, organizaciones y educadores tenemos que colaborar y aportar al diseño de nuevos dispositivos y esquemas de trabajo que permitan ampliar las oportunidades de los jóvenes.

Si estamos juntos como colectivo, como red y como protagonistas, podremos dar respuesta a los retos que trajo la pandemia y también a los que ya estaban presentes en nuestros sistemas educativos. Es fundamental que trabajemos codo a codo para construir una escuela que sea un buen lugar para todos.

 

* Luciana Alonso, directora de Eutopía.