Las elecciones legislativas del año próximo ya se palpitan. El oficialismo busca ampliar la base de apoyo logrando la mayoría en Diputados y conservando su predominio en el Senado. Para la oposición la situación es un poco más compleja: debe evitar la mayoría oficialista en la primera y sumar más bancas en la segunda para no perder competitividad de cara al 2023.
Hoy Diputados funciona con dos minorías: ni oficialismo ni oposición tienen la posibilidad de aprobar por sí solos proyectos. En cambio, la situación en Senado es diferente dado que el Frente de Todos conforma un bloque de 41 legisladores que tiene quórum y mayoría propia.
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Actualmente, los Diputados y Diputadas se conforman por quienes iniciaron su mandato en 2017 y por otros que lo hicieron en 2019. Eso deja al interbloque del Frente de Todos con 51 bancas en juego, al de Juntos por el Cambio con 60, al Federal con 7 y a Unión Federal para el Desarrollo con 6.También están en juego otras tres bancas de la Izquierda y del Movimiento Popular Neuquino.
En el mapa de los escenarios posibles, el más alentador para el oficialismo –que dejaría al gobierno nacional con un Congreso con mayoría absoluta en ambas Cámaras– es que se repitieran las elecciones de 2019, donde podría alcanzar la mayoría simple en la Cámara Baja y por ende también quórum propio. Así obtendría hasta 14 bancas adicionales, totalizando 133 mientras que JxC podría perder 4, hasta 112. Los interbloques 'del medio' también perderían fuerza pasando, el Federal, desde 11 bancas hasta 8 y, UFPD, desde 8 hasta 4.
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Debido a esto, el grupo mayoritario de la oposición, Juntos por el Cambio, se ve en la necesidad no solo de estar unidos con los actuales partidos componentes sino hasta buscar nuevos aliados. Muchos ven en esta línea a sectores del peronismo no kirchnerista.
Por su parte, en el Senado, si bien es el oficialismo es el que tiene más bancas en juego; 15 versus las 8 de JxC, hoy tiene una mayoría 'holgada' con 13 senadores más que la oposición. En 2021, renuevan los senadores de Catamarca, Chubut, Córdoba, Corrientes, La Pampa, Mendoza, Santa Fe y Tucumán. Extrapolando los resultados de 2019, la situación no cambiaría en ningún distrito excepto en Chubut, donde el Frente de Todos actualmente cuenta con tres senadores, dos ingresaron por Alianza Frente para la Victoria y uno por Chubut Somos Todos, con orígenes en el Frente Renovador.
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La oposición podría obtener aquí al menos un senador o senadora y el oficialismo perdería uno. Finalmente, la conformación total del Senado dejaría al Frente de Todos con 40 bancas (hoy tiene 41), a JxC con 30 (hoy 28) y a la senadora del Movimiento Neuquino y al senador de Juntos Somos Río Negro, que actualmente no integran ningún interbloque, y no deben renovar sus bancas en 2021.
Descrito el panorama, queda claro el nivel de importancia de las próximas legislativas. Para el oficialismo es una oportunidad de ampliar su base de apoyo y, quizá, redefinir su hegemonía interna. Esto es, si se mantiene el esquema actual donde el sector kirchnerista más duro debe negociar en algunas cuestiones con el sector más moderado encabezado por Alberto y el legado del Frente Renovador.
Por eso, en esta línea será interesante observar la composición de la lista en Buenos Aires (distrito que aporta la mayor cantidad de diputados) donde Máximo Kirchner pretende dominar la lapicera con nombres surgidos de La Cámpora en oposición a los intereses de algunos de los intendentes. Vale decir que aquí puede haber heridos que decidan replantear su ubicación política, teléfono que deberá atender JxC, espacio que deberá aunar sus esfuerzos en un cierre de lista equitativa entre sus principales fuerzas y quizá reservar algún lugar para dirigentes díscolos del peronismo no K que puedan sumar votos necesarios.
