En términos generales, lo primero que salta a la vista es que si el propósito es debatir para que la ciudadanía conozca las diferentes plataformas, el objetivo se alcanza sólo muy parcialmente. Gran parte del tiempo estuvo destinado al cruce de reproches y a críticas acerca de lo que se hizo o no en el pasado.
El formato, adecuado para igualar oportunidades de participación, está más orientado a ver quién tiene mejor manejo de la oratoria y de las escaramuzas verbales, que a lograr que cada candidato explique de manera clara no sólo qué quiere lograr su fuerza política, sino cómo piensa hacerlo.
Segundo Debate Presidencial: empleo, grandes desafíos e interrogantes
Incluso la pregunta “¿quién ganó?” repetida en los medios, nos habla más de un duelo o una lucha que de una instancia de adecuada información. En realidad, los únicos ganadores deberíamos ser los ciudadanos conociendo qué hará o intentará hacer cada uno.
Trataré de sintetizar las opiniones, mencionando a los candidatos en objetivo orden alfabético.
Nicolás del Caño tiene un discurso combativo en general, contrario al FMI, la contaminación, las mineras, el fracking, el glifosato. También se manifestó en contra de los créditos UVA. Proclama el derecho a la energía, y a la vivienda como si fueran bienes sin costo. Sin embargo, no devela la receta (mágica) de cómo lograría que todos accedan a todo si nadie paga por nada.
José Luis Espert parte de una definición que es la siguiente: el mejor plan social es un trabajo formal. Considera que la eliminación de la pobreza es posible a través del crecimiento sostenido. En la medida en que el Estado succione recursos para alimentar sus propios estamentos, el sector privado será cada vez más raquítico y el bienestar caerá.
Alberto Fernández explicó su voluntad de luchar contra el hambre, implementando la ley de emergencia alimentaria, y de mejorar el acceso a la vivienda. Para ello anunció que se crearía un nuevo Ministerio : el de Vivienda, y se impulsarían los planes Procrear. También dijo que era necesario ocuparse del medio ambiente y de los recursos naturales.
Luces y sombras en los Debates Presidenciales
Juan José Gómez Centurión manifestó que hace décadas que se trata de reducir la pobreza a través de planes, y que el desarrollo social es contrario al avance del estado. Proclamó la necesidad de reinstalar valores como el trabajo, el estudio y el ahorro. Considera que es indispensable luchar por el medio ambiente, y citó como ejemplo concreto la Cuenca Matanza Riachuelo, que, a pesar de los anuncios, no muestra una mejora en sus indicadores.
El colectivo de mujeres poco presente en el debate presidencial
Roberto Lavagna también sostuvo que repartiendo planes no se logra el desarrollo social. Entiende que la salud, la educación y el trabajo son fundamentales para que la sociedad pueda progresar. También le dio al tema del agua una clara centralidad, y considera que Argentina tiene un compromiso con el agua.
Mauricio Macri fue enfático en señalar las obras de infraestructura realizadas, como agua potable, cloacas y caminos, y obras civiles que evitan las inundaciones. Sostuvo también que muchos centros de primera infancia fueron habilitados y se extendieron programas de capacitación. El anuncio concreto tuvo que ver con el UVA, que dejaría de ajustarse por precios y pasaría a ajustarse por salarios a partir del 1 de enero. También destacó que durante su gobierno, 100.000 familias pudieron adquirir su vivienda.
La educación no fue prioridad en el debate presidencial
A diferencia de otros temas, los objetivos son compartidos: menos pobreza, mejor acceso a la vivienda, y un medio ambiente preservado. La gran cuestión es el camino para alcanzar estos objetivos, partiendo de la situación actual.
Mientras escuchaba el debate, pensé que la situación argentina es tan estructuralmente complicada que no estoy segura que haya espacio para tanta discusión. Cuando la energía se destina al enfrentamiento, no hay resto para la construcción de un proyecto común.
A mi juicio faltó también que los candidatos aclararan que los problemas argentinos están instalados desde hace tanto, que tardará mucho tiempo (incluso suponiendo que tomamos la senda correcta), el erradicarlos completamente. Las expectativas son una parte importante del derrotero de la economía, y creo que la verdad es la base de cualquier acuerdo.