POLITICA
Elecciones 2019

Qué revelaron los gestos de Mauricio Macri y Alberto Fernández durante el debate presidencial

El experto en comunicación no verbal Sergio Rulicki analizó las expresiones corporales del jefe de Estado y el postulante del Frente de Todos.

Mauricio Macri elevó las cejas en camio Alberto Fernández destacó la ondulación de las suyas.
Mauricio Macri elevó las cejas en camio Alberto Fernández destacó la ondulación de las suyas. | Prensa Debate 2019

Los analistas coinciden en que tanto el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, como el presidente Mauricio Macri estuvieron “entrenados” de cara al debate presidencial que tuvo lugar este domingo 13 de octubre en el Paraninfo de la Universidad del Litoral. Sin embargo, en algunos tramos de sus intervenciones sus gestos se hicieron escuchar más que sus palabras.

El antropólogo y doctor en comunicación social Sergio Rulicki analizó en diálogo con María O'Donnell en el programa De Acá en Más que se emite por radio Metro los gestos de los dos postulantes que mejor posicionados están de cara a los comicios del 27 de octubre en base a los resultados obtenidos en las elecciones primarias.

Rulicki es doctor en Comunicación Social, licenciado en Antropología, autor de tres libros sobre la especialidad y director de la Diplomatura en Comunicación No Verbal de la Escuela de Posgrados en Comunicación de la Universidad Austral.

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“Con los gestos que nos hablan de las emociones, los sentimientos, los estados cognitivos, las intenciones y los juicios de valor se puedan llegar a conclusiones acerca de los verdaderos significados de las declaraciones verbales”, indicó el hombre que dirige la Diplomatura en comunicación no verbal de la Universidad Austral.

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Sobre Macri, el especialista en el análisis de "microgestos" inconscientes consideró que no pudo evitar ciertas expresiones corporales que presenta desde la mitad de su mandato: “En el último año y medio o dos años de crisis se exacerbó una forma que él tiene de contestar no verbalmente con el cuerpo ante la preguntas difíciles, comprometedora, a aquello a lo que no le puede dar una respuesta asertiva que es la elevación y el sostenimiento de las cejas elevadas”. 

Con respecto a esta cuestión, Rulicki amplió: “De esa manera también redondeo los ojos y ofrezco la visión de un rostro más infantilizado (eso no lo digo yo, lo dice Peter Collett una de las máximas autoridades en comunicación no verbal de los políticos) y, de esa manera, envía un mensaje de vulnerabilidad que frena los impulsos hostiles o agresivos de las audiencias”.

La elevación de las cejas no estuvo acompañada de una sonrisa para dar una imagen de simpatía, sino que en este caso las comisuras de la boca de Macri se iban hacia los costados, “lo cual está asociado al temor, a la imposibilidad de controlar una situación”, consignó el experto.

Rulicki opinó que el jefe de Estado estuvo muy controlado en el debate estuvo muy controlado excepto en dos momentos importantes: cuando habló de salud y educación y en la exposición final. “Cuando Macri cierra dice ‘estoy convencido de que podemos’ y realiza el mismo gesto, por lo tanto, no resulta convincente en el sentido de que ni él mismo está convencido”, subrayó.

  • La última intervención de Macri:

En cuanto al candidato presidencial del Frente de Todos, el experto remarcó que el uso del dedo para señalar al actual mandatario es una característica del espacio que lidera Cristina Fernández de Kirchner: “Es toda una tradición dentro del kirchnerismo podríamos decir. La ex presidenta no solo usaba un dedo, sino dos, para dirigirse simbólicamente hacia quienes consideraba que se oponían a sus ideas. Utilizar sistemáticamente un movimiento acusatorio del índice extendido para señalar en la dirección de Macri fue claramente una manera de acentuar que la responsabilidad de la crisis estaba en él”.

El especialista en comunicación no verbal destacó dos expresiones del candidato opositor: la fisonomía de las cejas y su disfonía. La primera le jugó a favor y la segunda en contra.

  • El gesto del dedo de Alberto Fernández:

“La fisonomía de las cejas de Alberto Fernández es ondulada, las tiene naturalmente así. Cuando las eleva, la ondulación se acentúa y eso está relacionado con la sensibilidad y la angustia, por lo tanto, tiene cierta facilidad de transmitir que está conmovido por lo que está pasando”, señaló Rulicki.

Finalmente, en cuanto a su voz, sostuvo: “La disfonía crónica fue trémula en algunos pasajes del discurso, sobre todo al principio, después fue ganando impulso y momentums y estuvo mejor. Pero la cuestión de la disfonía te hace percibir cansancio, porque puede ser una cuestión de las cuerdas vocales o un efecto de estar cansado o haber usado mucho la voz y, por lo tanto, baja eso un poco la proyección de asertividad”.

En diálogo con PERFIL, Rulicki también habló del candidato de Consenso Federal: "La expresividad de Roberto Lavagna durante el debate podemos decir que mostró preocupación y tristeza por la situación en la que se encuentra el país dado que acompañó muchas de sus descripciones con la elevación de los ángulos internos de las cejas, formando arrugas solo en el centro de la frente".

En cuanto al ritmo de su enunciación, argumentó: "Es más lento que el de Macri y el de Fernández y, si bien esta característica puede ser interpretada como un rasgo de prudencia y mesura de su personalidad, también resulta deficitario cuando se trata de la comunicación de entusiasmo".

"De los tres, Lavagna fue el que mostró mayor nivel de contención emocional y, por lo tanto, el mayor nivel de racionalidad en sus enfoques y cerró en la misma línea", finalizó el experto en comunicación no verbal.

B.D.N./FeL