Como todos sabíamos los resultados de esta elección dependía de tres interrogantes básicos.
El primero, el nivel de presentismo. En los papeles a mayor caudal de votantes más votos para Juntos por el Cambio. El segundo, cuántos votos le podrían aportar a Macri, Vidal en la Provincia de Buenos Aires y Rodríguez Larreta en CABA. El tercero cuánto funcionarían la campaña del odio a Cristina por parte del oficialismo y el rechazo a la política económica del gobierno por parte de los Fernández.
Pero la pregunta que todos nos hacíamos era cuán cerca o cuán lejos está Alberto Fernández de obtener 45% de los votos en la primera vuelta.
Vale la pena tener algunas referencias previas. Desde 2011, el peronismo no pasaba los 40 puntos de voto y ahora lo hizo. Esto le da una fuerza que hace años no tenía. El mejor resultado del oficialismo excepto en situación de ballotage fueron los 41 puntos de la elección legislativa 2017 y vemos que se está comportando por debajo de dicho resultado. Esto indica que uno creció en votos y el otro los perdió. Y hoy quedó claro que los 45 puntos fueron superados. Esto es un cachetazo al rumbo elegido por el gobierno. La sociedad dijo que el cambio que se prometió fue vivido como un retroceso y una sociedad empobrecida decidió tomar otro rumbo.
Qué necesitan Alberto Fernández y Mauricio Macri para ganar en primera vuelta
Cualquiera sea el resultado de las PASO recordamos que la campaña por los puntos comienza esta noche y durará dos largos meses en los cuales las cosas pueden mejorar o empeorar tanto para el gobierno como para la oposición.
El Frente de Todos tiene la ventaja de haber ganado la batalla psicológica del cuasi empate con que el Gobierno quiso convencer al mundo y a los líderes de opinión de que su continuidad esta asegurada. Ese empate no se produjo y le marca un claro limite a Macri. ¿Le alcanzará al gobierno echarle la culpa a su principal adversario que las variables económicas se descontrolan por culpa de Alberto Fernández? Muchos decían que si Trump ganaba, la economía de USA volaba por los aires. Ese argumento no sirvió para para el actual Presidente. Parece un argumento limitado a un sector que ya votó al gobierno. Le alcanzará con menear con el miedo a que vuelva Cristina? Dejamos esto en manos de los estrategas del Juntos por el Cambio.
Por el otro lado, El Frente de Todos tendrá que buscar nuevos votantes para asegurar su victoria y en este sentido tendrá que pelear contra la campaña negativa del gobierno, y a la vez, seducir a quienes aún dudan de si gobernará Alberto o Cristina.
El búnker de Cambiemos se vació en medio de un clima de velorio
Los votos de Lavagna, Espert, Gómez Centurión, Del Caño y de los que se quedaron en casa, pasarán a ser la vedette a seducir. Son los que necesitan perder el miedo a que el futuro sea como el presente o como el pasado. Son los que necesitan sentir y pensar que su voto hace la diferencia para un país mejor.
Hasta ahora los votos fueron más para evitar que gane el otro que para enamorar. ¿Se puede seguir así? Difícil, finalmente no siempre vence el odio. Y los Argentinos necesitan saber que hay futuro para el país y para los que viven en el .Y que el que los va a gobernar Piensa en ambas dimensiones.
Esperamos que el marketing del miedo de lugar a la política de las propuestas.Y que la campaña que viene no sea para destruir sino para construir
En una sociedad que empieza a pensar que un nuevo presidente llega y otro se está despidiendo.