OPINIóN
Internacional

Coronavirus: España, la sanidad acorralada

Colapso de los hospitales, falta de recursos materiales y humanos, y muertos en las residencias de ancianos, desnudan las carencias de un sistema sanitario que se creía "el mejor del mundo".

España, coronavirus
España supera los 11.000 casos de coronavirus y roza las 500 muertes | AFP

Siempre sentí una gran curiosidad por la forma en que los seres humanos reciben las noticias que cambian aquellos hechos o situaciones que daban por seguros. Y esta curiosidad hoy es más fuerte que nunca en estos días de confinamiento mientras la aseveración por todos aceptada “tenemos la mejor sanidad del mundo”, salta por los aires en mil pedazos. Un sondeo llevado a cabo por Advanced RSM, entre la población de 25 a 65 años, da una primera aproximación al interrogante. Según la consultora, los datos obtenidos apuntan la existencia de un impacto emocional nada despreciable. En conjunto, afirma, el estado de ánimo de la población, genéticamente alegre y positiva como es la española, es esencialmente neutro, solo ligeramente positivo. “Este resultado es indicativo de la existencia de un cierto desasosiego o ansiedad social, en el que desapareció nuestro natural tono positivo y confiado”, concluye.

“Durante años presumí de sistema sanitario público, luego también lo hice de ese otro logro transcendental de la protección social que fue la Ley de Dependencia. Me llegué a creer ciudadano de un país avanzado”, confiesa José Antonio Ayllón, Médico de Familia y experto en Salud Pública, en el medio digital diario.es. Punto seguido, apunta a otro sector también en el punto de mira de la opinión pública: las residencias de ancianos.  “Las residencias constituyen un colectivo que mueve mucho dinero. Y están reguladas por unas normas que en lo relativo a plantillas, lo que de verdad cuesta dinero, son vergonzosamente insuficientes. Los estándares de superficie por interno, de espacios saludables y otros servicios son muy poco exigentes y se incumplen con frecuencia. Pero respecto al personal, los ratios son vergonzosos”. 

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En efecto, los españoles, y los madrileños en particular, chocaron con dureza contra la pared construida con ladrillos de realidad. La pandemia dejó al descubierto las debilidades de la sanidad pública española, madrileña, y de gran parte del sistema social que la acompaña. Veamos.

Los hospitales están al borde del colapso con la cantidad de infectados que reciben diariamente.  La funeraria municipal ya no puede con la cantidad de muertos, al punto que la autoridad madrileña convirtió al centro de ocio – por su pista de patinaje sobre hielo -, el Palacio de Hielo, en morgue. Los teléfonos de información sobre el coronavirus están saturados. Los test no alcanzan para todos. Y el cuadro, dantesco, se completa con los cadáveres que encontró el Ejército en las residencias de ancianos, descomponiéndose en las que eran sus camas. El sistema sanitario golpeado. Aunque los madrileños no se imaginaban cuánto. En su mayoría indiferentes a las Mareas Blancas que los sanitarios protagonizaban en las calles de Madrid en defensa de la salud pública, ante los recortes llevados a cabo por el Gobierno conservador de la Comunidad. Por esos días, los aplausos no se oían, sólo el silencio roto por los cánticos de los manifestantes.

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Con la gente en los balcones aplaudiendo a los médicos, y quizás también como despedida a su ingenuidad en relación a la problemática de la sanidad, médicos y enfermeros denuncian la falta de recursos – se los buscan hasta “debajo de las piedras”, como graficó una médica - y personal, primero diezmado por los recortes, y ahora diezmado por el coronavirus. Por caso, los hospitales Severo Ochoa y el Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, piden que se deriven más pacientes a otros hospitales sin la sobrecarga de trabajo que ellos soportan. Especialmente alarmante es la situación del Severo Ochoa, que el viernes pasado tuvo que cerrar por el colapso en Urgencias y derivar enfermos al hospital temporal que se montó en el centro de convenciones IFEMA, dotado de 5.500 camas, 500 de ellas de Terapia Intensiva. 

La protección deficitaria de médicos y enfermeros, hizo que en menos de 24 horas se registraran 1.490 nuevos casos de coronavirus entre los profesionales sanitarios, lo que representa un incremento de casi 40 puntos porcentuales. En total, ya van 5.400, lo que supone alrededor del 13% de todos los contagiados en España, que hoy se acercan a los 40.000.

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"Los datos son preocupantes, sobre todo teniendo en cuenta que la plantilla de médicos era deficitaria antes de empezar con Covid-19. El Sistema Nacional de Salud (SNS) redujo su presupuesto en más de 28.000 millones de euros entre 2010 y 2017. Además los dirigentes del Partido Popular (PP) impulsaron una privatización de los hospitales y centros de salud. En Madrid, durante los gobiernos del PP se suprimieron 3.000 camas hospitalarias (una de cada cinco) y se despidió a 3.200 trabajadores de la sanidad pública. Los sobrecostos acumulados de las privatizaciones  -entre los de construcción y los contractuales previstos hasta 2.035 – ascienden a 3.483 millones de euros”, según la denuncia presentada por Unidas Podemos ante la Fiscalía Anticorrupción. Los conservadores, por su parte, niegan la Mayor, y acusan al presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, de ordenar recortes en la sanidad.

Mientras se suceden las acusaciones sobre quien tiene la tijera más grande, hoy España superó a Italia, donde el porcentaje de afectados en el sector de la salud es de un 8%. Con estos hechos sobre la mesa, la pregunta es obligada.  ¿Por qué España es uno de los países con más profesionales contagiados? Para los expertos la falta de equipos de protección Individual es clave.

En este sentido, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) presentó una denuncia en la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo solicitando medidas cautelares contra el Ministerio de Sanidad, dada la situación de emergencia sanitaria que estamos viviendo por la pandemia del COVID19. Medida denegada hoy por el Tribunal Supremo.

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Así las cosas, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, informó este miércoles que el Gobierno cerró contratos en China para la adquisición de material sanitario y de protección contra el virus por valor de 432 millones de euros. Estas compras incluyen 550 millones de mascarillas quirúrgicas y de protección, 5,5 millones de test rápidos para detectar el virus, 11 millones de guantes y 950 respiradores que se repartirán a las comunidades autónomas.

CLAVES

Macabro 1. Desde ayer, martes, la Empresa Municipal de Servicios Funerarios de Madrid (SFM) dejó de recoger a los fallecidos por el coronavirus, informó el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Para colmo, los crematorios de Madrid también están desbordados, tanto que retrasaron durante días la recogida de cadáveres en domicilios y hospitales. La solución que encontraron las autoridades madrileñas fue convertir EL Palacio de Hielo en una gran morgue.  Una pista de 1.800 metros cuadrados que comenzó a recoger los cuerpos el pasado lunes. "Se trata de una medida temporal y extraordinaria encaminada, fundamentalmente, a mitigar el dolor de los familiares de las víctimas y la situación que se registra en los hospitales madrileños", explicaron fuentes del Gobierno autonómico. 

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Macabro 2. A la imposibilidad de conocer la magnitud del problema de las residencias de ancianos privadas, se agrega el espectáculo tétrico presenciado por los funcionarios de la Unidad de Emergencia Sanitaria (UME) quienes en labores de desinfección en las residencias se encontraron con cadáveres en habitaciones. Bajo el mismo techo convivían ancianos, algunos con el coronavirus; otros sanos, y los cuerpos de los fallecidos. Un dato: La residencia madrileña Monte Hermoso tiene el espantoso privilegio de contar con más de 20 muertos.

De un jarro de agua fría a otro. El martes, fueron los 5.400 profesionales sanitarios confirmados por el Ministerio de Sanidad. Este miércoles el nuevo jarro de agua fría cayó sobre las cifras de contagios y de fallecidos. España suma ya 47.610 contagios confirmados y 3.434 fallecidos (al momento de escribir este artículo), número que hace que España supere a China en número de muertos por coronavirus, que en toda la crisis alcanzó oficialmente los 3.287 fallecidos.

Mueren solos sin saber que hicieron para morir así. Con ellos se llevan las palabras sencillas que hubieran querido decir.