OPINIóN
PANORAMA EMPRESARIO

Piquetes: los empresarios temen que las tensiones sociales compliquen más las cuentas

Los temores por los piquetes no sólo se limitan al ámbito político; también en el sector empresario hay preocupación por un nuevo diciembre de alto voltaje en las calles. Sobre todo preocupa que el cambio de Gobierno no logre pacificar y encaminar las pujas sociales.

Piquetes 20230415
EN LAS CALLES. Para la semana próxima se esperan nuevos piquetes de movimientos sociales, incluso afines al Gobierno, que protestarán por las subas en alimentos que no frenan en abril. | NA

En la oficina muy alta de un ejecutivo de una de las 10 compañías que más facturan en el país, se ve el Río de la Plata y las nubes grises plomo que aún no abandonaron Buenos Aires luego del desastre climático. “Defensa de la ley”, “propiedad privada “normalidad para hacer negocios”, son algunas de las palabras que más se escuchan para definir los temores del sector privado por acciones sociales que, en definitiva, pongan en riesgo el clima de negocios.

En la Argentina de fines de 2023 no faltan preocupaciones económicas. Nadie se atreve a proyectar es de cuánto será la inflación de diciembre pero, sin dudas, será el mes más elevado del año y probablemente el mes más letal delos últimos 30 años. El banco estadounidense JP Morgan sí realizó un pronóstico. Pronosticó un 60% de inflación para diciembre y enero y una caída del nivel de actividad de 3% para 2024.

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La dinámica inflacionaria de diciembre no es alentadora pero la que se espera para enero o febrero, tampoco mejora el horizonte. Hubo un aumento del 37% en los combustibles, por citar solo algunos ejemplos. Comenzó Shell con ese porcentaje, al dejarse sin efecto el acuerdo de Precios Justos que le ponía un tope mensual a las subas durante la gestión anterior. Luego, la petrolera estatal YPF se sumó a los aumentos en los combustibles de las compañías privadas y sus estaciones de servicio amanecieron este jueves con subas de hasta 37%. El último incremento se suma a la actualización del 30% que habían hecho las petroleras durante el fin de semana pasado.

El flamante presidente de la compañía, Horacio Marín, enfatizó que convertirá a YPF en “una gran exportadora de crudo” y que se hará realidad el proyecto GNL. “Si logramos eso vamos a contribuir a cambiar la Argentina con el ingreso de divisas y el impulso del crecimiento de la economía”, sostuvo en un mensaje a los empleados.

Con todo, en el presente se sabe, cada suba en los combustibles repercute enteramente en el resto de la cadena económica. El ministro de Economía, Luis Caputo, reconoció que seguirán las subas en los surtidores al menos hasta marzo. "Un ajuste de esta magnitud prácticamente se traslada en la totalidad", aceptó en declaraciones a la prensa y precisó que si bien las primeros aumentos son voluminosos, según él, tomarán un sendero cada vez más bajo hasta marzo".

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Otro de los factores que le agrega combustión a los precios es el impacto de la emisión monetaria que el actual gobierno anunció recortará. Lautaro Moschet, economista de la Fundación Libertad y Progreso sostuvo que “vivir en un esquema de atraso cambiario y congelamiento de precios, combinados con la mega emisión monetaria, que multiplicó por 5 los pesos en circulación en los últimos 4 años, es insostenible. Por lo tanto, reacomodar este desbarajuste tendrá un impacto muy fuerte en el IPC durante los primeros meses, pero es condición necesaria para que la economía vuelva a funcionar correctamente.”

El Gobierno admite que habrá indicadores inflacionarios de dos dígitos en el primer trimestre y, probablemente hasta junio. En los equipos técnicos calculan que, solo por la emisión monetaria electoral (que recae en la gestión anterior pero que sigue salpicando la economía en materia de inercia inflacionaria) solo entre enero y febrero habrá 20% de inflación a lo que debería agregarse el impacto de los reacomodamientos que ya comenzaron a darse desde el 10 de diciembre con el recambio gubernamental. 

Pero también se apuesta en materia de inflación a que los índices mensuales se ubiquen en un dígito hacia fines de año; incluso hay algunas proyecciones muy optimistas que auguran un fines de 2024 con entre 3% y 4% de inflación mensual. En el equipo económico prefieren no ponerlo de ese modo frente a la opinión pública porque le temen a la remake del “segundo semestre” en la era Macri.

LR