No puedo evitar ciertos pensamientos incorrectos sobre una nueva reglamentación en el ámbito laboral. Ahora es el teletrabajo. ¿Ayudará al mejor desempeño de las organizaciones humanas?
No estoy en contra de las leyes. Habrá que reglamentar, regular, prevenir abusos, delimitar derechos y obligaciones. Sin embargo, si el objetivo es mejorar la dinámica de las organizaciones humanas, no sé si es esta la manera adecuada.
¿Cómo reglamentar cada paso en el ejercicio de la autoridad que busca llevar a su organización hacia el alto desempeño – que de eso se trata, con o sin teletrabajo? Honestamente, creo que no es posible.
Ciberseguridad y teletrabajo, mucho más que compartir archivos
Es pensar en pequeño y, además, fomenta el vínculo transaccional. “Una que doy, una que debes”. No es ese el camino. Así no mejorarán las organizaciones. ¿Hace falta tener leyes que eviten abusos, que los hay? Sí, por supuesto, pero no nos quedemos con las formas.
Hay que ir más al fondo de la cuestión. Porque corremos el riesgo de centrarnos en la cosmética o el cotillón. Las empresas confunden gordura con hinchazón cuando creen que para mejorar el clima basta con poner una mesa de ping-pong. Lo mismo si se confía en que reglamentando el teletrabajo se resolverán los desafíos que el trabajo a distancia nos trae.
Tampoco es cuestión de hacer una lista de lavandería de todo lo que podría ser bueno implementar. Propongo ir a lo relevante.
Teletrabajo: convertilo en un verdadero placer
El alto desempeño fue siempre necesario en las organizaciones, lo será hoy y mañana también. Y aquellas que no lo consigan, perderán. Siempre. Como en el deporte o en cualquier actividad humana. Sólo los grandes le pegan cada vez a la pelota como si fuese la última. Cada vez, de la mejor manera posible. Se exigen para ser mejores, ya que parten de una idea básica: para lograr alto desempeño, lo que es fácil al final debilita.
En lugar de limitar, habría que inspirar. A la superación constante, al esfuerzo, a la disciplina, a la capacitación… Todo eso es trabajar para crear condiciones que den lugar al compromiso de la gente. La persona comprometida se brinda sin medida.
Claves para trabajar con clientes en el exterior
En fin, sugiero trabajar en tres cosas básicas que respetan los fundamentos de la naturaleza humana: proveer un propósito convocante, formar, y luego dar un ámbito de libertad para que cada uno, responsablemente, decida dar su mejor versión. Tres iniciativas. Simple de recordar. Difícil de concretar. Totalmente necesario. Con o sin teletrabajo.
*Rubén Figueiredo, profesor del IAE Business School, Universidad Austral.