POLICIA
fue detenido en campo de mayo

Acusan a un sargento del Ejército de matar y descuartizar a su esposa porque quería dejarlo

El cuerpo de Jesica Hoffmann, cabo primero y madre de dos hijos, fue hallado por su padre en un bolso militar. Fernando González confesó ante la policía, pero ayer se negó a declarar.

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Militar. Fernando González fue detenido en Campo de Mayo. | telam

No hay dudas: el femicidio de Jesica Lucía Hoffmann, madre de dos chicos de 16 y 8 años, ocurrió en el interior de la casa de la calle Pedro Benoit al 2800, en Moreno.

El homicida tomó el recaudo de limpiar la escena, pero los rastros de sangre en toda la vivienda se manifestaron ante los ojos de los investigadores bajo la luz ultravioleta que muestra la reacción del luminol.

Aún no se conoce con qué elemento el asesino golpeó y mató a la cabo primero del Ejército Argentino, aunque sí encontraron los dos cuchillos medianos con los que la descuartizó. Fue el padre de la víctima quien, este jueves, halló el cadáver desmembrado en un bolso tipo militar.

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Aunque, al cierre de esta edición, restaba conocer el resultado de la autopsia y otras medidas, fuentes del caso indicaron a PERFIL que el crimen de Hoffman,  habría sido cometido el martes pasado por Fernando González Friveo, su esposo y sargento del Ejército quien fue detenido en la base de Campo de Mayo, tras el hallazgo del cuerpo. El detenido confesó el crimen a la policía pero se negó a declarar.

Un día después del crimen, es decir, el miércoles, el presunto asesino cenó con sus suegros. Lo notaron “preocupado”. El militar explicó la ausencia de su esposa con una mentira, con el fin de tranquilizarlos. Dijo que se había quedado a dormir en la base de El Palomar, donde prestaba servicio.

“Si bien ya tenemos un primer panorama del médico forense que estuvo en la escena, queremos confirmar la data de muerte, cómo la mató, si el descuartizamiento fue postmortem y si hubo abuso sexual, entre otras cuestiones”, señaló una fuente de la causa, en manos de Leandro Ventricelli, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Moreno-General Rodríguez.

Si bien aún restan tomar testimonios a familiares, amigos y compañeros de Hoffmann y González Friveo, la familia de la víctima cree que la asesinó porque la mujer planeaba dejarlo.

El padre de la víctima, Ramón Hoffmann, contó a la prensa que él junto a otra de sus hijas, fueron los que decidieron entrar al departamento de Jesica –que vive al lado–, cuando un efectivo del Ejército llegó a su casa para avisarles que hacía dos días que su hija no se presentaba a trabajar.

“El día anterior había estado con el esposo y me dijo que ella se había quedado durmiendo en la base, pero cuando vinieron del Ejército para decir que faltaba hacía dos días, me di cuenta de que nos había mentido y algo pasaba”, contó Ramón.

El hombre entró a la casa de Jesica saltando por el balcón y detalló que al revisar el lugar vio “un bolso grande del Ejército preparado como para un viaje”.

“Cuando lo palpo al bolso, no era ropa lo que había, sino que parecía carne”, dijo y aclaró que no vio lo que había dentro aunque lo presintió y por ello llamó a la policía.

Su presentimiento era cierto: era el cuerpo de su hija desmembrado.

Jennifer, una prima de la víctima, contó algunos detalles de la relación y opinó sobre el móvil: “Para mí, ella había tomado la decisión de irse y por eso él la mató”, afirmó Jennifer, quien recordó que su prima la había llamado el sábado para decirle que tenía que contarle “algo de Fernando”, que no podía ser por teléfono.

La joven relató que la pareja “ya se había querido separar cuando vivía en Caseros” y en aquella oportunidad, ocurrida hace unas meses atrás, el sargento intentó ahorcarse, delante de su hijo, “para que ella no se vaya”.

“Ella estaba cansada y me lo dijo mil veces”, añadió la prima de Hoffmann.

Dijo, además que sus tíos, es decir los padres de la víctima, vivían al lado de la pareja. Esa noche, según relató, escucharon “ruidos”, como si alguien hubiese entrado a robar a la casa de los militares.

Cuando el padre de Jesica fue a ver lo que pasaba, se encontró con González en la escalera y éste le dijo que solo había ido “a colgar ropa a la terraza”.

 

Un femicidio cada 32 horas

En Argentina se comete un femicidio cada 32 horas, estadística levemente inferior al promedio de los últimos 10 años, informaron desde La Casa del Encuentro al presentar los resultados del último relevamiento realizado entre el 1º de enero y el 31 de octubre de este año.

La cifra muestra un leve descenso en el número de víctimas, ya que disminuyó la cantidad de asesinatos por hora que hasta el año pasado era de uno cada 30 horas.

Durante este período, el Observatorio de Femicidios de Argentina “Adriana Marisel Zambrano”, que depende de la Casa del Encuentro, contabilizó 225 femicidios y femicidios vinculados a mujeres y niñas (aquellas asesinadas por estar en la línea de fuego o para torturar psíquicamente a la mujer) y 29 femicidios vinculados de hombres y niños en más de 120 diarios y agencias de noticias de todo el país.

“Si bien el descenso es muy leve, no es lo mismo cada 32 horas que cada 30. Esto muestra que algo se está modificando y me da un poco de esperanza y fuerza para seguir trabajando”, expresó Ada Rico, presidenta de La Casa del Encuentro.

El relevamiento encontró que 250 hijas e hijos quedaron sin madre. En más del 60% de los casos el victimario era una pareja o ex pareja; en 21 casos no hay registro del agresor.